Teaching Religious Education in the Spanish Schools: Some Non Religio-Centric Proposals

Francisco Díez de Velasco. Institute of Political and Social Sciences. University of La Laguna (Canary Islands, Spain)


DOCUMENTS


 

0) HISTORIA Y CULTURA DE LAS RELIGIONES

 
 
Contenidos docentes de los tres primeros cursos de Secundaria de Historia y Cultura de las Religiones; según el Real Decreto de enseñanzas mínimas (columna 1:Real Decreto 1631/2006 de 29 de diciembre por el que se establecen las enseñanzas mínimas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria: BOE 5/1/2007), más desarrollado en la Orden de establecimiento del currículo (columna 2: Orden ECI/2220/2007 del 12 de julio por la que se establece el currículo y se regula la ordenación de la Educación Secundaria Obligatoria: BOE 21/7/2007
Cursos primero a tercero
-La diversidad de creencias: las religiones en el mundo actual. 

-Las primeras manifestaciones religiosas. El pensamiento animista y su pervivencia. Los mitos como explicación de la realidad. Politeísmo. Vida después de la muerte. 

-Las religiones monoteístas: 

Judaísmo. El pueblo de Israel y la religión judía. La Biblia y otros libros sagrados. Los rituales en la vida de las personas judías. El calendario y las fiestas. Espacios y símbolos religiosos. La situación actual del judaísmo: tradición y modernidad. 

Cristianismo. La figura de Jesús. Doctrina. El antiguo y nuevo Testamento. Organización de la iglesia cristiana. Los rituales en la vida de las personas cristianas. Espacios sagrados y símbolos religiosos. El calendario y las fiestas. Evolución en el tiempo: ortodoxos, católicos y protestantes. El cristianismo en la actualidad. 

Islam. La figura de Mahoma. Los cinco pilares del Islam. El Corán y la Ley islámica. El calendario y las fiestas. Expansión del Islam. El Islam en el mundo actual. Tradición, reformismo e integrismo. 

-Las religiones orientales: hinduismo y budismo. 

-La diversidad de respuestas ante el hecho religioso: personas religiosas, personas agnósticas, personas ateas. 

-Influencia de la religión en las manifestaciones artísticas y en la vida cotidiana. 

Curso 1º
Bloque 1. Manifestaciones religiosas en la Antigüedad. 
Caracterización de las creencias y manifestaciones religiosas en la Prehistoria, las primeras civilizaciones urbanas, Grecia y Roma. Animismo. Totemismo. Politeísmo. Culto a los muertos. 
Relación entre las religiones y las condiciones geográficas, históricas y culturales en que surgen. Los mitos como explicación de la realidad. Lectura de algunas narraciones mitológicas, en particular, de la tradición grecorromana. 
Análisis e interpretación de producciones artísticas relacionadas con la religión: pinturas rupestres, monumentos megalíticos, objetos e imágenes de culto, templos o prácticas funerarias. 
Influencia de las religiones de la Antigüedad sobre aspectos de la cultura occidental. Ejemplos del pasado o del mundo actual. 

Bloque 2. Religiones del Extremo Oriente. 
Caracterización de las creencias y manifestaciones religiosas en India, China y Japón. 
El hinduismo. Espacio y contexto en el que surge. Diversidad de creencias, ritos y espacios sagrados. La idea de reencarnación. Influencia del hinduismo en la organización social. 
El budismo. Espacio y contexto en el que surge. La figura de Buda. Principios, creencias, ritos y espacios sagrados. 

Bloque 3. Religiones monoteístas. El judaísmo. 
El pueblo de Israel. Contexto geográfico y cultural en el que surge el judaísmo. Abraham y Moisés. Creencias. La Biblia y otros libros sagrados. Lectura de algunas narraciones, plegarias y fragmentos de textos sagrados. Espacios religiosos, símbolos, ritos y principales fiestas. Prácticas religiosas y moral. 
 

Curso 2º 

Bloque 1. Cristianismo. 
El Judaísmo como origen del Cristianismo. Contexto geográfico y cultural en el que surge. La figura de Jesús. Dogmas y creencias. El libro sagrado de las religiones cristianas: Antiguo y Nuevo Testamento. Lectura de algunas plegarias, narraciones y fragmentos de textos sagrados. Espacios religiosos, símbolos, ritos y principales fiestas. Prácticas religiosas y moral. Análisis e interpretación de producciones artísticas relacionadas con la religión cristiana. 

Bloque 2. Islam. 
Judaísmo y Cristianismo como origen del Islam. Contexto geográfico y cultural en que surge. La figura de Mahoma. Los cinco pilares del Islam. El Corán y la Ley islámica. Lectura de algunas narraciones, plegarias o fragmentos de textos sagrados. Espacios sagrados, símbolos, ritos y principales fiestas. Prácticas religiosas y moral. Análisis e interpretación de producciones artísticas relacionadas con el Islam. 

Bloque 3. Las grandes religiones monoteístas. 
Elementos comunes. Convivencia y conflicto. Pluralidad y unidad religiosa en España a lo largo del tiempo. 

Curso 3º

Bloque 1. Las religiones en el mundo actual. 
Evolución de las grandes religiones monoteístas: el judaísmo y sus diferentes ramas; cristianismo: ortodoxos, católicos y protestantes; las escuelas del Islam. 
Distribución de las grandes religiones en el mundo actual. Factores que han influido en la expansión de las religiones a lo largo del tiempo. 
La organización interna y la autoridad en las grandes religiones. 
Actitud de las grandes religiones con respecto a los principales problemas del mundo. 
El dialogo interreligioso: valores compartidos por las religiones. 

Bloque 2. Pluralismo ante el hecho religioso. 
La diversidad de respuestas ante el hecho religioso: personas creyentes, agnósticas y ateas. 
El derecho de las personas a sus creencias religiosas. Respeto por las diferencias como requisito para la convivencia en un mundo plural. 
Reconocimiento del pluralismo religioso. Valoración positiva de la convivencia interreligiosa y entre creyentes y no creyentes. Análisis de algunos ejemplos significativos históricos o actuales. 
Valoración crítica de actitudes integristas y fundamentalistas relacionadas con las creencias religiosas. 
Influencia de la religión en la manera de ver el mundo, la moral, la vida cotidiana, las costumbres, etc. Secularización de las sociedades actuales. 

 
Contenidos docentes del cuarto curso de Secundaria de Historia y Cultura de las Religiones según el Real Decreto de enseñanzas mínimas (columna 1) y la Orden de establecimiento del currículo (columna 2)
-Las religiones y la sociedad: influencia en la organización social, en las costumbres, y en los ritos sociales.
-Las religiones y el poder político. Estados teocráticos y laicos. Tensiones y conflictos de raíz religiosa. 
-Las religiones y el pensamiento científico y filosófico. Interrelaciones entre ambos ámbitos. Coincidencias y diferencias en la interpretación del mundo. 
-La diversidad religiosa, factor de pluralidad en las sociedades actuales: religiones, nuevos movimientos religiosos y creencias pararreligiosas. Convivencia plural, tolerancia y juicio crítico. 
-La religión y los derechos humanos. Las creencias religiosas en el marco de la Constitución española. 
Las religiones y la sociedad: influencia en la organización social, en las costumbres, y en los ritos sociales. 
Las religiones y el poder político. La teocracia. El Estado confesional. La aconfesionalidad del Estado. El laicismo. Tensiones y conflictos de raíz religiosa. 
Las religiones y el pensamiento científico y filosófico. Interrelaciones entre ambos ámbitos. Coincidencias y diferencias en la interpretación del mundo. 
La diversidad religiosa, factor de pluralidad en las sociedades actuales: religiones, nuevos movimientos religiosos y creencias pararreligiosas. Convivencia plural, tolerancia y juicio crítico. 
La religión y los derechos humanos. La religión en los tratados y acuerdos internacionales ratificados por España. 
Las creencias religiosas en el marco de la Constitución española: antecedentes históricos, consenso constitucional de 1978 y situación actual. 
 



1) Enseñanza religiosa católica

Acuerdo con la Santa Sede sobre enseñanza y asuntos culturales de 3.01.1979, BOE 15.12.1979.
    artículo 1: "a la luz del principio de libertad religiosa, la acción educativa respetará el derecho fundamental de los padres sobre la educación moral y religiosa de sus hijos en el ámbito escolar. En todo caso la educación que se imparte en los centros docentes públicos será respetuosa con los valores de la ética cristiana"
    artículo 2: "los planes educativos en los niveles ...(preuniversitarios) incluirán la enseñanza de la religión católica en todos los centros educación, en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales"
    artículo 3: "la enseñanza religiosa será impartida por las personas que, para cada año escolar, sean designadas por la autoridad académica entre aquellas que el ordinario diocesano proponga para ejercer esta enseñanza"
    artículo 4: "la enseñanza de la doctrina católica y su pedagogía en las escuelas universitarias de formación del profesorado, en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales, tendrá carácter voluntario para los alumnos. Los profesores de las mismas serán designados por la autoridad académica en la misma forma que la establecida en el artículo 3"
    artículo 6: "a la jerarquía eclesiástica corresponde señalar los contenidos de la enseñanza y formación religiosa católica, así como proponer los libros de texto y material didáctico relativos a dicha enseñanza y formación"
 

ERC 2007

Ministerio de Educación y Ciencia (BOE n. 158 de 3/7/2007)
ORDEN ECI/1957/2007, de 6 de junio, por la que se establecen los currículos de las enseñanzas de religión católica correspondientes a la educación infantil, a la educación primaria y a la educación secundaria obligatoria.

Rango: Orden

Páginas: 28672 - 28685

Referencia: 2007/12875
 

El Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede sobre Enseñanza y Asuntos Culturales garantiza que los alumnos de educación infantil, primaria y secundaria obligatoria que así lo soliciten tienen derecho a recibir enseñanza de la religión católica e indica que a la Jerarquía eclesiástica le corresponde señalar los contenidos de dicha enseñanza. De conformidad con dicho Acuerdo, la disposición adicional segunda de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, establece que se incluirá la religión católica como área o materia en los niveles educativos que corresponda, que será de oferta obligatoria para los centros y de carácter voluntario para los alumnos.

El Real Decreto 1630/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas del segundo ciclo de la Educación infantil, indica en su disposición adicional que las enseñanzas de religión se incluirán en este segundo ciclo y, con respecto a la religión católica, que el currículo de la enseñanza será competencia de la jerarquía eclesiástica.

El Real Decreto 1513/2006, de 7 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas de Educación primaria, indica en su disposición adicional primera que las enseñanzas de religión se incluirán en esta etapa educativa y, con respecto a la religión católica, que la determinación del currículo de la enseñanza será competencia de la jerarquía eclesiástica.

El Real Decreto 1631/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria, indica en su disposición adicional segunda que las enseñanzas de religión se incluirán en esta etapa educativa y, con respecto a la religión católica, que la determinación del currículo de la enseñanza será competencia de la jerarquía eclesiástica.

De acuerdo con los preceptos indicados, la Conferencia Episcopal Española ha determinado los currículos de la enseñanza de religión católica correspondientes a la educación infantil, a la educación primaria y a la educación secundaria obligatoria.

En su virtud, dispongo:

Primero.-Los currículos de la enseñanza de Religión católica correspondientes a la educación infantil, a la educación primaria y a la educación secundaria obligatoria son los que se incluyen, respectivamente, en los anexos I, II y III.

Segundo.-Corresponde a las Administraciones educativas adoptar las medidas precisas, en el ámbito de sus competencias, para que los currículos se impartan en los términos en que se establecen en esta orden.

Tercero.-La presente orden entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial del Estado.

Madrid, 6 de junio de 2007.-La Ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera Calvo-Sotelo.

ANEXO I

Educación Infantil

Introducción

La formación religiosa y moral católica pretende contribuir a la formación integral del alumno, desarrollando especialmente su capacidad trascendente, facilitándole una propuesta de sentido para su vida e iluminando el fundamento de aquellos valores comunes que hacen posible una convivencia libre, pacífica y solidaria.

Es propio de la enseñanza religiosa su preocupación por la calidad de la educación que se imparte desde la infancia. En esta edad tan crucial para el posterior desarrollo de su personalidad, es cuando el niño comienza a comprender el mundo que le rodea y a relacionarse con él. En este proceso, que se desarrolla en el seno de la familia, lo afectivo ejerce un papel relevante y se constituye en camino para el aprendizaje. El sentido transcendente de la vida -capacidad básica del individuo- está enraizado en lo más profundo del ser, y el niño puede reconocerlo, según los niveles de aprendizaje propios de cada edad, en los símbolos y signos de su entorno, en las experiencias religiosas de sus mayores, en la cultura que se transmite en la escuela. No podría existir una formación integral si no se desarrollasen todas las capacidades inherentes al ser humano, entre las cuales se encuentra constitutivamente la capacidad transcendente. La enseñanza religiosa pretende contribuir así a la calidad de la educación, con la propuesta y desarrollo de los conocimientos, valores y actitudes que conforman su currículo.

Esta formación religiosa y moral católica cuenta con una larga tradición en el sistema educativo español y, respondiendo a razones profundas de la institución escolar y a derechos humanos reconocidos por la Constitución española, está garantizada actualmente por el Acuerdo suscrito entre el Estado español y la Santa Sede sobre Enseñanza y Asuntos Culturales, firmado el 3 de enero de 1979, en el cual se establecen los principios que hacen posible las garantías constitucionales.

La enseñanza religiosa católica en la Educación Infantil, parte de la experiencia del niño en esta edad de 3 a 6 años en referencia a tres grandes ámbitos: la identidad y autonomía personal, el descubrimiento del medio físico y social, y la comunicación y representación de la realidad. Estos tres ámbitos de experiencia no son tratados de forma fragmentada o independiente unos de otros, sino en mutua relación e interdependencia. La experiencia religiosa del niño crece a la vez que se desarrolla su autonomía e identidad personal en relación con el medio.

La enseñanza religiosa católica pretende acercar al niño a las claves principales de la fe cristiana, ayudarle a descubrir esta experiencia en su entorno, y a que él mismo desarrolle sus facultades de expresión y se inicie en los elementos primeros que facilitan la comunicación con Dios. La síntesis del mensaje cristiano que se presenta en el currículo fundamenta y motiva los valores y actitudes básicos, favorece los hábitos de comportamiento, y contribuye también al desarrollo de destrezas y habilidades que se ejercitan en los tres ámbitos de experiencia enunciados. Para ello, este currículo se vale de los elementos cristianos presentes en el entorno del alumno, las imágenes y símbolos, el lenguaje y otros recursos que hacen posible la comprensión de la experiencia religiosa adecuada a esta edad.

Conforme a las competencias establecidas en el citado Acuerdo internacional y reconocidas en la disposición adicional segunda de la Ley Orgánica de Educación 2/2006, de 3 de mayo, corresponde a la Conferencia Episcopal Española fijar el currículo del área de Religión y Moral católica.

Objetivos:

Al finalizar la educación infantil se pretende que el/la niño/a sea capaz de:

1. Descubrir y conocer el propio cuerpo, regalo de Dios, promoviendo la confianza y el desarrollo de sus posibilidades personales.

2. Observar las manifestaciones del entorno familiar, social y natural que expresan la vivencia de la fe católica para sentirse miembro de la comunidad religiosa a la que pertenece.

3. Observar y describir elementos y relatos religiosos cristianos que permitan al niño desarrollar los valores y actitudes básicas de respeto, confianza, alegría y admiración.

4. Expresar y celebrar las tradiciones, fiestas y aniversarios más importantes, ejercitando las primeras habilidades motrices, para relacionarse con los demás y para acceder a la oración, los cantos de alabanza y el sentido de las fiestas religiosas.

5. Favorecer la realización de actividades que promuevan la participación, la cooperación y la generosidad como medio de expresar el amor de Dios y la fraternidad.

6. Descubrir que los cristianos llaman Padre a Dios Creador de todas las cosas, y saben que está con todos nosotros, nos quiere y perdona siempre.

7. Conocer que Jesús nació en Belén y es amigo de todos y nos quiere, murió por nosotros y resucitó para estar con nosotros.

8. Descubrir que la Virgen María es la Madre de Jesús y también Madre de todos los cristianos, que forman una gran familia.

9. Respetar a las personas y cosas de su entorno, cuidarlas y preocuparse de ellas, como Jesús ha hecho y nos enseñanza a hacer.

Contenidos:

1. El cuerpo humano obra de Dios Creador con la colaboración de los padres. La diferenciación sexual (niño-niña) como don recibido de Dios.

2. Valoración de la salud como regalo de Dios. Medios que Dios nos ofrece para conservar la salud: la cercanía de las personas que nos atienden y quieren, alimentos, vestido y limpieza.

3. La creación, obra de Dios y regalo a sus hijos. Dios pide colaboración y respeto en el cuidado y uso de la naturaleza y de las cosas. Gratitud y admiración por la creación.

4. Los símbolos religiosos: la luz, el agua, la sal y el aceite.

5. Dios es nuestro Padre, nos cuida y nos invita a servir a los demás.

6. Dios habla. La Biblia, el libro santo de los cristianos. Admiración y cuidado del libro que contiene la palabra de Dios.

7. Algunos textos importantes que se refieren, sobre todo, a Jesús y María (Padre Nuestro, Ave María y algunas expresiones religiosas de nuestra tradición cristiana).

8. Algunas palabras significativas para los cristianos: Dios Padre, Jesús, el Hijo de Dios y amigo nuestro, la Virgen María madre de Jesús y madre nuestra, la Iglesia.

9. El amor de Jesucristo. Relatos del nacimiento, vida, muerte y resurrección de Jesús.

10. Jesús cuida de las personas y se preocupa por ellas. Algunos pasajes del evangelio: la oveja perdida, las bodas de Caná, Jesús y los niños.

11. El diálogo con Dios: la oración del cristiano. El hombre con Dios para escucharle, pedirle ayuda y darle gracias.

12. Dios quiere que nos amemos como Él no ama. Las actividades diarias como medio para construir la vida familiar y las relaciones con los demás, según el plan de Dios.

13. La manifestación del amor cristiano en gestos concretos: saludar, ayudar, compartir las cosas, perdonar y ser perdonados, y ayudar a los compañeros.

14. La familia, lugar de descubrimiento y experiencia religiosa y cristiana. Somos los hijos de Dios y parte de su familia, la Iglesia. Expresiones de agradecimiento y alegría por pertenecer a una familia.

15. El comportamiento con los amigos, los compañeros de la escuela y las personas del entorno.

16. Valor del domingo como fiesta del Señor resucitado. Principales fiestas cristianas. El canto como expresión religiosa de alabanza, alegría y gratitud.

17. Vocabulario, imágenes y edificios religiosos cercanos al niño.

Criterios de evaluación:

Los criterios en la educación infantil pretenden ser para el profesor de religión algunos indicadores en la evaluación continua y observación de los niños para poder reconducir su propio aprendizaje. Conocer al niño y ayudarle en su crecimiento es el criterio esencial. Cualquier evaluación que se pretenda en esta etapa deberá realizarse globalmente con las mutuas observaciones e informaciones de los restantes ámbitos de experiencia.

1. Saber observar los referentes religiosos de su entorno.

2. Saber el significado de las palabras con sentido religioso más usuales en su propio vocabulario.

3. Respetar los signos y símbolos religiosos de su entorno.

4. Familiarizarse con una primera síntesis de fe.

5. Adquirir el gusto por el buen obrar.

6. Apreciar los valores cristianos que facilitan la convivencia.

ANEXO II

Educación Primaria

Introducción

La Ley Orgánica de la Educación 2/2006, de 3 de mayo, tiene en cuenta en la disposición adicional segunda el derecho de los padres a la formación religiosa y moral de sus hijos, según sus convicciones, estableciendo que la enseñanza de la religión se incluirá como área o materia en los niveles educativos que corresponda. Los Decretos de Enseñanzas Mínimas desarrollan dicha disposición adicional 2.ª en cuanto a su presencia curricular y condiciones académicas; así mismo, corresponde a la Jerarquía eclesiástica determinar el currículo propio de la enseñanza religiosa católica.

En este marco, la enseñanza de la religión y moral católica se presenta como opción libre para los alumnos y obligatoria para los centros.

La enseñanza religiosa contribuye a la calidad de la educación que preconiza la LOE desde la propuesta y desarrollo de unos conocimientos, valores y actitudes que conforman su propio currículo. Lo hace desarrollando especialmente la capacidad trascendente del alumno, facilitándole una propuesta de sentido último para su vida e iluminando el fundamento de aquellos valores comunes que hacen posible una convivencia libre, pacífica y solidaria.

No podría existir una formación integral y, por tanto, una educación de calidad, si no se desarrollasen todas las capacidades inherentes al ser humano, entre las cuales se encuentra constitutivamente la capacidad transcendente. Esta capacidad básica del individuo, adquiere su auténtico cumplimiento en la búsqueda del sentido último de la vida. Enraizada en lo más profundo del ser, el alumno va descubriéndola -teniendo en cuenta los niveles de aprendizaje propios de cada edad- en los símbolos y signos de su entorno, en el progreso y humanización del propio ser humano, en el lenguaje narrativo de la Biblia, en los modelos cristianos de identificación y, particularmente, en la persona de Jesucristo y su presencia en la comunidad cristiana.

La formación religiosa y moral católica cuenta con una larga tradición en el sistema educativo español y, respondiendo a razones profundas de la institución escolar y a derechos humanos reconocidos por la Constitución española, está garantizada actualmente por el Acuerdo suscrito entre el Estado español y la Santa Sede sobre Enseñanza y Asuntos Culturales, firmado el 3 de enero de 1979, en el cual se establecen los principios que hacen posible las garantías constitucionales.

El currículo de la enseñanza de la religión católica es una síntesis básica y global del mensaje cristiano, adecuada a la edad del alumno, a las exigencias epistemológicas de la materia, a las expresiones culturales del entorno y a las demandas didácticas del sistema educativo. Junto con las otras opciones del área de Religión, se enmarca en un contexto histórico y social, incluye parte del gran acervo cultural y artístico que emana de la fe católica y de otras confesiones, y posibilita el análisis comparado de los contenidos y líneas básicas de las grandes religiones vigentes. Con todo, la enseñanza religiosa católica se desarrolla especialmente en cuatro grandes dimensiones:

La dimensión cultural e histórica está presente en la enseñanza religiosa, dado que el patrimonio cultural, histórico y antropológico-axiológico que gran parte de las sociedades reciben del pasado está vertebrado por contenidos religiosos. En este sentido, la Religión católica ha dado sus frutos en el arte, en los sistemas de significación moral, en la creación popular y en la acción social. Por ello, el currículo de la opción confesional católica enseña la incidencia que el cristianismo -en sus contenidos doctrinales y sus formas históricas- ha tenido y tiene en la cultura española y europea.

La dimensión humanizadora de la opción católica constituye una aportación eficaz en la maduración de la personalidad integral del alumno, enraizando los mismos objetivos del sistema educativo en un núcleo referencial de ideas, valores y creencias que permiten al alumno dar respuesta a sus interrogantes más radicales, haciendo a su vez posible la formación de hombres y mujeres conscientes, críticos, libres y creadores. La formación religiosa católica aporta de esta manera una cosmovisión que hace posible la apertura hacia el fundamento y el sentido último de la vida y, por tanto, al sentido de la ciencia, de la cultura y de la identidad misma de la persona humana. Se trata de afrontar las grandes preguntas que el alumno se plantea y ayudarle a encontrar las respuestas que podrá asumir como opción libre y personal. Es finalidad de la escuela que los alumnos logren su desarrollo personal; lo que no es posible sin una conveniente fundamentación y orientación hacia un significado último y global de la existencia.

La dimensión ético-moral explicita las exigencias morales que conlleva el mensaje cristiano. En la religión católica se ofrece una determinada manera de ver la vida, en cuya base se encuentra un concepto de hombre, un núcleo referencial de ideas y creencias, y la propuesta de una escala de principios y valores. La enseñanza religiosa católica expone, fundamenta y jerarquiza los valores y virtudes capaces de educar la dimensión moral y social de la personalidad del alumno, en orden a hacer posible la maduración en la responsabilidad, el ejercicio de la solidaridad y de la caridad. Todo ello, como expresión coherente del conocimiento de Dios revelado en Jesucristo.

La opción religiosa católica se presenta en el ámbito escolar, en su estructura epistemológica o disciplinar, con el carácter científico con el que, en la cultura universitaria, se abordan las ciencias de la religión y la teología. Sus contenidos son saberes con una fundamentación y una metodología científica propia, implantados con rigor y tradición en los Estados de nuestro entorno cultural. Su estatuto epistemológico original entra en el ámbito educativo en confrontación y diálogo con aquellos otros tipos de saberes y racionalidad que operan en la escuela.

Contribución del área de religión y moral católica a la adquisición de las competencias básicas

La enseñanza de la religión católica en la escuela se atiene a la finalidad propia de ésta, que es la formación plena del alumno mediante los sistemas propios de aprendizaje que se concretan en el currículo y su desarrollo. Contribuye a la calidad de la educación desde la propuesta y desarrollo de unos conocimientos, valores y actitudes que conforman su propio currículo. Lo hace desarrollando especialmente la capacidad trascendente del alumno, facilitándole una propuesta del sentido último para su vida e iluminando el fundamento de aquellos valores comunes y propios de esta enseñanza que hacen posible una convivencia libre, pacífica y solidaria.

Las propuestas de la enseñanza religiosa católica constituyen en si mismas una cosmovisión del mundo, de la vida y del ser que hacen posible la formación integral. Todo ello se realiza mediante la presentación sistemática, orgánica y científica del mensaje, vida y persona de Jesucristo, presente en su Iglesia, avalada por la Tradición y el Magisterio de la Iglesia, trasmitida a través de la acción educativa del profesor con su preparación científico-técnica y su testimonio cristiano.

A su vez, las aportaciones de esta enseñanza hacen posible, como oferta libre, una manera de ser y de vivir en el mundo, de tal manera que los principios, valores y actitudes que generan los elementos básicos del cristianismo ayudan al alumno a situarse lúcidamente ante la tradición cultural y, por ende, a insertarse críticamente en la sociedad.

Con todo, las competencias básicas, como son la interpersonales, interculturales, sociales y cívicas y la comunicación lingüística adquieren en este área elementos básicos para su adquisición a lo largo de la enseñanza obligatoria.

En lo que se refiere a la Educación Primaria -etapa en la que el niño comienza a tener conciencia refleja de sus propias acciones percibiéndose cada vez más como individuo-, el alumno se enfrenta por primera vez a la urgente necesidad de realizar el descubrimiento de su propia identidad. Este proceso está muy condicionado por los modelos culturales que los adultos encarnan, modelos que influyen en la vida cotidiana de los niños, en sus juegos y en sus acciones creativas.

Precisamente una de las funciones de la enseñanza escolar católica en esta etapa es la presentación de los modelos cristianos de identificación. Éstos se encuentran en las figuras bíblicas más destacadas de la historia de la salvación, en las acciones y vivencias de la comunidad cristiana y sobre todo en la persona, vida y palabra de Jesucristo.

Su inseguridad, propia de una edad temprana, está demandando modelos de vida auténticos en el proceso de maduración de su personalidad. La enseñanza religiosa católica va a insistir en la propuesta explícita de la persona de Jesucristo, los principios que de Él dimanan, los valores que genera y las actitudes que brotan a fin de que los alumnos reflexionen seriamente acerca de la conducta personal y social.

Ello exige una información sólida sobre el hecho religioso y, en concreto, en cuanto a esta asignatura compete, una exhaustiva presentación del hecho religioso conformado en la religión católica.

La formación religiosa se desarrolla en la escuela en un diálogo autentico con la realidad cultural, informando sobre la relación e influjo mutuo entre la cultura occidental y el hecho religioso cristiano; juzgando y criticando esa cultura -compuesta por ideas, principios, valores, modos de vida- a la luz del Evangelio, que en su perenne actualidad ilumina lo más profundo del ser humano y proyecta una libre y crítica postura ante la cultura emergente.

Si bien la enseñanza religiosa está presente y ayuda a la conformación de las competencias fijadas en los RR. Decretos de enseñanzas mínimas, teniendo en cuenta que las competencias básicas son aquellas que sustentan la realización personal, la inclusión social y la ciudadanía activa, algunas de ellas tienen una especial relación con la acción educativa de la religión católica, e incluso, podría afirmarse que otras, si se prescinde de la realidad religiosa, carecerían de elementos importantes para su adquisición y desarrollo. Entre otras proponemos las siguientes:

1. Competencia en comunicación lingüística. La enseñanza religiosa católica aporta elementos básicos en cuanto al logro de la competencia en comunicación lingüística pues se sirve del lenguaje académico, de aquellos lenguajes que conforman la cultura que se trasmite en el área de religión, así como de los lenguajes de la propia enseñanza religiosa.

El diálogo de la fe con la cultura contribuye a la competencia en comunicación lingüística, en la medida en que exige ejercitarse en la escucha de la palabra de Dios, la exposición de sus contenidos y aplicación a la cultura y a las distintas formas de vida social, así como a la argumentación adecuada a esta edad y siempre presente en la enseñanza religiosa.

Por otra parte, es propio de la enseñanza religiosa católica la utilización de los diversos modos de comunicación que la acción de Dios sobre el hombre ha utilizado. Su revelación es rica en distintos lenguajes. Así, el lenguaje bíblico y su riqueza de expresión y simbología, el lenguaje doctrinal y su precisión conceptual, analítica y argumental, el lenguaje litúrgico y su cercanía al lenguaje de los símbolos del pueblo cristiano, el lenguaje, en fin, testimonial que hace posible la transmisión vital de lo creído.

Todo ello es imprescindible para la comprensión del lenguaje en todas las lenguas de la cultura occidental. La enseñanza religiosa hace posible una verdadera comunicación lingüística, al utilizar los distintos lenguajes en su expresión verbal o escrita, explícitos e implícitos en fuentes diversas. Finalmente, el análisis de hechos sociales que se presentan en la clase de religión, como elementos motivadores de la realidad evangélica, posibilitan el enriquecimiento del vocabulario.

2. Competencia social y cívica. Con relación a la competencia social y cívica donde se integran elementos esenciales para la humanización, personales, interpersonales e interculturales y recogen todas las formas de comportamiento que preparan a las personas para participar de una manera eficaz y constructiva en la vida social y profesional. La enseñanza religiosa católica expone, fundamenta y jerarquiza los valores y virtudes que contribuyen a educar la dimensión moral y social de la personalidad del alumno, en orden a hacer posible la maduración en la corresponsabilidad, el ejercicio de la solidaridad, de la cooperación, la libertad, la justicia y de la caridad. Todo ello, como expresión coherente del conocimiento de Dios revelado en Jesucristo.

Se trata del ser personal en coherencia con las convicciones propias libremente asumidas; es decir, a prender a ser motivando y recreando lo verdaderamente humano en la formación plena del alumno. En este sentido, el desarrollo del ser entero del hombre, de las capacidades de su mente y de su corazón, de las potencialidades que le configuran y que desbordan las expectativas puramente materiales y funcionales, fundamentan y dan sentido a la acción social y cívica del alumno. La enseñanza religiosa en este cometido incide substancialmente en el descubrimiento y desarrollo de la verdadera humanización, capaz de hacerle competente en la acción social.

Con ello estamos fundamentando uno de los valores básicos, su dignidad como ser humano, como hijo de Dios. El alumno necesita, ya en estas edades, especialmente motivaciones para amar, para construir la personalidad más humana, para ilusionarse en proyectos de vida altruista y desinteresada. El testimonio de hombres y mujeres santos en toda la historia constituye un referente continuo para la autoasimilación de los valores más genuinamente cristianos. De esta forma la enseñanza religiosa educa en la iniciativa personal y autónoma de los alumnos por el bien y la verdad.

En consecuencia, se contribuye directamente a la dimensión moral de la persona favoreciendo que los alumnos y alumnas reconozcan la raíz de su propio ser y sus mismos comportamientos. Ello conlleva mejorar las relaciones interpersonales basadas en principios y valores que emanan de la persona de Cristo y ayuda en consecuencia a afrontar las situaciones de conflicto mediante el diálogo, el perdón y la misericordia, valores genuinamente cristianos.

En lo más profundo del ser cristiano surge el gran valor de la fraternidad universal. De ahí que las mínimas exigencias éticas de convivencia, participación, conocimiento de la diversidad y de las situaciones de discriminación e injusticia, estén fundamentadas y sean consecuencias de la fe cristiana. Los valores del respeto, cooperación, solidaridad, justicia, no violencia, compromiso y participación tienen su fundamentación y referencias cristianas en la filiación por el amor de Dios, el amor, la fraternidad, la justicia, la misericordia, el perdón, la donación de sí mismo, la entrega total a favor de los pobres.

3. Competencia cultural y artística. La contribución a la competencia cultural y artística se relaciona con sus aspectos de conocimiento y valoración de toda la expresión artística, plástica, histórica, simbólica, lingüística, de costumbres, ritos, fiestas, valores y modos de vida impregnados de cristianismo desde su origen y su desarrollo actual, como manifestación del hecho religioso. El alumno no sólo va a conocer, sino que podrá comprender y asumir los valores que conlleva el conocimiento del hecho religioso en su expresión artística, cultural y estética, teológica y vivencial.

La cultura y la historia europea occidental, y la propia historia y cultura española, no pueden ser comprendidas y asumidas si se prescinde del hecho religioso presente siempre en la historia cultural de los pueblos. Es conocido por todos que la maduración de la personalidad humana se realiza dentro de la tradición cultural donde crece y se sustenta. Esta maduración se realiza en un mundo cada vez más complejo y de mayor contraste cultural y de presencia, respeto y diálogo de culturas.

La religión y moral católica presenta el acontecimiento cristiano en diálogo con la cultura, incorporando orgánicamente el saber de la fe en el conjunto de los demás saberes. Con ello el alumno adquiere una valoración crítica de la cultura a la luz del evangelio, motivando al mismo tiempo el aprecio de la propia cultura y la estima adecuada de otras tradiciones culturales y religiosas. En el currículo de la religión católica están presentes también los elementos esenciales que definen las demás grandes religiones.

La enseñanza religiosa católica no sólo aporta a la competencia cultural y artística unos conocimientos del arte y cultura con referencia religiosa y unas destrezas, sino también el sentido y profundidad de su presencia que remite a una manera concreta de ver la vida, de expresarla y de vivir desde la aportación cristiana a la cultura. Con ello contribuye también a la conservación y valoración del patrimonio cultural.

4. Competencia de aprender a aprender. La Religión católica contribuye igualmente al desarrollo de la competencia de aprender a aprender, fomentando las capacidades a través de la educación, el impulso del trabajo en equipo, la síntesis de la información y opinión.

Así mismo, la enseñanza religiosa ayuda a los alumnos a ser protagonistas de su propio aprendizaje como respuesta a la voluntad de Dios de que el ser humano colabore activa y libremente con el plan por Él establecido. Por ello, aprender a aprender conlleva no sólo una propuesta consensuada de sentimientos, valores y actitudes, sino un marco de referencia aceptado voluntariamente según sus convicciones, que ha de ser crisol en la búsqueda de la verdad y del bien.

5. Competencia de autonomía e iniciativa personal. En cuanto a la autonomía e iniciativa personal la enseñanza religiosa católica se imparte en el campo específico de la escuela, cuyo objetivo irrenunciable formar a la persona desde dentro, liberarla de todo lo que le impide vivir libremente conlleva su efectiva referencia a una determinada visión del hombre y a su sentido último, para afirmarlo, negarlo o prescindir de él.

Es finalidad fundamental del quehacer de la escuela que los alumnos descubran su identidad personal, pero esto no será posible sin una apertura al significado último y global de su existencia humana. La autonomía e iniciativa personal no podrá realizarse en el alumno si no comienza ya a adiestrarse en el conocimiento de sí mismo, en su ser más profundo, en sus potencialidades, en su dignidad y en su sentido. La formación religiosa católica aporta de esta manera una cosmovisión que hace posible la apertura hacia el fundamento y el sentido último de la vida y, por tanto, al sentido de la ciencia, de la cultura y de la identidad misma de la persona humana.

La enseñanza religiosa católica no se reduce a una enseñanza de valores; se dirige a la persona concreta en sus raíces, en sus posibilidades humanas de acción y de servicio y, sobre todo, se dirige al ser humano en su finalidad trascendente. Todo ello conlleva el ofrecimiento del Evangelio de salvación de Jesucristo, para que, una vez conocido, surja la humanidad nueva hecha de hombres nuevos conforme al designio de Dios. Por eso la enseñanza ha de proponer a Jesucristo como camino que nos conduce a la verdad y a la vida y ha de hacerse desde la convicción profunda que procede de la Iglesia que confiesa, celebra y vive la fe en Jesucristo, y, en consecuencia, mediante la forma propia y más coherente de transmitir esa fe de la Iglesia: el testimonio.

En la contribución al desarrollo personal del alumno, la religión es generadora de valores y de integración social. La religión colabora en esta competencia entregando al alumno las virtualidades necesarias para crear las disposiciones y actitudes que favorecen la inserción social. La autonomía del individuo cristiano viene precisamente favorecida por la apertura a una visión totalizante del mundo y de la realidad, una cosmovisión que hace posible la formación integral del alumno frente a visiones parciales y determinantes de la libertad propia.

Desde los procedimientos del área se favorece esta competencia básica desarrollando iniciativas y atiende especialmente a que los alumnos y alumnas construyan un juicio moral basado en los principios, valores y actitudes que genera el mismo evangelio.

6. Competencia en el conocimiento e interacción con el mundo físico. La religión católica contribuye al desarrollo de la competencia en el conocimiento e interacción en el mundo físico a través de la doctrina social de la Iglesia, iluminando las respuestas y las soluciones a los problemas que surgen en la interacción del ser humano con el medio físico y con sí mismo. También contribuye a la valoración ética del uso de la ciencia y de la tecnología.

A su vez apoya y da sentido a las habilidades y destrezas relacionadas con la ecología que se adquieren desde esta competencia. El cristiano entiende la naturaleza como creación de Dios, por lo que la valora, la cuida y fomenta.

Todas las aportaciones a las distintas competencias pueden ser agrupadas y definidas en cuanto a la aportación religiosa como un desarrollo de la capacidad trascendente de la persona, es decir su aportación espiritual y religiosa. Ello le capacita para dar sentido a su vida. A este objeto, conforman la capacidad trascendente:

La apertura de la razón a la búsqueda de la verdad en la superación de todo itinerario racional reductivo, la capacidad de dejarnos confrontar e interpelar por la llamada a la libertad y a la felicidad verdadera, el empeño en el diálogo de la fe y la razón, de la fe y la cultura, la atención a la capacidad innata para dinamizar la inteligencia y llamar a la razón humana a la búsqueda de «algo más», de la identidad propia del ser humano, la capacidad de ser y estar junto a los otros desde la fraternidad, el amor y la misericordia, el ansia de infinito, el anhelo de Dios y la planificación del ser en la vida eterna... son, entre otros, objetivos y elementos fundamentales en el desarrollo de las competencias antes descritas.

Conforme a las competencias establecidas en el citado acuerdo internacional y reconocidas en la disposición adicional segunda de la Ley Orgánica de educación, 2/2006, de 3 de mayo, corresponde a la Conferencia Episcopal Española fijar el currículo del área de Religión y Moral Católica.

Objetivos:

Al finalizar la Educación Primaria se pretende que el/la alumno/a sea capaz de:

1. Conocer los aspectos básicos de las religiones ya desaparecidas relacionándolas con el cristianismo.

2. Reconocer a los fundadores y algunos elementos distintivos de las grandes religiones vigentes, en su respuesta a las preguntas básicas sobre el sentido de la vida y el compromiso de los creyentes.

3. Conocer la Biblia, su estructura y sentido, identificando algunos textos básicos como Palabra de Dios.

4. Descubrir la acción de Dios en la naturaleza y en la persona, como fundamento y fuente de los valores básicos del ser humano.

5. Identificar algunos personajes fundamentales de la Historia de la salvación y su respuesta de fe, descubriendo el valor central de la persona de Jesucristo y la respuesta de fe de la Virgen María.

6. Valorar la novedad del amor de Dios que nos salva del pecado y de la muerte, por su Hijo Jesucristo y a través de la vida y acción salvífica de la Iglesia, Cuerpo de Cristo.

7. Identificar el significado de algunos acontecimientos, formulaciones, expresiones y textos básicos del mensaje cristiano, que faciliten la comprensión de la vida del Espíritu Santo en el mundo y en la Iglesia.

8. Identificar la Iglesia en sus manifestaciones, conocer la presencia de Dios y su gracia en los sacramentos, y el servicio eclesial prestado por los apóstoles y sus sucesores.

9. Comprender y distinguir el sentido sagrado, festivo, cultural y celebrativo de las fiestas y sus ritos en las religiones monoteístas, relacionándolas con los aspectos culturales y celebrativos de la liturgia.

10. Analizar la jerarquía de valores, actitudes y normas que conforman el ser cristiano, y aplicarlos a las distintas situaciones de la vida.

11. Valorar que la fe cristiana implica asumir responsabilidades, conocer y comprender la raíz y el sentido de la acción y del compromiso cristiano, y mantener una actitud de tolerancia y respeto ante los sistemas éticos de las distintas religiones.

12. Conocer, valorar y respetar el patrimonio religioso, artístico y cultural, que se manifiesta a través del lenguaje simbólico e icónico de la arquitectura, pintura, literatura, música y liturgia, como expresión de la fe católica y de otras religiones.

13. Descubrir que el destino eterno del hombre empieza aquí como don que surge de la victoria de Cristo sobre la muerte.

Primer ciclo

Contenidos:

1. La creación del ser humano y del mundo, obra admirable de Dios y tarea para el hombre.

2. Estructura y sentido de la Biblia, palabra de Dios.

3. Manifestación de Dios Padre, creador y misericordioso, en la Biblia.

4. La respuesta del hombre a Dios. El valor de la oración como relación con Dios. Significado del templo y las imágenes.

5. Dios quiere la felicidad del ser humano. Su amor y providencia.

6. Dios muestra su amor. La intervención salvadora de Dios en la historia del pueblo de Israel, asumida por la Tradición cristiana.

7. El amor de Dios es fuente de verdad y bondad para los que creen.

8. Los mandamientos, expresión de la ley natural y del amor de Dios. Regla de conducta humana y cristiana.

9. Dios envía a su Hijo Jesucristo para la salvación de los pecados de los hijos. Jesucristo camino, verdad y vida.

10. Principales enseñanzas de la vida de Jesús narradas en los Evangelios. Las parábolas.

11. Dios manifiesta su amor con la muerte de su Hijo. Última cena, Pasión, Muerte y Resurrección. Dios se queda con nosotros: el Espíritu Santo.

12. Formamos la gran familia de los hijos de Dios, la Iglesia, que se reúne para celebrar el amor de Dios.

13. Las fiestas y celebraciones del año litúrgico. El sentido de la fiesta cristiana: Dios con nosotros. Significado de las fiestas marianas más importantes.

14. Significado y sentido de algunos símbolos religiosos en las celebraciones: el agua, el fuego, la luz, el aceite, los gestos, la música.

15. Los ritos como expresión de la relación con Dios. El culto cristiano.

16. El cristiano espera la gran fiesta del cielo.

Criterios de evaluación:

1. Describir y respetar las distintas prácticas religiosas y su sentido: la oración, el culto y el compromiso.

2. Saber localizar una cita bíblica.

3. Reconocer en algunos textos bíblicos sobre la creación la bondad y paternidad de Dios.

4. Apreciar el amor de Dios al hombre desde la naturaleza y su presencia junto a nosotros.

5. Distinguir algunos personajes bíblicos significativos y su respuesta de fe, con especial atención a la figura de la Virgen María y a la persona de Jesús como digno de imitación.

6. Sacar conclusiones de algunas parábolas básicas en la enseñanza de Jesucristo.

7. Señalar la relación del creyente con Dios en algunos textos bíblicos.

8. Comprender que Cristo nos muestra su amor presentándose como camino para llegar a Dios, muriendo por nosotros, perdonándonos y enviándonos su Espíritu.

9. Reconocer que la Iglesia es la familia de los hijos de Dios.

10. Identificar el significado de los símbolos cristianos y del templo, y reconocer la raíz celebrativa de la fiesta cristiana.

11. Comprender y respetar que el domingo es el Día del Señor.

12. Saber situar algunos símbolos religiosos en la fiestas de su entorno.

13. Saber aplicar los mandamientos de la ley de Dios a la vida cotidiana.

14. Relacionar el final feliz de las parábolas de las bodas y la gran fiesta del cielo.

Segundo ciclo

Contenidos:

1. Dios es creador. El mundo y la vida como don de Dios en la Biblia. Algún relato sobre el origen del mundo en la antigüedad.

2. La acción salvadora de Dios a través de los patriarcas y Moisés en el pueblo judío. Sentido salvífico y compromiso con el hombre en el Judaísmo, Cristianismo e Islam.

3. La promesa de salvación que Dios hace al hombre se cumple en la persona de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.

4. Significado de la vida de Jesús en cuanto entrega personal y compromiso con todos los hombres.

5. El pecado del hombre como ruptura con Dios, con los demás y consigo mismo.

6. El perdón de Dios y su misericordia. Los milagros de Jesús.

7. La victoria sobre el pecado y la muerte. Jesucristo, el Mesías, el Salvador, ha resucitado y vive para siempre.

8. La fe y el seguimiento, respuesta a Jesucristo. El mandamiento del amor.

9. El nacimiento de la Iglesia. El Espíritu Santo es quien da vida. Manifestaciones de los vínculos internos que unen a los miembros de la Iglesia.

10. La Iglesia, el Cuerpo de Cristo.

11. La salvación de Dios a través de los sacramentos de la Iglesia. Los sacramentos de la Iniciación y Reconciliación.

12. La Eucaristía origen y meta de la vida cristiana.

13. La Virgen María, Madre de la Iglesia. Sentido de las advocaciones.

14. Comparación entre las principales expresiones artísticas de las religiones monoteístas. Identificación de la fe del autor y de la comunidad.

15. La vida que Dios da dura para siempre.

Criterios de evaluación:

1. Distinguir a los fundadores de las religiones monoteístas, comparándolos entre sí en los aspectos concernientes a su relación con Dios, su compromiso con el hombre y su acción salvífica.

2. Verificar la acción salvadora de Dios a través de los personajes bíblicos, y su plenitud en Jesucristo.

3. Reconocer el amor de Dios al crearnos a su imagen y adoptarnos como hijos.

4. Identificar algunos hechos y palabras de Jesús que muestran el amor de Dios al hombre.

5. Situar las acciones salvíficas de Jesús en las referencias bíblicas sobre sus milagros, su muerte y resurrección.

6. Comprender que el pecado rompe la relación con Dios, que Jesucristo la restablece con su muerte y resurrección, y que el amor de Dios dura para siempre.

7. Explicar que la fe y las obras son respuestas al amor de Dios, manifestado en Jesucristo.

8. Distinguir y relacionar los sacramentos de la Iniciación, la Reconciliación y la Eucaristía.

9. Explicar la nueva vida que surge por el Bautismo y se alimenta en la Eucaristía.

10. Saber describir a la Iglesia como Cuerpo de Cristo.

11. Razonar que quien une a los miembros de la Iglesia es el Espíritu Santo.

12. Reconocer en las distintas advocaciones de María a la Madre de Dios y Madre nuestra.

13. Aplicar a algunas obras artísticas y gestos litúrgicos los contenidos básicos de la fe cristiana y de otras religiones.

14. Explicar el significado de algunos textos evangélicos que hagan referencia a la vida eterna.

Tercer ciclo

Contenidos:

1. La estructura de la religión. El concepto de Dios y de hombre. Origen y destino del hombre. Las mediaciones.

2. Manifestaciones de la estructura del fenómeno religioso en la antigüedad (Mesopotamia, Egipto, Grecia y Roma).

3. Las respuestas a las grandes preguntas del ser humano en el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam. El sentido y alcance de la fe y las buenas obras.

4. El ser humano, el sentido de su vida y su salvación en el Hinduismo y el Budismo.

5. La dignidad del ser humano creador por Dios Padre. Los derechos humanos.

6. Relatos del Nuevo Testamento en que los testigos acreditan que Jesucristo es Hijo de Dios y verdadero hombre.

7. Jesucristo, Salvador y Redentor del pecado y de la muerte.

8. Jesucristo, plenitud del hombre.

9. La presencia de la Virgen María en el Evangelio y en los Hechos de los Apóstoles.

10. El hombre nuevo y la ley del Espíritu. El amor de Dios y el amor al prójimo.

11. El ser humano responsable de sus actos. El valor de la conciencia, la verdad, la libertad y la voluntad.

12. Los sacramentos para el crecimiento y propagación del Pueblo de Dios: Orden sacerdotal y Matrimonio.

13. Jesús llama y envía a sus discípulos por todo el mundo para continuar su obra de salvación. La venida y presencia del Espíritu Santo. La expansión de la Iglesia.

14. La Iglesia, nuevo Pueblo de Dios. Manifestaciones de la estructura jerárquica de la Iglesia. El Papa, los Obispos, los Sacerdotes, la Vida Consagrada. La Iglesia Universal y la Iglesia diocesana.

15. La Iglesia en el mundo actual. Significado y sentido de las notas de la Iglesia. Mapa de las grandes religiones en el mundo de hoy.

16. Respeto a las convicciones religiosas como condición mínima para la convivencia.

17. Compromiso y solidaridad con el mundo de hoy: manifestaciones en la Iglesia y en otras religiones.

18. Las fiestas del pueblo de Dios. Su valor comunitario y rememorativo. El encuentro con Dios a través de las fiestas.

19. Manifestaciones de la presencia de Dios en la cultura cristiana. Valoración de las expresiones artísticas de las religiones presentes en el entorno.

20. Dios prepara una tierra nueva donde habitará la justicia. La Unción de los enfermos. Las postrimerías del ser humano.

Criterios de evaluación:

1. Saber identificar algunos signos y símbolos representativos del fenómeno religioso en la antigüedad.

2. Relacionar las grandes religiones vigentes, descubriendo sus principales semejanzas y diferencias.

3. Distinguir el sentido último de la vida según las religiones monoteístas.

4. Saber diferenciar las concepciones sobre la salvación del hombre en el Hinduismo y el Budismo.

5. Comentar algunos textos del Nuevo Testamento donde se manifiesta la humanidad y la divinidad de Jesucristo.

6. Describir qué consecuencias tiene en el ser humano el hecho de ser creado y amado por Dios como hijo.

7. Sintetizar los puntos esenciales sobre la salvación del hombre realizada por Jesucristo, y razonar cómo Dios se nos da a través de los sacramentos.

8. Señalar en textos evangélicos el origen de la Iglesia y su finalidad de salvación.

9. Describir la misión de los miembros de la Iglesia como continuidad de la misión de Jesucristo.

10. Especificar el servicio eclesial que los apóstoles y sus sucesores prestan al pueblo de Dios, y distinguir el significado de las palabras apóstol, jerarquía y Colegio Episcopal.

11. Situar y valorar la presencia de la Virgen María en los momentos culminantes de la vida de Cristo, reconociendo que ocupa un lugar especial en la salvación.

12. Razonar el valor de la libertad y la responsabilidad de los propios actos a la luz del Evangelio, y saber aplicar el mandamiento del amor a las situaciones cotidianas.

13. Identificar algunas instituciones de la Iglesia dedicadas a la ayuda a los necesitados.

14. Señalar y respetar los valores de las distintas religiones y su contribución a la cultura.

15. Interpretar el significado trascendente del arte religioso, y distinguir las fiestas civiles de las fiestas cristianas.

16. Resumir la fe de la Iglesia acerca de la vida eterna.

ANEXO III

Educación Secundaria Obligatoria

Introducción

La Ley Orgánica de la Educación, 2/2006, de 3 de mayo, tiene en cuenta en la disposición adicional segunda el derecho de los padres a la formación religiosa y moral de sus hijos, según sus convicciones, estableciendo que la enseñanza de la religión se incluirá como área o materia en los niveles educativos que corresponda. Los Decretos de Enseñanzas Mínimas desarrollan dicha disposición adicional 2.ª en cuanto a su presencia curricular y condiciones académicas aplicando la exclusiva competencia de la Jerarquía eclesiástica para determinar el currículo propio de la enseñanza religiosa católica en nuestro caso.

En este marco, la enseñanza de la religión y moral católica se presenta como opción libre para los alumnos y obligatoria para los centros.

La enseñanza religiosa contribuye a la calidad de la educación desde la propuesta y desarrollo de unos conocimiento, valores y actitudes que conforman su propio currículo. Lo hace desarrollando especialmente la capacidad trascendente del alumno, facilitándole una propuesta de sentido último para su vida e iluminando el fundamento de aquellos valores comunes que hacen posible una convivencia libre, pacífica y solidaria.

No podría existir una formación integral y, por tanto, una educación de calidad, si no se desarrollasen todas las capacidades inherentes al ser humano, entre las cuales se encuentra constitutivamente la capacidad transcendente. Esta capacidad básica del individuo, adquiere su auténtico cumplimento en la búsqueda del sentido último de la vida. Enraizada en lo más profundo del ser, el alumno va descubriéndola -teniendo en cuenta los niveles de aprendizaje propios de cada edad- en los símbolos y signos de su entorno, en el progreso y humanización del propio ser humano, en el lenguaje narrativo de la Biblia, en los modelos cristianos de identificación y, particularmente, en la persona de Jesucristo y su presencia en la comunidad cristiana.

La formación religiosa y moral católica cuenta con una larga tradición en el sistema educativo español y, respondiendo a razones profundas de la institución escolar y a derechos humanos reconocidos por la Constitución española, está garantizada actualmente por el Acuerdo suscrito entre el Estado español y la Santa Sede sobre Enseñanza y Asuntos Culturales, firmado el 3 de enero de 1979, en el cual se establecen los principios que hacen posible las garantías constitucionales.

El currículo de la enseñanza de la religión católica es una síntesis básica y global del mensaje cristiano, adecuada a la edad del alumno, a las exigencias epistemológicas de la materia, a las expresiones culturales del entorno y a las demandas didácticas del sistema educativo. Junto con las otras opciones del área de Religión, se enmarca en un contexto histórico y social, incluye parte del gran acervo cultural y artístico que emana de la fe católica y de otras confesiones, y posibilita el análisis comparado de los contenidos y líneas básicas de las grandes religiones vigentes. Con todo, la enseñanza religiosa católica se desarrolla especialmente en cuatro grandes dimensiones:

La dimensión cultural e histórica está presente en la enseñanza religiosa, dado que el patrimonio cultural, histórico y antropológico-axiológico que gran parte de las sociedades reciben del pasado está vertebrado por contendidos religiosos. En este sentido, la Religión católica ha dado sus frutos en el arte, en los sistemas de significación moral, en la creación popular y en la acción social. Por ello, el currículo de la opción confesional católica enseña la incidencia que el cristianismo -en sus contenidos doctrinales y sus formas históricas- ha tenido y tiene en la cultura española y europea.

La dimensión humanizadora de la opción católica constituye una aportación eficaz en la maduración de la personalidad integral del alumno, enraizando los mismos objetivos del sistema educativo en un núcleo referencial de ideas, valores y creencias que permiten al alumno dar respuesta a sus interrogantes más radicales, haciendo a su vez posible la formación de hombres y mujeres conscientes, críticos, libre y creadores. La formación religiosa católica aporta de esta manera una cosmovisión que hace posible la apertura hacia el fundamento y el sentido último de la vida y, por tanto, al sentido de la ciencia, de la cultura y de la identidad misma de la persona humana. Se trata de afrontar las grandes preguntas que el alumno se plantea y ayudarle a encontrar las respuestas que podrá asumir como opción libre y personal. Es finalidad de la escuela que los alumnos logren su desarrollo personal; lo que no es posible sin una conveniente fundamentación y orientación hacia un significado último y global de la existencia.

La dimensión ético-moral explicita las exigencias morales que conlleva el mensaje cristiano. En la religión católica se ofrece una determinada manera de ver la vida, en cuya base se encuentra un concepto de hombre, un núcleo referencial de ideas y creencias, y la propuesta de una escala de principios y valores. La enseñanza religiosa católica expone, fundamenta y jerarquiza los valores y virtudes capaces de educar la dimensión moral y social de la personalidad del alumno, en orden a hacer posible la maduración en la responsabilidad, el ejercicio de la solidaridad y de la caridad. Todo ello, como expresión coherente del conocimiento de Dios relevado en Jesucristo.

La opción religiosa católica se presenta en el ámbito escolar, en su estructura epistemológica o disciplinar, con el carácter científico con el que, en la cultura universitaria, se abordan las ciencias de la religión y la teología. Sus contenidos son saberes con una fundamentación y una metodología científica propia, implantados con rigor y tradición en los Estados de nuestro entorno cultural. Su estatuto epistemológico original entra en el ámbito educativo en confrontación y diálogo con aquellos otros tipos de saberes y racionalidad que operan en la escuela.

Contribución del área de religión y moral católica a la adquisición de las competencias básicas

La enseñanza de la religión católica en la escuela se atiene a la finalidad propia de ésta, que es la formación plena del alumnado mediante los sistemas propios de aprendizaje que se concretan en el currículo y su desarrollo.

La enseñanza religiosa contribuye a la calidad de la educación que preconiza la LOE desde la propuesta y desarrollo de unos conocimientos, valores y actitudes que conforman su propio currículo. Lo hace desarrollando especialmente la dimensión y capacidad trascendente del alumnado, facilitándole una propuesta de sentido último para su vida e iluminando el fundamento de aquellos valores comunes y propios de esta enseñanza que hacen posible una convivencia libre, pacífica y solidaria.

Las propuestas de la enseñanza religiosa católica constituyen en si mismas una cosmovisión del mundo, de la vida y del ser humano que hacen posible la formación integral. Todo ello se realiza mediante la presentación sistemática, orgánica y científica del mensaje, vida y persona de Jesucristo, presente en su Iglesia, avalada por la Escritura, por la Tradición y el Magisterio de la Iglesia, trasmitida a través de la acción educativa del profesor con su preparación científico-técnica y su testimonio cristiano.

Las aportaciones de esta enseñanza conforman una manera de ser y de vivir en el mundo, de tal manera que los principios, valores y actitudes que genera ayudan al alumnado a situarse lúcidamente ante la tradición cultural, a conocer y ofrecer los elementos básicos del cristianismo generadores de cultura y, por ende, a insertarse cooperativa y críticamente en la sociedad.

Sus propuestas son cualitativamente trascendentes y vivas, realizadas en la persona del mismo Jesucristo, por lo cual puede y de hecho da respuesta al sentido último de la vida.

Con todo, las competencias básicas, como son la interpersonales, interculturales, sociales y cívicas y la comunicación lingüística adquieren en este área elementos básicos para su adquisición a lo largo de la enseñanza obligatoria. Toda persona tiene necesidad de una base sólida sobre la que construir la existencia personal y social. Los adolescentes y jóvenes se plantean interrogantes profundos sobre el sentido de su existencia que exigen una respuesta, a la vez que trascendente, de carácter universal y estable. Hay que tener en cuenta que en estas edades se desarrolla la razón formal, y su capacidad de abstracción y generalización de conceptos. Es capaz de analizar y sintetizar elementos distintos y plurales, inducir y aplicar símbolos y signos a su propia vida y a la realidad circundante. Es precisamente en esta etapa en la que cierta inquietud vital surge y comienza a plantearse los porqués de la existencia y especialmente su actitud personal ante lo religioso con relación a su propia vida personal y social.

Sus cuestionamientos vitales y su inseguridad están demandando modelos de vida auténticos en el proceso de maduración de su personalidad. La enseñanza religiosa católica va a insistir en la propuesta explícita de la persona de Jesucristo, los principios de que Él dimanan, los valores que genera y las actitudes que brotan a fin de que los alumnos y alumnas reflexionen seriamente acerca de la conducta personal y social.

Ello exige una información sólida sobre el hecho religioso y, en concreto, en cuanto a esta asignatura compete, una exhaustiva presentación del hecho religioso conformado en la religión católica.

La formación religiosa se desarrolla en la escuela en un diálogo auténtico con la realidad cultural, informando sobre la relación e influjo mutuo entre la cultura occidental y el hecho religioso cristiano; entrando en diálogo fecundo y responsable con esa cultura -compuesta por ideas, principios, valores, modos de vida- a la luz del Evangelio, que en su perenne actualidad ilumina lo más profundo del ser humano y proyecta una libre y valorativa visión ante la realidad cultural.

Si bien la enseñanza religiosa está presente y ayuda a la conformación de las competencias fijadas en los RR. Decretos de enseñanzas mínimas, teniendo en cuenta que las competencias básicas son «aquellas que sustentan la realización personal, la inclusión social y la ciudadanía activa», algunas de ellas tienen una especial relación con la acción educativa de la religión católica, e incluso, podría afirmarse que otras, si se prescinde de la realidad religiosa, carecerían de elementos importantes para su adquisición y desarrollo. Entre otras proponemos las siguientes:

1. Competencia en comunicación lingüística. La enseñanza religiosa católica en la escuela se sirve del lenguaje académico, de aquellos lenguajes que conforman la cultura que se trasmite en el área de religión, así como de los lenguajes de la propia enseñanza religiosa.

El diálogo de la fe con la cultura contribuye a la competencia en comunicación lingüística, en la medida en que exige ejercitarse en la escucha de la palabra de Dios, la exposición de sus contenidos y aplicación a la cultura y a las distintas formas de vida social, así como a la argumentación adecuada a esta edad y siempre presente en la enseñanza religiosa.

Por otra parte, es propio de la enseñanza religiosa católica la utilización de los diversos lenguajes y modos de comunicación que Dios ha utilizado en su revelación al ser humano. Su revelación es rica en distintos lenguajes. Así, el lenguaje bíblico y su riqueza de expresión y simbología; el lenguaje doctrinal y su precisión conceptual, analítica y argumental; el lenguaje litúrgico y su cercanía al lenguaje de los símbolos del pueblo cristiano; el lenguaje, en fin, testimonial que hace posible la transmisión vital de lo creído.

Así mismo, la enseñanza religiosa católica en el ejercicio de aprendizaje del mensaje cristiano capacita y permite al alumnado expresar pensamientos, convicciones, vivencias y opiniones y acostumbrarse al discurso coherente y estructurado de la fe cristiana.

Todo ello es imprescindible para la comprensión del lenguaje en todas las lenguas de la cultura occidental. La enseñanza religiosa hace posible una verdadera comunicación lingüística, al utilizar los distintos lenguajes en su expresión verbal o escrita, explícitos e implícitos en fuentes diversas. Finalmente, el análisis de hechos sociales que se presentan en la clase de religión, como elementos motivadores de la realidad evangélica, posibilitan el enriquecimiento del vocabulario.

2. Competencia social y cívica. En la competencia social y cívica se integran los elementos esenciales para la humanización, elementos personales, interpersonales e interculturales, y recogen todas las formas de comportamiento que preparan a las personas para participar de una manera eficaz y constructiva a la vida social y profesional.

Desde el mensaje cristiano, lo principal es el desarrollo de todo lo humano, de sus potencialidades y capacidades que lo configuran y lo desbordan, de lo puramente funcional y material. Desde el desarrollo de la persona se sientan las bases para la cooperación y ejercicio de la ciudadanía democrática, la comprensión de la realidad social en la que se vive, siendo conscientes de los valores de nuestro entorno y colaborando con la oferta de vida que nos hace Jesucristo, a construir un sistema de valores propio y a vivir en coherencia con Él.

En esta acción humanizadora, la enseñanza religiosa católica expone, fundamenta y jerarquiza los valores y virtudes capaces de educar la dimensión moral y social de la personalidad del alumnado, en orden a hacer posible la maduración de la corresponsabilidad, el ejercicio de la solidaridad, de la cooperación, de la libertad, la justicia, la igualdad y la caridad; todo ello, como expresión coherente del conocimiento de Dios, revelado en Jesucristo y, al mismo tiempo, como respuesta a las grandes preguntas sobre el sentido de la vida que ya en esta edad se formulan los alumnos/as.

Con ello estamos apelando al principio básico. La dignidad del ser humano, como hijo de Dios, ofreciendo el fundamento estable del respeto a los principios y valores universales, como respuesta a una profunda crisis de humanidad y de orden moral. El alumnado necesita a su vez razones para amar, razones para vivir y razones para esperar, basadas en la vida y mensaje de amor de Jesucristo, origen y meta de la formación religiosa que la Iglesia ofrece en la escuela.

Se contribuye directamente a la dimensión moral de la persona favoreciendo que los alumnos y alumnas reconozcan la raíz de su propio ser y sus mismos comportamientos, construyendo una conciencia recta que se fundamente en los valores del Evangelio. Favoreciendo también los aprendizajes desde un marco de referencia que se ha de ajustar a la libre y voluntaria opción de los padres.

Ello conlleva mejorar las relaciones interpersonales basadas en principios y valores que emanan de la persona de Cristo y ayuda en consecuencia a afrontar las situaciones de conflicto mediante el diálogo, el perdón y la misericordia, valores genuinamente cristianos.

En lo más profundo del ser cristiano surge el gran valor de la fraternidad universal. De ahí que las mínimas exigencias éticas de convivencia, participación, conocimiento de la diversidad y de las situaciones de discriminación e injusticia, estén fundamentadas y sean consecuencias de la fe cristiana. Los valores del respeto, cooperación, caridad, justicia, no violencia, compromiso y participación tienen su fundamentación y referencias cristianas en la filiación por el amor de Dios, el amor, la fraternidad, la justicia, la misericordia, el perdón, la donación de sí mismo, la entrega total a favor de los pobres.

En consecuencia, desde la enseñanza religiosa se propone una reflexión y un análisis crítico de los valores democráticos y de la ciudadanía descubriendo que su raíz son los principios fundamentales del Evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia.

3. Competencia cultural artística. La contribución a la competencia cultural y artística se relaciona con sus aspectos de conocimiento y valoración de toda la expresión artística, plástica, histórica, simbólica, lingüística, de costumbres, ritos, fiestas, valores y modos de vida impregnados por el cristianismo desde su origen y su desarrollo actual, como manifestación del hecho religioso. El alumnado no sólo va a conocer, sino que podrá comprender y asumir los valores que conlleva el conocimiento del hecho religioso en su expresión artística, cultural y estética, teológica y vivencial.

La cultura y la historia europea occidental, y la propia historia y cultura española, no pueden ser comprendidas y asumidas si se prescinde del hecho religioso presente siempre en la historia cultural de los pueblos y, en concreto, en los pueblos de España. Es conocido por todos que la maduración de la personalidad humana se realiza dentro de la tradición cultural donde crece y se sustenta. Esta maduración se realiza en un mundo cada vez más complejo y de mayor contrate cultural y de presencia, respeto y diálogo de culturas.

La religión y moral católica presenta el acontecimiento cristiano en diálogo con la cultura, incorporando orgánicamente el saber de la fe en el conjunto de los demás saberes. Con ello los alumnos adquieren una valoración crítica de la cultura a la luz del evangelio, motivando al mismo tiempo el aprecio de la propia cultura y la estima adecuada de otras tradiciones culturales y religiosas. Por otra parte, en el currículo de religión católica están presentes también los elementos esenciales que definen las grandes religiones de la humanidad.

La enseñanza religiosa católica no sólo aporta a la competencia cultural y artística unos conocimientos del arte y cultura con referencia religiosa y unas destrezas, sino también el sentido y profundidad de su presencia que remite a una manera concreta de ver la vida, de expresarla y de vivir desde la aportación cristiana a la cultura. Haciendo esto contribuye activamente a la conservación del patrimonio cultural y artístico, tanto de la propia comunidad como de otras comunidades.

Es también cometido del profesor/a de religión evangelizar la cultura, generar cultura, trabajar al servicio de la realización de la humanidad según la verdad del ser humano. Esto es posible mediante una pertenencia determinante: la pertenencia a Jesucristo, el Señor, vivida en el presente a través de la pertenencia a la Iglesia.

4. La competencia de aprender a aprender. El área de Religión Católica como área de conocimiento dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje que se lleva a cabo en la educación, contribuye al desarrollo de la competencia de aprender a aprender, fomentando las capacidades de aprendizaje: atención, memoria, experiencia..., el impulso del trabajo en equipo, la síntesis de la información y opinión.

La enseñanza religiosa ayuda a ser protagonistas de su propio aprendizaje como respuesta a la voluntad de Dios de que el ser humano colabore activa y libremente con el plan de Dios. Por ello, aprender a aprender conlleva no sólo una propuesta consensuada de sentimientos, valores y actitudes, sino un marco de referencia aceptado voluntariamente según sus convicciones, que ha de ser crisol en la búsqueda de la verdad y del bien.

La enseñanza religiosa proporciona a los alumnos y alumnas, el principio sobre el que el ser humano debe sentirse orgulloso y motivado como Hijo de Dios, para aprender y seguir aprendiendo.

5. La competencia sobre autonomía e iniciativa personal. En cuanto a la autonomía e iniciativa personal la enseñanza religiosa católica impartida en la escuela, objetivo irrenunciable de la cual es formar a la persona desde dentro, liberarlo de todo lo que le impide vivir libremente como persona, conlleva su efectiva referencia a una determinada visión del hombre y a su sentido último, para afirmarlo, negarlo o prescindir de él.

Es finalidad fundamental del quehacer de la escuela que los alumnos y las alumnas descubran su identidad personal, pero esto no será posible sin una apertura al significado último y global de su existencia humana.

La autonomía e iniciativa personal no podrá realizarse en el alumnado si no se conoce a sí mismo en su ser más profundo, en sus potencialidades, en su dignidad y en su sentido. La enseñanza religiosa católica se dirige a la persona concreta en sus raíces y en su identidad propia, en sus posibilidades humanas de acción y de servicio y se dirige al ser humano en su finalidad trascendente. Todo ello conlleva el ofrecimiento del Evangelio de Jesucristo que presenta la humanidad nueva hecha de hombres nuevos conforme al designio de Dios. La enseñanza de la religión católica propone a Jesucristo como camino que nos conduce a la verdad y a la vida, y ha de hacerse desde la convicción profunda que procede de la Iglesia que confiesa, celebra y vive la fe en Jesucristo, y, en consecuencia, mediante la forma propia y más coherente de transmitir esa fe de la Iglesia: el testimonio. El testimonio de hombres y mujeres santos a lo largo de la historia constituye un referente continuo para la autoasimilación de los valores más genuinamente cristianos. De esta forma la enseñanza religiosa educa en la iniciativa personal y autónoma del alumnado por el bien y la verdad.

En la contribución al desarrollo personal del alumnado, la religión es generadora de valores y de integración social, pues el hombre moderno podrá obtener una nueva dimensión totalmente ignorada por otras teorías y escuelas como las que se orientan hacia el positivismo y relativismo de un modo excluyente. La religión colabora en esta competencia entregando al alumnado aquellas virtualidades necesarias para crear las disposiciones y actitudes que favorecen la inserción social. La autonomía del individuo cristiano viene precisamente favorecida por la apertura a una visión del mundo y de la realidad, que posibilita una formación integral del alumnado superando visiones parciales y determinantes de la libertad propia.

Así mismo, le capacita al alumnado para examinar situaciones concretas de la vida y realizar con autonomía un juicio crítico y en consecuencia cristiano.

6. La competencia en el conocimiento e interacción con el mundo físico. La religión católica contribuye al desarrollo de la competencia en el conocimiento e interacción con el mundo físico a través de la doctrina social de la Iglesia, iluminando las respuestas y las soluciones a los problemas que surgen en la interacción del ser humano con el medio físico y con sí mismo. También contribuye a la valoración ética del uso de la ciencia y de la tecnología.

A su vez apoya y da sentido a las habilidades y destrezas relacionadas con la ecología que se adquieren desde esta competencia. El cristiano entiende la naturaleza como creación de Dios, por lo que la valora, la cuida y fomenta.

Todas las aportaciones a las distintas competencias pueden ser agrupadas y definidas, en cuanto a la aportación religiosa, como un desarrollo de la capacidad trascendente de la persona, es decir su aportación espiritual y religiosa. Ello le capacita para dar sentido a su vida. A este objeto, conforman la capacidad trascendente:

La apertura de la razón a la búsqueda de la verdad en la superación de todo itinerario racional reductivo, la capacidad de dejarnos confrontar e interpelar por la llamada a la libertad y a la felicidad verdadera, el empeño en el diálogo de la fe y la razón, (de la fe y la cultura), la atención a la capacidad innata para dinamizar la inteligencia y llamar a la razón humana a la búsqueda de «algo más», propio de la búsqueda originaria que identifica a todo ser humano, la capacidad de ser y estar junto a los otros desde la fraternidad, el amor y la misericordia, el ansia de infinito y la plenificación del ser en la vida eterna... son, entre otros, objetivos y elementos fundamentales en el desarrollo de las competencias antes descritas.

En la Educación Secundaria, la opción católica tiene en cuenta las características psicológicas propias de la adolescencia. En esta edad el alumno se plantea especialmente la actitud personal ante lo religioso de una forma más racional y entra en una fase de interiorización que aúna un descubrimiento mayor de sí mismo y una capacidad creciente de abstracción.

Conforme a las competencias establecidas en el citado Acuerdo internacional y reconocidas en la disposición adicional segunda de la Ley Orgánica de Educación, 2/2006, de 3 de mayo, corresponde a la Conferencia Episcopal Española fijar el currículo del área de Religión y Moral Católica.

Objetivos:

Al finalizar la Educación Secundaria Obligatoria se pretende que el/la alumno/a sea capaz de:

1. Conocer e interpretar los distintos elementos que conforman el fenómeno religioso en su estructura y su expresión histórica, como base de comprensión de las distintas religiones.

2. Razonar las respuestas que las grandes religiones dan a las preguntas del ser humano sobre la concepción del hombre y su destino último.

3. Conocer la Biblia, en su origen, estructura, finalidad e interpretación pertinente en relación con la historia y experiencia religiosa de Israel, y como expresión de la revelación de Dios Padre a los hombres.

4. Conocer los contenidos del cristianismo que fundamentan la concepción del ser humano creado por Dios y destinado a ser hijo suyo.

5. Identificar a Jesucristo como Hijo de Dios, salvador encarnado entre los hombres, mediante el conocimiento y análisis de su mensaje, su vida y su presencia por el Espíritu Santo.

6. Analizar y valorar el sentido y finalidad de la Iglesia en cuanto realización institucional del servicio de humanización y salvación que Cristo ofrece al ser humano, y descubrir su aportación a los procesos más importantes de la historia española y europea.

7. Conocer y valorar la respuesta de los creyentes al mensaje y acontecimiento cristiano, que se realiza en la Iglesia.

8. Comprender y distinguir la acción salvadora de Cristo, y el carácter celebrativo de cada uno de los sacramentos.

9. Descubrir los fundamentos racionales y revelados que justifican la enseñanza moral de la Iglesia católica, y orientan la relación del hombre con Dios, consigo mismo, con los otros y con el mundo.

10. Analizar las exigencias y compromisos de los cristianos en su relación con Dios, consigo mismo y con los demás, relacionándolos con otras opciones presentes en la sociedad y en las grandes religiones.

11. Reconocer y valorar los hitos más importantes de la fe cristiana en la historia de la Iglesia, en las grandes obras de la cultura y en sus fiestas, considerando también las aportaciones de otras religiones.

12. Analizar los principios que fundamentan la fe cristiana en la vida eterna, valorando críticamente la propuesta de las grandes religiones.

Primer curso

Contenidos:

1. El ser humano primitivo frente al medio, la muerte y el más allá. El sentido de los cultos funerarios y los ritos sacrificiales.

2. Los relatos míticos sobre el hombre y Dios en las religiones ya desaparecidas: Mesopotamia, Egipto, Grecia y Roma.

3. La multiplicidad de dioses en el Hinduismo. Su sentido sacral de la vida y la presencia de Dios.

4. Dios Padre creador, misericordioso y providente. Concepción cristiana de la vida. Ordenación de la actividad humana al bien de la creación.

5. El ser humano creado por Dios. Unidad cuerpo y espíritu. El hombre hijo de Dios.

6. El hombre rompe con Dios por el pecado. Su rectificación y perfeccionamiento en Cristo. El dolor y la muerte.

7. Dios se revela en Jesucristo. La salvación y la redención de Jesucristo. La resurrección y la vida eterna.

8. Sentido y significado de algunos nombres de Cristo en el Nuevo Testamento: Hijo de Dios, Mesías, Señor.

9. Reino de Dios e Iglesia. Significado, realización y transcendencia.

10. Las Bienaventuranzas, anuncio gozoso de Dios y su reinado. Seguimiento e identificación con Jesucristo.

11. La vida como proyecto personal. La dignidad de la persona. La persona humana principal preocupación de la Iglesia. La moral del amor.

12. Sentido y finalidad básica de la sexualidad. Valor integrador de la sexualidad como don de Dios. Respeto y valoración de ambos sexos.

13. El sacramento del Matrimonio y su moral. Responsabilidad educativa de la familia. El divorcio y su problemática.

14. La moralidad de los actos en el Cristianismo, y su relación con la propuesta moral del Budismo (sentido de la felicidad) y del Islam (valor moral de las obras).

15. La Virgen María, modelo del creyente.

Criterios de evaluación:

1. Señalar los elementos de las religiones primitivas que tengan alguna relación con la cultura religiosa actual.

2. Establecer distinciones entre los relatos míticos de la antigüedad y la Revelación de Dios en el Cristianismo.

3. Formular la concepción del hombre en el cristianismo, y sus consecuencias en la fundamentación de sus derechos y deberes.

4. Explicar el origen y sentido del mundo y de la vida, como fruto del designio amoroso, misericordioso y providente de Dios Padre.

5. Saber relacionar a Jesucristo con las expectativas del Antiguo Testamento.

6. Saber razonar el sentido de la salvación del pecado y de la muerte que Jesucristo otorga al creyente.

7. Reconocer el mensaje del Reino y las bienaventuranzas como proyecto de vida del cristiano que se identifica con Jesucristo, y saber aplicar a la Iglesia las parábolas del Reino.

8. Razonar los principios y valores que fundamentan la moral cristiana, aplicándolos especialmente a la problemática actual sobre la vida.

9. Saber dar razones del valor de la sexualidad como don de Dios y colaboración con Él en la creación, y saber aplicar los fundamentos de la moral cristiana a la vida sexual.

10. Deducir del sacramento del Matrimonio los valores de la entrega total, el compromiso, la fidelidad y el sentido de la procreación.

11. Comparar el sentido de la felicidad, los medios para alcanzarla y la propuesta moral en el Budismo, el Cristianismo y el Islam.

Segundo curso

Contenidos:

1. El fenómeno religioso y su lenguaje. La búsqueda de Dios y su expresión religiosa, histórica, cultural y social.

2. La experiencia religiosa como realidad antropológica. El sentido de la trascendencia. Las grandes preguntas del hombre donde se enraíza lo religioso.

3. La plenitud de la experiencia religiosa: el encuentro del hombre con Dios. El cristianismo y la revelación de Dios en los acontecimientos y palabras testimoniados por la Sagrada Escritura.

4. El mal y el pecado. La ruptura del hombre con Dios. El valor de las mediaciones.

5. Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, Mediador nuestro.

6. Jesucristo revela al hombre su origen, su condición y su destino como hijo de Dios.

7. La confesión de fe en la Encarnación, Muerte y Resurrección de Jesús en las primeras comunidades cristianas. La presencia de María en el Misterio de Cristo.

8. La presencia viva de Dios en la Iglesia, sacramento universal de salvación. La Iglesia continúa la obra de Jesucristo, animada por el Espíritu Santo.

9. La fe y el seguimiento. La santidad como meta de todo cristiano.

10. Manifestaciones de la gracia de Dios: origen, finalidad y sentido de los sacramentos del Bautismo, la Reconciliación, la Eucaristía y la Unción de los enfermos. Relaciones entre estos sacramentos y la vida humana.

11. La liturgia como expresión de la relación de Dios con los hombres y de los hombres con Él. Origen y actualidad. El valor de la oración.

12. Moral de las relaciones del hombre con Dios: 1.º, 2.º y 3.er mandamientos.

13. Moral en relación con la verdad y la autenticidad personal. Su presencia en los medios de comunicación.

14. Compromiso de los cristianos en la construcción de la ciudad terrestre y valoración de las aportaciones de otras religiones.

15. La civilización del amor: Dios promete un cielo nuevo y una tierra nueva.

Criterios de evaluación:

1. Detectar los principales elementos que constituyen el fenómeno religioso y su expresión concreta en el Cristianismo.

2. Describir el sentido de la vida que ofrece la experiencia religiosa en las grandes religiones.

3. Razonar la responsabilidad personal que conlleva el pecado como daño contra uno mismo, contra el prójimo y como separación de Dios.

4. Explicar el sentido de la fe cristiana como identificación con Jesucristo y su realización plena en la vida eterna.

5. Saber utilizar el mensaje de algunos textos y acontecimientos bíblicos para comprobar las manifestaciones de Dios, y razonar que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre.

6. Saber interpretar la muerte y resurrección de Jesucristo como fuente de amor, perdón, esperanza y nuevo nacimiento para los hijos de Dios.

7. Especificar signos concretos de la presencia y acción de Dios en la vida de la Iglesia.

8. Explicar las razones por las que el cristiano ama y celebra el amor de Dios como raíz de su filiación.

9. Saber establecer relaciones entre la vida humana y los sacramentos del Bautismo, la Reconciliación, la Eucaristía y la Unción de los enfermos.

10. Señalar en la liturgia la relación de Dios con sus hijos y la respuesta de éstos.

11. Saber identificar en algunas actitudes y situaciones concretas los hechos que van contra la verdad.

12. Ilustrar con ejemplos las acciones sociales que la Iglesia realiza mediante sus instituciones.

13. Explicar por qué, según la fe cristiana, el Reino de Dios alcanzará su plenitud en un mundo nuevo, recreado por Dios.

Tercer curso

Contenidos:

1. El proyecto de Dios sobre el hombre según el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam.

2. La revelación progresiva de Dios en el pueblo de Israel. El Judaísmo.

3. Fuentes de la revelación de Dios: Escritura, Tradición y Magisterio.

4. Elementos básicos de interpretación de la Biblia. Géneros literarios. Los libros del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento: división, descripción y autores.

5. Dios, misterio de comunión: la Trinidad. Fundamentación bíblica y formación de la doctrina trinitaria.

6. Análisis de las fuentes (judías, romanas y cristianas) sobre la vida de Jesús y su tiempo. La historicidad de los Evangelios. Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre.

7. Jesucristo convoca y congrega a la comunidad de sus discípulos. La Iglesia, Misterio de comunión. El Espíritu Santo fuerza y vida de los creyentes.

8. La Iglesia, Pueblo de Dios. La misión de la Iglesia: catolicidad y carácter misionero. Los sacramentos de la Confirmación y el Orden sacerdotal.

9. La fe, respuesta de los cristianos a la persona de Jesucristo. Razones para creer y actitudes de los creyentes. Las bienaventuranzas.

10. Fundamentos de la dimensión moral de la persona. La conciencia moral. La relación con Dios y con los hermanos. Libertad y búsqueda voluntaria del bien.

11. Moral de la vida humana y problemática actual: manipulación genética, aborto, eutanasia, legítima defensa, pena de muerte, drogas y alcoholismo.

12. La Iglesia primitiva en los Hechos de los Apóstoles. Su implantación en los siglos II y III. La Iglesia doméstica. Primeras persecuciones. Ministerios en las primeras comunidades.

13. Primer arte cristiano: el Buen Pastor, las catacumbas, símbolos cristianos de las comunidades apostólicas.

14. La influencia de las religiones monoteístas en la configuración de la historia y cultura española. Presencia de algunos elementos artísticos.

15. María, realización de la esperanza.

16. La venida del Señor, el juicio y la vida eterna.

Criterios de evaluación:

1. Diferenciar los elementos básicos del proyecto de Dios sobre el hombre en las religiones monoteístas.

2. Identificar el género literario y el autor de algunos textos de la Biblia.

3. Establecer relaciones entre textos de la Biblia, de la Tradición y el Magisterio sobre la revelación de Dios.

4. Saber relacionar la experiencia de liberación de Israel con la presencia de Dios como Padre amoroso en medio de su pueblo.

5. Situar cronológicamente los hitos más importantes de la revelación de Dios que van preparando la encarnación del Hijo, y señalar la fuentes históricas sobre la vida y obra de Jesucristo.

6. Razonar el fundamento de la Iglesia comunión, sus signos y las consecuencias en la vida del creyente por la acción del Espíritu.

7. Razonar cómo los carismas y ministerios desarrollan la misión de la Iglesia.

8. Distinguir la fe como don de Dios y como respuesta razonable del hombre.

9. Describir los rasgos esenciales de la fe de las comunidades cristianas en los tres primeros siglos, y su expresión en el arte.

10. Razonar el valor de la libertad como elección de la verdad y del bien, y raíz de la responsabilidad de los propios actos.

11. Saber sintetizar, desde las bienaventuranzas, un código de conducta cristiano.

12. Aplicar los principios morales del cristianismo a los problemas actuales más acuciantes sobre la vida.

13. Mostrar algunas aportaciones de la religiones monoteístas a la cultura española.

14. Localizar algunos textos bíblicos sobre el juicio y destino final, y saber relacionar la fiesta de la Asunción de la Virgen con la esperanza de vida eterna.

Cuarto curso

Contenidos:

1. El misterio de la Iglesia. Realidad visible y espiritual. Misterio de la unión de los hombres con Dios.

2. La presencia y realización de las notas de la Iglesia a lo largo de la historia.

3. La Iglesia, unidad de los cristianos en un solo Cuerpo, cuya vida es Cristo.

4. Final de la vigencia del paganismo y extensión del cristianismo en el Imperio Romano. Constantino y el Edicto de Milán. San Jerónimo y San Agustín. Concilios de Éfeso y Calcedonia. Algunas desviaciones doctrinales. Diálogo fe-cultura en los primeros siglos.

5. La cultura cristiana antigua. La basílica paleocristiana. «Las Confesiones» de San Agustín.

6. La evangelización de Europa. El monacato: la regla benedictina. Mahoma: el mesianismo islámico y la disputa iconoclasta. III Concilio de Toledo. San Isidoro. Carlomagno y la Europa cristiana. Fundación de los Estados Pontificios. La religión cristiana en la España musulmana. El rito mozárabe.

7. Las basílicas visigóticas y románicas: arquitectura, escultura y pintura.

8. El primer cambio de milenio. Cisma de Oriente. Las peregrinaciones: el camino de Santiago, vertebrador de Europa. Preservación de los Santos Lugares: las Cruzadas. Las órdenes militares. La reforma del monacato: Cluny y San Bernardo. El movimiento a favor de la pobreza y las órdenes mendicantes: San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán. Aviñón y el Cisma de Occidente.

9. La catedral gótica: arquitectura, escultura y vidrieras. El canto gregoriano.

10. El Cristianismo durante el Renacimiento y el Barroco. La importancia de la Universidad: Duns Scoto, San Anselmo, Santo Tomás. La reforma protestante. Trento y la reforma católica. Nuevas órdenes religiosas. Grandes santos y místicos españoles: Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz y San Ignacio de Loyola. La Inquisición. La evangelización del Nuevo Mundo: la defensa de los indios y las reducciones del Paraguay.

11. El arte cristiano en el Renacimiento y el Barroco. La literatura mística. La música como expresión de la experiencia religiosa.

12. La Iglesia en el mundo contemporáneo. El conflicto fe-razón. La preocupación por la cuestión social. Las nuevas órdenes religiosas, pioneras en la educación, la sanidad y la asistencia. Grandes educadores cristianos. La expansión misionera y la presencia de la Iglesia en el «cuarto mundo». Ciencia y religión.

13. La expresión contemporánea del arte cristiano. El resurgir de la pintura mística y ecuménica. La concepción religiosa moderna en arquitectura. La música religiosa actual. La poesía mística hoy.

14. El encuentro con la modernidad y la renovación interior de la Iglesia contemporánea: el Concilio Vaticano II. Líneas maestras de las Constituciones. Totalitarismos de Estado y su catástrofe moral. El Holocausto. Judaísmo e Islam contemporáneos: tradición y modernidad.

15. El segundo cambio de milenio. La presencia de lo religioso en los medios de comunicación y la creación virtual de opinión.

Criterios de evaluación:

1. Argumentar sobre el servicio que la Iglesia presta a lo largo de los siglos al transmitirnos íntegros el mensaje y la vida de Jesús.

2. Apreciar que la santidad de la Iglesia es eficaz, a pesar del pecado de sus hijos.

3. Situar en su contexto histórico algunos hechos de la Iglesia como servicio de la fe.

4. Describir el servicio que los modelos de vida cristianos han aportado a la cultura de cada época.

5. Razonar el servicio de los concilios a la transmisión de la fe.

6. Explicar el sentido religioso de las peregrinaciones.

7. Razonar el sentido de las reformas de la Iglesia como renovación en sus raíces evangélicas.

8. Localizar las aportaciones de los grandes santos y doctores de la Iglesia en la construcción de Europa y su evangelización.

9. Situar el servicio que la Iglesia realiza a la cultura desde sus instituciones y personas relevantes en el renacimiento y barroco.

10. Describir la acción educativa y social de la Iglesia en el mundo contemporáneo.

11. Identificar los grandes hitos del arte cristiano como expresión de la fe del pueblo y manifestación de la acción de Dios en mundo.

12. Señalar, en algunos textos del Concilio Vaticano II, las aportaciones de la Iglesia sobre el diálogo con el mundo.


2) ERJ: (ley 25/1992, artículo 10)

1. A fin de dar efectividad a lo dispuesto en el artículo 27.3 de la Constitución, así como en la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, Reguladora del Derecho a la Educación, y en la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo, se garantiza a los alumnos judíos, a sus padres y a los órganos escolares de gobierno que lo soliciten, el ejercicio del derecho de los primeros a recibir enseñanza religiosa judía en los centros docentes públicos y privados concertados, siempre que, en cuanto a estos últimos, el ejercicio de aquel derecho no entre en contradicción con el carácter propio del centro, en los niveles de educación infantil, educación primaria y educación secundaria.
2. La enseñanza religiosa judía será impartida por profesores designados por las Comunidades pertenecientes a la Federación de Comunidades Israelitas, con la conformidad de ésta.
3. Los contenidos de la enseñanza religiosa judía, así como los libros de texto relativos a la misma, serán señalados por las Comunidades respectivas con la conformidad de la Federación de Comunidades Israelitas.
4. Los centros docentes públicos y los privados concertados a que se hace referencia en este artículo deberán facilitar los locales adecuados para el ejercicio de aquel derecho sin que pueda perjudicar el desenvolvimiento de las actividades lectivas.
5. Las Comunidades pertenecientes a la Federación de Comunidades Israelitas podrán, de acuerdo con las autoridades académicas organizar cursos de enseñanza religiosa en los centros universitarios públicos, pudiendo utilizar los locales y medios de los mismos.
6. Las Comunidades pertenecientes a la Federación de Comunidades Israelitas podrán establecer y dirigir centros docentes de los niveles educativos que se mencionan en el número 1 de este artículo, así como centros universitarios y seminarios de carácter religioso con sometimiento a la legislación general vigente en la materia.
 

ERJ 1981

Ministerio de Educación y Ciencia (BOE n. 95 de 21/4/1981)
ORDEN DE 9 DE ABRIL DE 1981 POR LA QUE SE INCORPORA A LOS NIVELES DE EDUCACION PREESCOLAR Y EDUCACION GENERAL BASICA EL PROGRAMA DE LA ENSEÑANZA RELIGIOSA JUDIA Y ESTABLECIDO POR LA FEDERACION DE COMUNIDADES ISRAELITAS DE ESPAÑA.

Rango: Orden

Páginas: 8475 - 8475

Referencia: 1981/08923
 
 

LA CONSTITUCION PROCLAMA, EN SU ARTICULO 16.1 LA LIBERTAD RELIGIOSA Y DE CULTO DE LOS INDIVIDUOS Y LAS COMUNIDADES Y SEÑALA QUE NINGUNA CONFESION TENDRA CARACTER ESTATAL

EL ARTICULO 2.1, C) DE LA LEY ORGANICA 7/1980, DE LIBERTAD RELIGIOSA, ATRIBUYE A LAS IGLESIAS, CONFESIONES Y COMUNIDADES EL DERECHO A DIVULGAR Y PROPAGAR SUS RESPECTIVOS CREDOS

LA FEDERACION DE COMUNIDADES ISRAELITAS DE ESPAÑA HA PROCEDIDO A FIJAR EL PROGRAMA DE ENSEÑANZA RELIGIOSA JUDIA PARA LOS NIVELES DE EDUCACION PREESCOLAR Y EDUCACION GENERAL BASICA

EN SU VIRTUD, ESTE MINISTERIO HA TENIDO A BIEN DISPONER:

ARTICULO UNICO.-SE INCORPORA A LOS NIVELES DE EDUCACION PREESCOLAR Y EDUCACION GENERAL BASICA EL PROGRAMA DE ENSEÑANZA RELIGIOSA JUDIA, FIJADO POR LA FEDERACION DE COMUNIDADES DE ESPAÑA Y EXPRESADO EN EL ANEXO QUE ACOMPAÑA A LA PRESENTE DISPOSICION

MADRID, 9 DE ABRIL DE 1981.-ORTEGA Y DIAZ-AMBRONA

PROGRAMA DE ENSEÑANZA RELIGIOSA JUDIA PARA PREESCOLAR Y EDUCACION GENERAL BASICA

DURACION SEMANAL, NOVENTA MINUTOS

PREESCOLAR

1. VOCABULARIO ELEMENTAL

2. PRICIPALES BENDICIONES

3. NOCIONES DE FIESTAS JUDIAS

PRIMERA DE EGB

1. VOCABULARIO E INICIACION.-INICIACION A LA LECTURA DEL HEBREO (TREINTA MINUTOS) Y A SU ESCRITURA (TREINTA MINUTOS)

2. FIESTAS JUDIAS Y PERSONAJES BIBLICOS (QUINCE MINUTOS)

3. ORACIONES (QUINCE MINUTOS)

SEGUNDO DE EGB

1. LECTURA (TREINTA MINUTOS)

2. ESCRITURA (QUINCE MINUTOS)

3. ORACIONES (15 MINUTOS)

4. RELATOS BIBLICOS (TREINTA MINUTOS) (ORALES)

TERCERO DE EGB

1. LECTURA (TREINTA MINUTOS)

2. DICTADO Y GRAMATICA (TREINTA MINUTOS)

3. ORACIONES (QUINCE MINUTOS)

4. LECTURA DE TEXTOS BIBLICOS (QUINCE MINUTOS)

CUATO DE EGB

1. LECTURA DE TEXTOS BIBLICOS Y TEXTOS LITERARIOS (TREINTA MINUTOS)

2. GRAMATICA Y DICTADO (TREINTA MINUTOS)

3. ORACIONES (QUINCE MINUTOS)

4.HISTORIA JUDIA (QUINCE MINUTOS)

QUINTO DE EGB

1.BIBLIA (TREINTA MINUTOS)

2. HISTORIA JUDIA (QUINCE MINUTOS)

3.INTRUCCION RELIGIOSA Y ORACIONES (QUINCE MINUTOS)

4. COMENTARIO DE TEXTOS LITERARIOS: GRAMATICA, VOCABULARIO, DICTADO, ETC, (TREINTA MINUTOS)

SEXTO DE EGB

1. BIBLIA CON COMENTARIOS

2. HISTORIA JUDIA: DESDE JOSUE HASTA EL EXILIO DE BABILONIA

3. DICTADO Y GRAMATICA

4.COMENTARIO DE TEXTOS LITERARIOS

SEPTIMO DE EGB

1. BIBLIA CON COMENTARIOS: LIBRO DE JOSUE. LIBROS DE LOS JUECES (QUINCE MINUTOS)

2. HISTORIA JUDIA: DESDE EL SIGLO I AL SIGLO X (QUINCE MINUTOS)

3. TEXTOS LITERARIOS: EXTRACTOS DE LALITERATURA DE LA EDAD DE ORO ESPAÑOLA: YEHUDA HA LEVI, SALOMON IBN GABIROL, MOSHE IBN EZRA, ETC, (TREINTA MINUTOS)

4. GRAMATICA (TREINTA MINUTOS)

OCTAVO DE EGB

1. BIBLIA: SAMUEL I, II - LOS SALMOS (TREINTA MINUTOS)

2. HISTORIA JUDIA: LA ESTANCIA DE LOS JUDIOS EN ESPAÑA DESDE LOS COMIENZOS HASTA FINALES DEL SIGLO XV (QUINCE MINUTOS)

3. LEYES RELIGIOSAWS Y TEXTOS LITERARIOS: MAIMONIDES, COMENTARIO SOBRE DOS DE SUS OBRAS PRINCIPALES (TREINTA MINUTOS)

4. GRAMATICA (QUINCE MINUTOS). 


3) ERE: (Ley 24/1992, artículo 10)

1. A fin de dar efectividad a lo dispuesto en el artículo 27.3 de la Constitución, así como en la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, Reguladora del Derecho a la Educación, y en la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo, se garantiza a los alumnos, a sus padres y a los órganos escolares de gobierno que lo soliciten, el ejercicio del derecho de los primeros a recibir enseñanza religiosa evangélica en los centros docentes públicos y privados concertados, siempre que, en cuanto a estos últimos, el ejercicio de aquel derecho no entre en conflicto con el carácter propio del centro, en los niveles de educación infantil, educación primaria y educación secundaria.
2. La enseñanza religiosa evangélica será impartida por profesores designados por las Iglesias pertenecientes a la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, con la conformidad de ésta.
3. Los contenidos de la enseñanza religiosa evangélica, así como los libros de texto relativos a la misma, serán señalados por las Iglesias respectivas con la conformidad de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España.
4. Los centros docentes públicos y los privados concertados a que se hace referencia en este artículo deberán facilitar los locales adecuados para el ejercicio de aquel derecho en armonía con el desenvolvimiento de las actividades lectivas.
5. Las Iglesias pertenecientes a la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas podrán, de acuerdo con las autoridades académicas, organizar cursos de enseñanza religiosa en los centros universitarios públicos, pudiendo utilizar los locales y medios de los mismos.
6. Las Iglesias pertenecientes a la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España podrán establecer y dirigir centros docentes de los niveles educativos que se mencionan en el número 1 de este artículo, así como centros universitarios y seminarios de carácter religioso u otras Instituciones de Estudios Eclesiásticos con sometimiento a la legislación general vigente en la materia.
 

ERE 1993

Ministerio de Educación y Ciencia (BOE n. 160 de 6/7/1993)
ORDEN DE 28 DE JUNIO DE 1993 POR LA QUE SE DISPONE LA PUBLICACION DE LOS CURRICULOS DE ENSEÑANZA RELIGIOSA EVANGELICA, CORRESPONDIENTE A EDUCACION PRIMARIA, EDUCACION SECUNDARIA OBLIGATORIA Y BACHILLERATO.

Rango: Orden

Páginas: 20374 - 20388

Referencia: 1993/17449
 
 

La Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo, prescribe en su disposición adicional segunda que la enseñanza de la religión se ajustará a lo establecido en los acuerdos que pudieran suscribirse entre el Estado Español y las confesiones religiosas respectivas.

Una vez suscrito el Acuerdo de Cooperación del Estado con la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, y aprobado el mismo por la Ley 24/1992, de 10 de noviembre (<Boletín Oficial del Estado> del 12), procede dar a conocer los contenidos de la Enseñanza Religiosa Evangélica que, conforme ordena el artículo 10.3 de la última Ley citada, han sido señalados por las Iglesias Evangélicas con la conformidad de la Federación.

En su virtud, a propuesta de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, he dispuesto la publicación de los currículos de la Enseñanza Religiosa Evangélica, conforme a los anexos de la presente Orden, para Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, cuyas enseñanzas mínimas se han establecido, respectivamente, por los Reales Decretos 1006/1991, de 14 de junio; 1007/1991, de 14 de junio, y 1178/1992, de 2 de octubre.

Madrid, 28 de junio de 1993.

PEREZ RUBALCABA

ANEXO I

(Currículo del área de <Enseñanza Religiosa Evangélica> en Educación Primaria)

EDUCACION PRIMARIA

CURRICULO DEL AREA DE <ENSEÑANZA RELIGIOSA EVANGELICA>

1. Preámbulo

La constitución de España como un Estado social y democrático de Derecho, en el que queda garantizada la libertad religiosa y de enseñanza, así como la igualdad de todos los españoles ante la ley, se traduce, en el ámbito de la educación, en el derecho que asiste a cada padre de elegir para sus hijos la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones (artículo 27.3 de la Constitución).

La Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo establece que la enseñanza, en la etapa de Educación Primaria, tiene entre sus objetivos el desarrollo, en los alumnos, de aquellas capacidades que tienen que ver con su conocimiento y apreciación de <los valores básicos que rigen la vida y la convivencia humana>, así como la adquisición de las habilidades que le permitan desenvolverse con autonomía en los grupos sociales con los que se relacionan.

Por otra parte, la disposición adicional segunda de la misma Ley Orgánica prevé que la enseñanza de la religión se ajustará a lo dispuesto en los Acuerdos de Cooperación del Estado Español con las diferentes Confesiones Religiosas.

En consecuencia el ordenamiento educativo resultante establece que el modo en que los padres pueden ejercer su capacidad de elección de un tipo de formación religiosa y moral, u otra, para sus hijos consiste en la elección de alguno de los modelos de enseñanza religiosa ofertados por las distintas Confesiones.

Las Iglesias Evangélicas, agrupadas en la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, han estructurado su aportación al currículo escolar por medio del área de Enseñanza Religiosa Evangélica.

La existencia misma de la Enseñanza Religiosa Evangélica implica la posibilidad de que los padres que deseen que su hijo reciba la formación religiosa y moral, desde la perspectiva de lo que las Iglesias Evangélicas representan y ofrecen, puedan ver garantizado el ejecicio de su derecho fundamental al elegir dicha opción entre otras posibles.

Toda enseñanza presupone un modelo antropológico del alumno que, si bien en la concepción del mundo de lo material -en principio- cualquiera de dichos modelos puede resultar compatible con el que posea cada sujeto de la educación, en el ámbito de lo espiritual la enseñanza debe ser plural a fin de que se pueda dar respuesta, por medio de las opciones existentes en el sistema educativo, a las diferentes concepciones, necesariamente subjetivas, que sobre el aspecto teleológico de la naturaleza humana existen en la sociedad.

En la propia capacidad de elección por los padres del tipo de formación religiosa y moral que deseen para sus hijos, se pone de manifiesto el carácter plural que cada familia reclama para el sistema educativo que se da a su sociedad, en el ámbito de un aspecto tan crítico de la formación de las niñas y los niños.

Esta capacidad es definida por el legislador en términos de derecho fundamental y la extiende más allá del propio ámbito de la formación religiosa y moral cuando se refiere a que son fines del sistema educativo español <El pleno desarrollo del alumno>, o <La formación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales y en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad dentro de los principios democráticos de convivencia> (artículo 1 de la LOGSE).

Pues bien, no hay mejor ocasión en la que se pueda demostrar este respeto a los derechos y libertades fundamentales que cuando los padres pueden ejercer el derecho que posean a elegir la formación religiosa y moral que deseen para sus hijos, tanto como al participar el propio alumno en el proceso de enseñanza-aprendizaje del tipo de formación religiosa y moral por el que sus padres han optado, siempre que este proceso se base en el reconocimiento que su propia naturaleza, de enseñanza libremente elegida, le confiere.

En efecto es, sobre todo, en el propio marco de la enseñanza de una materia elegida sobre la base del ejercicio de un derecho tan fundamental, donde con más motivo se ha de garantizar que a lo largo del proceso de enseñanza se siga manteniendo el más estricto respeto a la conciencia y a la libertad del alumno.

Por cuanto que el hecho de que determinados padres elijan un tipo de formación religiosa para sus hijos, en el marco del sistema educativo, no implica que confiesen dicha religión, el modo en que se estructure -y más aún en el que se desarrolle- dicha enseñanza, debe contemplar que cualquier presupuesto acerca del valor implícito que los planteamientos que conlleva dicha formación tengan para quien la ofrece, debe poder ser objeto de cuestionamiento por el que la recibe.

Por consiguiente, que la existencia de la Enseñanza Religiosa Evangélica se base en la capacidad de los padres para ejercitar el derecho fundamental de recibir la formación religiosa y moral que deseen para sus hijos, confiere a esta materia un carácter peculiar que, además, es coherente con la naturaleza misma del Evangelio.

El Evangelio -al ser esencialmente comunicación del mensaje verbalizado y encarnado por la persona histórica de Jesucristo, de la magnífica noticia de que Dios se ha acercado al hombre, participando de su misma naturaleza, a fin de que cada ser humano pueda, libremente, acercarse a Dios- conlleva en su propia esencia la suposición en el ser humano de la capacidad de manifestación de su derecho natural más fundamental: su libertad de elección acerca de su relación con su Creador.

Por lo tanto, al considerar la manera en que ha de comunicarse el Evangelio, pretendemos seguir el ejemplo de Jesús, el cual respetaba la posibilidad de que para sus interlocutores su mensaje y su Persona no tuvieran otro valor subjetivo que el que ellos mismos quisieran darle, al tiempo que demostró por su compromiso con su misión -que le llevó a entregar su vida hasta su muerte en la cruz- y por las consecuencias de la misma -resucitando para darnos vida eterna- el valor que verdaderamente tienen su Persona y su enseñanza.

Desde esta perspectiva la Enseñanza Religiosa Evangélica llega a adquirir todo su sentido. El alumno recibe el tipo de formación religiosa que sus padres han elegido para él, la cual está fundamentada, a su vez, en la invitación a que compruebe por sí, crítica y analíticamente, el valor que los contenidos de la misma deben tener en su vida.

Todo ello implica que la Enseñanza Religiosa Evangélica se ha de orientar hacia la capacitación del alumno en el conocimiento y el manejo de la Biblia, en tanto que medio fundamental para la comprensión de todo lo que tiene que ver con el modo en que Dios se ha acercado y revelado al ser humano a través de su Hijo Jesucristo.

Al mismo tiempo las Iglesias Evangélicas de España, al formular una oferta curricular de estas características, contribuyen a cubrir el déficit cultural que ha supuesto la ausencia casi permanente de una enseñanza evangélica en la historia del sistema educativo español.

2. Introducción

En la etapa de Educación Primaria el área de Enseñanza Religiosa Evangélica tiene como objeto contribuir a que cada alumno adquiera las capacidades que le permita comprender el sentido de la experiencia religiosa, entendiéndose ésta -desde una perspectiva bíblica- como la respuesta del ser humano a la revelación de Dios.

Desde esta perspectiva la existencia cobra una nueva dimensión, donde no todo se restringe a lo tangible y temporal, sino que se abre un camino hacia la trascendencia y la eternidad. Las respuestas que el alumno, en esta etapa, comience a darse respecto a interrogantes tales como <¿de dónde vengo?> <¿qué hago aquí?> o <¿qué hay después de la muerte?> influirán poderosamente sobre el desarrollo integral de su persona.

La Enseñanza Religiosa Evangélica, al tratarse de un área que puede ser elegida libremente al comienzo de cualquiera de los años académicos de la etapa, se articulará en cada curso alrededor de unos centros de interés que garanticen el desarrollo de los aspectos fundamentales del currículo de esta enseñanza.

De esta forma el planteamiento básico de esta materia consiste en orientar a los alumnos, a partir del conocimiento y análisis de las enseñanzas de Jesús, en la búsqueda de respuestas válidas a las inquietudes que se les plantean en las diversas áreas de su existencia. El profesor aporta a los alumnos los recursos, medios y guía necesarios para que sean capaces, por sí mismos, de elaborar sus propias interpretaciones y conclusiones personales a partir de las situaciones planteadas.

Se considera importante que lo descubierto a lo largo del proceso de enseñanza-aprendizaje sea comunicado por el alumno para poder ser asimilado e integrado como fase final de un auténtico aprendizaje significativo.

El hecho en sí de que el alumno tenga que elaborar su elección personal, en conciencia y libremente, desde los presupuestos expresados en los contenidos, conlleva la estimación de todas las capacidades que se pretenden desarrollar en esta etapa.

Por otra parte, la inserción creativa en los grupos de pertenencia que pretende toda enseñanza evangélica propicia las relaciones personales y fomenta la tolerancia y el sentido crítico. Ello va a posibilitar que el alumno conozca e interprete la realidad de manera que pueda intervenir en ella de forma responsable, creativa y constructiva.

Finalmente cabe señalar que los contenidos en esta etapa se organizan en torno a los siguientes bloques temáticos: La Biblia, la Palabra de Dios; Jesucristo, único mediador y ejemplo a seguir; La Iglesia, el Pueblo de Dios; El mundo que Dios creó; La familia; El amor de Dios.

3. Objetivos generales

La Enseñanza Religiosa Evangélica, en la etapa de Educación Primaria tendrá como objetivo contribuir a desarrollar en los alumnos y las alumnas las capacidades siguientes:

1. Tomar conciencia de la existencia de Dios, el Ser Supremo, que está interesado en cada ser humano de una forma personal.

2. Apreciar la Biblia como el libro por medio del cual Dios ha revelado al ser humano su voluntad y propósitos para la humanidad.

3. Conocer la persona de Jesuscristo, su vida, su obra y su mensaje de salvación.

4. Valorar la vivencia de las primeras comunidades cristianas como modelo de expresión del amor fraterno y la convivencia de la familia de la fe.

5. Conocer y valorar su cuerpo, creado por Dios, adoptando una actitud responsable hacia sí mismo, sabiendo usarlo como instrumento de comunicación y relación adecuado con los demás seres humanos.

6. Identificar los orígenes de la libertad y dignidad de las personas en las relaciones con sus semejantes, como seres creados igualmente por Dios, reconociendo la marginación y discriminación como ofensa a Dios y como hecho no deseable.

7. Analizar las actitudes y valores de los personajes bíblicos, utilizando la información transmitida por la Biblia para iniciar la formación de su propio sistema de valores.

8. Respetar y valorar el entorno natural como creación y manifestación del poder y el amor de Dios.

9. Comprender y producir mensajes que expresen su relación con Dios utilizando el lenguaje oral y escrito, así como otros medios de expresión corporal, plástica y musical.

4. Contenidos

1. La Biblia: La Palabra de Dios:

Conceptos:

1. La Biblia: El libro inspirado por Dios. Su unidad y coherencia.

2. Estructura de la Biblia: Antiguo y Nuevo Testamento.

3. Dios se comunica con el ser humano.

4. Niños y niñas de la Biblia.

5. La Biblia, el mejor libro para mí.

Procedimientos:

1. Lectura de la Biblia y memorización de textos significativos.

2. Utilización de estrategias que permitan resolver dudas en la comprensión de los textos bíblicos (releer, usar diccionarios, buscar información adicional, preguntar al maestro, etc.).

3. Elaboración y explicación de esquemas y gráficos sobre la estructura de la biblia.

4. Expresión de las consecuencias del mensaje de Dios en los personajes bíblicos.

5. Utilización de los distintos medios disponibles como fuentes de información para el estudio del mensaje bíblico.

Actitudes:

1. Interés y respeto por la Palabra de Dios y sus enseñanzas prácticas para la vida.

2. Curiosidad por descubrir las peculiaridades del proceso de formación, conservación y transmisión de las Escrituras.

3. Valoración de los personajes bíblicos a través de los cuales Dios ha actuado en la historia de la humanidad.

4. Sensibilidad ante la riqueza literaria de los textos bíblicos (históricos, poéticos, proféticos, etc.).

2. Jesucristo: Unico mediador y ejemplo a seguir:

Conceptos:

1. Jesús: Dios y hombre.

2. Los profetas hablaron de un Salvador: Nacimiento de Jesús.

3. Jesús el Maestro.

4. Su vida y hechos milagrosos.

5. Jesús muere y resucita por mí y trae la salvación.

7. Jesús volverá como Rey.

Procedimientos:

1. Dialogar acerca de textos bíblicos relacionados con la necesidad moral y espiritual del ser humano como pecador.

2. Análisis de los distintos medios que las personas emplean para intentar lograr la salvación.

3. Comentario y análisis personal de los textos bíblicos que presentan a Cristo como mediador entre Dios y el ser humano.

4. Manejando distintas profecías del Antiguo Testamento identificar aquellas que hablan y se refieren a Jesús.

5. Representación de los acontecimientos ocurridos desde la anunciación hasta la venida de los magos.

6. Clasificar por orden cronológico los acontecimientos más destacados de la vida de Jesús.

7. Análisis de los hechos que rodearon la muerte y resurrección de Jesús y las reacciones de Judas, Pilatos, Pedro, los ladrones, María, Juan y José de Arimatea.

Actitudes:

1. Percatarse de la obra redentora que cumplió Jesucristo.

2. Valoración de Jesucristo como el único camino de salvación.

3. Reconocimiento de la responsabilidad del ser humano ante la obra de Cristo.

4. Admiración ante la persona y la obra de Jesús y sus implicaciones para sus vidas.

6. Apreciación de las implicaciones actuales de la segunda venida de Jesucristo.

3. El Pueblo de Dios:

Conceptos:

1. Dios quiso revelarse a los seres humanos y para ello escogió un Pueblo.

2. A través de Jesús, Dios dio la oportunidad para que toda persona pudiera formar parte de su Pueblo.

3. Jesús forma y encabeza la familia de la fe.

4. Jesucristo vive eternamente y se manifiesta a través de su Pueblo.

Procedimientos:

1. Identificación de las características distintivas de la vida en la Iglesia primitiva.

2. Comprensión a partir de diversos textos bíblicos de que Dios tiene el propósito de establecer una nueva relación con cada ser humano.

3. Clasificación cronológica de los acontecimientos y personajes bíblicos más destacados en el desarrollo del Pueblo de Dios.

4. Estudio de los relatos bíblicos referentes al desarrollo futuro del Pueblo de Dios.

Actitudes:

1. Valoración de la veracidad de la historia del Pueblo de Dios.

2. Sensibilidad ante la actuación de Dios en medio de su pueblo.

3. Apreciación del amor fraternal en la vida de la Iglesia neotestamentaria.

4. Admiración ante los valores y actitudes positivos de los personajes bíblicos.

4. El mundo que Dios creó:

Conceptos:

1. Dios existía antes de la Creación.

2. Dios creó el Universo.

3. Dios creó a todo ser viviente.

4. Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza, haciéndole responsable sobre lo creado.

Procedimientos:

1. Elaboración, con diferentes formas expresivas, de un relato sobre la creación a partir de los datos bíblicos.

2. Introducción al trabajo con documentos bíblicos como fuentes de información autorizadas acerca del origen del ser humano.

3. Recogida de datos bíblicos acerca del modo en que el ser humano se sirve de lo creado por Dios.

4. Realización de observaciones de la grandeza de Dios expresada a través de su Creación.

Actitudes:

1. Admiración ante el orden que mantiene lo creado por Dios, y disfrute de su belleza.

2. Aceptación de la dignidad del ser humano por ser creación de Dios.

3. Sensibilidad ante las injusticias sociales y humanas.

4. Respeto por los animales y plantas del entorno y responsabilidad en su mantenimiento y cuidado.

5. Valoración de las repercusiones del desarrollo tecnológico sobre la Creación de Dios.

5. La familia:

Conceptos:

1. La familia planeada por Dios.

2. La honra debida a los padres.

3. Mi familia y yo.

4. En mi familia crezco y me desarrollo.

Procedimientos:

1. Investigación acerca del modelo de familia presentado en la Biblia.

2. Identificación y expresión de las características diferenciales entre tipos de familias, teniendo como referencia casos bíblicos y contemporáneos.

3. Reflexión acerca del lugar de la familia en la sociedad actual.

Actitudes:

1. Respeto y obediencia a sus padres.

2. Aceptación de la propia familia.

3. Sensibilidad y respeto hacia los distintos miembros de la familia.

4. Valoración del papel que desempeña en su familia.

6. Dios nos ama:

Conceptos:

1. Dios me ha creado y me conoce.

2. Dios nos ama y quiere relacionarse con nosotros.

3. Jesucristo, el amor de Dios encarnado.

4. Dios nos escucha y cuida de nosotros.

5. Amor a Dios y amor al prójimo.

6. Dios cuida de su creación.

Procedimientos:

1. Expresar oralmente las observaciones realizadas acerca del amor de Dios hacia el ser humano.

2. Descripción de los medios que Dios provee para la comunicación personal con El: la lectura de su Palabra y la oración.

3. Análisis de textos bíblicos que narran el cuidado de Dios para con su Pueblo.

4. Realización de actividades que promuevan la manifestación del amor del niño hacia su entorno natural y social.

Actitudes:

1. Sensibilidad para captar el amor de Dios manifestado en su propia vida.

2. Valoración del amor en la familia como expresión del amor de Dios.

3. Toma de conciencia de que su crecimiento y desarrollo físico, mental, emocional y espiritual son parte del plan de Dios para su vida.

4. Sensibilidad ante el privilegio de poder vivir siempre con Jesús.

5. Criterios de evaluación

Teniendo en cuenta las características peculiares del área de Enseñanza Religiosa Evangélica, definidas en el preámbulo y la introducción, así como lo incongruente que resultaría -con la naturaleza y los objetivos de dicha enseñanza- reducir la evaluación a una calificación cuantitativa, el aprendizaje de los alumnos en este área ha de evaluarse considerando el valor que dichos aprendizajes han tenido para mejorar la vida de los alumnos y no según parámetros de éxito-fracaso en la superación de pruebas de evaluación.

Es por ello que se recomienda que la evaluación -mucho más allá que limitarse al hecho de <poner nota> a los alumnos- se entienda como todo un proceso de recogida de información sobre el curso del aprendizaje seguido, del que se haga partícipe al alumno, tanto como a su familia, con el objeto de que pueda orientar su propio aprendizaje y que ayude al profesor a reorganizar el proceso de enseñanza-aprendizaje.

En caso de que sea necesario -o se considere pertinente- calificar al alumno, sólo será objeto de valoración el grado de aprendizaje de los contenidos conceptuales y procedimentales. Esto es debido a que en el ámbito de las actitudes y en el marco de este área -tal y como ha sido concebida en el contexto del sistema educativo- la respuesta de los alumnos es y debe ser voluntaria. Por lo tanto, que un alumno no asuma voluntariamente una actitud cristiana y bíblica ante un asunto particular en ningún caso podrá suponer la calificación de no apto.

Por otra parte, a la hora de formular preguntas de exámenes, o pruebas conducentes a una calificación, se ha de cuidar no expresarlas de modo que presupongan que el alumno asume afirmaciones que son declaraciones de fe cristiana, cuando realmente no las asume, ni está obligado a ello.

No obstante, los contenidos actitudinales pueden y deben ser objeto de evaluación, aunque no de calificación a efectos académicos. En este sentido, ya que el aprendizaje de actitudes no se puede evaluar del mismo modo que el cognitivo o motriz, en la evaluación de las actitudes han de esperarse respuestas voluntarias, no estandarizadas, sino representativas: indicios de la actitud o actitudes que se pretende que los alumnos aprehendan.

En la evaluación de la Enseñanza Religiosa Evangélica deben participar los alumnos y sus padres. Es conveniente que los resultados de la evaluación -expresados personalizadamente y no necesariamente de modo cuantitativo- sean comunicados también a los propios alumnos y a sus padres, con el propósito de que puedan contribuir al desarrollo personal, espiritual y social de los alumnos.

Es en este contexto en el que adquieren todo su sentido, y han de ser aplicados, los siguientes criterios de evaluación.

1. Leer textos bíblicos, seleccionados por el profesor, captando el sentido general de los mismos, y resumir las principales ideas expresadas acerca de quién es y cómo es Dios, comparándolas con las ideas que otras personas tienen acerca de El.

Este criterio de evaluación trata de comprobar si el alumno identifica y comprende quién es y cómo es Dios, para el pueblo de Israel y para los cristianos -según lo presenta la Biblia-, y si es capaz de contrastar las ideas que otras personas tienen acerca de Dios con la manera en que se le describe en la Biblia. Las comparaciones se realizarán por contraste y se establecerán semejanzas y diferencias. La evaluación se realizará sobre textos del Antiguo y Nuevo Testamento en los que el que habla sea Dios mismo o personas que están orando o dando testimonio a otros acerca de quién es Dios o acerca de lo que El ha hecho.

2. A partir de observaciones del mundo natural, dialogar sobre los detalles y características del entorno natural que manifiestan la forma de ser de quien lo creó, contrastándolo con la manera en que la Biblia nos muestra a Dios como Creador y plasmando los resultados del diálogo (textos escritos, murales, dibujos).

Con este criterio se trata de comprobar si el alumno o la alumna ha captado detalles y características del mundo natural que nos dan pistas acerca del carácter de quien lo creó. Se evaluará que el alumno ha percibido que el orden y la grandiosidad del mundo natural son evidencias de bastante peso que muestran que un ser personal inteligente y poderoso tuvo que haberlo creado, y que dichas evidencias son coherentes con la manera en que la Biblia describe a Dios como Creador. Lo importante no es que los alumnos expresen sus ideas y conclusiones con términos teológicos o muy elaborados, sino con sus propias palabras y posibilidades plásticas, y de acuerdo a su edad y nivel de desarrollo.

3. Identificar, analizar y memorizar diversos textos bíblicos que presentan a las Escrituras como medio por el cual Dios ha revelado al ser humano su voluntad y propósitos para la humanidad, explicando -de forma oral o por escrito- el significado de los mismos.

Con este criterio se trataría de verificar que los alumnos son capaces de localizar en la Biblia textos que presentan a las Escrituras como medio por el cual Dios ha revelado al ser humano Su voluntad y propósitos para la humanidad, así como de memorizar comprensivamente algunos de ellos, es decir, comprendiendo qué significan y siendo capaces de explicarlos a otros.

4. Utilizar la Biblia para hallar respuesta a interrogantes éticos y existenciales que se plantean en la vida cotidiana, resumiendo sus hallazgos y comunicándolos a otros compañeros y compañeras de clase.

Este criterio pretende evaluar la funcionalidad y aplicación que el alumno da a la Biblia como medio por el cual Dios ha revelado al ser humano Su voluntad y propósitos para la humanidad, y concretamente para él o ella como ser humano. Se valorará también la comprensión que el alumno manifieste del texto utilizado, no sólo el hecho de que recurra a la Biblia para hallar respuesta a sus interrogantes.

5. Mediante el estudio de pasajes de los Evangelios, identificar y ordenar temporalmente los principales hechos de la vida de Jesús, elaborando la información recogida (dibujos, esquemas).

Con este criterio lo que se pretende comprobar es que los alumnos conocen y son capaces de identificar los principales hechos de la vida de Jesús, tal como se relatan en los Evangelios, así como de ordenarlos temporalmente. Lo más importante no es que sepan colocar cada hecho en su situación temporal exacta, sino que sean capaces de reconocer las relaciones antes y después.

6. Identificar y distinguir las ideas básicas que resumen el mensaje de salvación que Jesús proclamó, en diversos textos del Nuevo Testamento seleccionados por el profesor o por los propios alumnos, expresando por medio de diversos lenguajes (oral, escrito, corporal, plástico o musical) sus pensamientos y sentimientos ante el mensaje de Jesús.

En este criterio de evaluación se trata de comprobar que el alumno o la alumna conoce y ha comprendido en un nivel básico en qué consiste el mensaje de salvación que Jesús proclamó. Se valorará el grado en que el alumno conoce y comprende las ideas básicas que resumen el mensaje de Jesús, nunca su actitud ante el mismo. También se valorará que los alumnos sean capaces de expresar, abierta y creativamente, a través de diversos lenguajes, qué piensan y sienten ante el mensaje de Jesús, siempre en un clima de respeto y libertad.

7. Realizar, con la ayuda del profesor, una sencilla investigación sobre la persona de Jesús (quién es, cuándo nació, dónde y cómo vivió, quién decía ser, cómo murió, dónde está ahora) a partir de la consulta de diversas fuentes bíblicas y extrabíblicas, elaborando la información recogida (textos escritos, cuadros, tablas, murales, esquemas), y comunicar los resultados al resto de la clase.

Con este criterio se pretende evaluar si el alumno es capaz de realizar una investigación sencilla sobre la persona de Jesús, planificando el proceso de investigación, seleccionando y utilizando diversas fuentes, elaborando la información recogida, llegando a conclusiones personales y comunicando sus hallazgos a otros. Al evaluar se tendrá en cuenta el grado de ayuda recibida del profesor y si la investigación se ha realizado individualmente o en grupo. Se valorará, asimismo, el grado en que los alumnos han comprendido quién es Jesús, según lo presenta la Biblia y las otras fuentes consultadas.

8. Identificar situaciones y acciones que son expresiones del amor fraterno y de convivencia de la familia de la fe en textos de los Hechos de los Apóstoles y las Epístolas, dialogando sobre el valor que tienen, y sobre la posibilidad de experimentar hoy el amor fraternal y las condiciones que lo hacen posible.

Este criterio de evaluación trata de comprobar si el alumno identifica ciertas acciones y situaciones relatadas en los Hechos de los Apóstoles y las Epístolas que son expresiones del amor entre los miembros del Pueblo de Dios, y si entiende que hoy es posible experimentar el amor fraternal en el contexto de la comunidad cristiana.

9. A partir del análisis de diversos textos bíblicos seleccionados por el profesor, explicar por qué como ser humano -tanto su persona como su cuerpo- tiene un valor incalculable y merece ser cuidado y respetado.

Con este criterio se trata de evaluar si los alumnos han comprendido que según la Biblia la libertad y la dignidad de las personas tienen su origen en el hecho de que Dios creó al ser humano -a cada ser humano- a su imagen y semejanza, y si han captado las implicaciones prácticas que tiene el reconocerlo.

10. Utilizar el cuerpo como instrumento de comunicación y relación con los demás compañeros en la interacción cotidiana y al participar en juegos colectivos, manifestando actitudes de respeto y cuidado hacia los demás.

Este criterio de evaluación trata de comprobar si el alumno o la alumna es capaz de relacionarse adecuadamente con los demás, utilizando su cuerpo para comunicarse a través de gestos y acciones que ponen de manifiesto actitudes de respeto y cuidado hacia su propio cuerpo y hacia el de los demás. Se dará importancia a la disposición y acciones de cuidado en favor de otros, al respeto a las normas de funcionamiento del grupo, y las maneras positivas de tratar a los demás.

11. A partir de textos de los Evangelios, realizar una pequeña investigación acerca de encuentros que tuvo Jesús con personas marginadas que sufrían discriminación, descubriendo las actitudes que manifestó hacia ellos y las acciones que realizó en su favor, percatándose de que hoy podemos seguir su ejemplo y dialogando acerca de maneras concretas en que podemos hacerlo.

En este criterio se trata de evaluar si el alumno, a través del estudio de diversos textos de los Evangelios, es capaz de captar la manera en que Jesús trató a las personas marginadas y las actitudes que tuvo hacia ellos, y de darse cuenta de que hoy podemos seguir su ejemplo, descubriendo maneras prácticas de hacerlo.

12. Descubrir -a partir del texto bíblico- cómo vivieron diversas personas (niños, jóvenes y adultos; hombres y mujeres), analizando los valores y actitudes que manifestaron y mantuvieron a lo largo de la vida, y sacar conclusiones sobre qué valores y actitudes de los asumidos por ellos podemos y debemos imitar, expresándolos a través de diversos lenguajes (oral, escrito, corporal, plástico y musical).

Con este criterio se trataría de comprobar si los alumnos se identifican con actitudes y valores morales manifestados por diversos personajes bíblicos. Lo importante es que los alumnos sean capaces de identificarse con algunas actitudes y valores positivos, que han asumido libremente tras un estudio serio y detenido de la vida de diversos personajes bíblicos.

13. Al realizar excursiones, visitas a parques o jardines, y en su proceder cotidiano en el entorno del colegio, cuidar la naturaleza, manifestando actitudes de respeto hacia el entorno natural.

Este criterio pretende evaluar las actitudes del alumno hacia el entorno natural. Se valorarán las acciones que denotan cuidado y respeto hacia plantas y animales de su entorno inmediato, y preocupación por la conservación del medio natural.

ANEXO II

(Currículo del área de <Enseñanza Religiosa Evangélica> en Educación Secundaria Obligatoria)

EDUCACION SECUNDARIA OBLIGATORIA

CURRICULO DEL AREA DE <ENSEÑANZA RELIGIOSA EVANGELICA>

1. Preámbulo

La constitución de España como un Estado social y democrático de Derecho, en el que queda garantizada la libertad religiosa y de enseñanza, así como la igualdad de todos los españoles ante la ley, se traduce, en el ámbito de la educación, en el derecho que asiste a cada padre de elegir para sus hijos la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones (artículo 27.3 de la Constitución).

La Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo establece que la enseñanza, en la etapa de Educación Secundaria Obligatoria, tiene entre sus objetivos el desarrollo, en los alumnos, de capacidades tales como <conocer las creencias, actitudes y valores básicos de nuestra tradición y patrimonio cultural, valorarlos críticamente y elegir aquellas opciones que mejor favorezcan su desarrollo integral como personas>, así como <comportarse con espíritu de cooperación, responsabilidad moral, solidaridad y tolerancia, respetando el principio de la no discriminación entre las personas>.

Por otra parte, la disposición adicional segunda de la misma Ley Orgánica prevé que la enseñanza de la religión se ajustará a lo dispuesto en los Acuerdos de Cooperación del Estado Español con las diferentes Confesiones Religiosas.

En consecuencia el ordenamiento educativo resultante establece que el modo en que los padres pueden ejercer su capacidad de elección de un tipo de formación religiosa y moral, u otra, para sus hijos -o, en su caso, los propios alumnos- consiste en la elección de alguno de los modelos de enseñanza religiosa ofertados por las diferentes Confesiones.

Las Iglesias Evangélicas, agrupadas en la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, han estructurado su aportación al currículo escolar, por medio del área de Enseñanza Religiosa Evangélica.

La existencia misma de la Enseñanza Religiosa Evangélica implica la posibilidad de que los padres que deseen que su hijo reciba la formación religiosa y moral, desde la perspectiva de lo que las Iglesias Evangélicas representan y ofrecen, puedan ver garantizado el ejercicio de su derecho fundamental al elegir dicha opción entre otras posibles.

Toda enseñanza presupone un modelo antropológico del alumno que, si bien en la concepción del mundo de lo material -en principio- cualquiera de dichos modelos puede resultar compatible con el que posea cada sujeto de la educación, en el ámbito de lo espiritual la enseñanza debe ser plural a fin de que se pueda dar respuesta, por medio de las opciones existentes en el sistema educativo a las diferentes concepciones, necesariamente subjetivas, que sobre el aspecto teológico de la naturaleza humana existen en la sociedad.

En la propia capacidad de elección por el alumno (o por sus padres) del tipo de formación religiosa y moral que desea recibir, se pone de manifiesto el carácter plural que cada familia reclama para el sistema educativo que se da a su sociedad, en el ámbito de un aspecto tan crítico de la formación de los adolescentes.

Esta capacidad es definida por el legislador en términos de derecho fundamental, y la extiende más allá del propio ámbito de la formación religiosa y moral cuando se refiere a que son fines del sistema educativo español <El pleno desarrollo del alumno>, o <La formación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales y en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad dentro de los principios democráticos de convivencia> (artículo 1 de la LOGSE).

Pues bien, no hay mejor ocasión en la que se pueda demostrar este respeto a los derechos y libertades fundamentales que cuando el alumno (o sus padres) puede ejercer el derecho que posee a elegir la formación religiosa y moral que desee, tanto como al participar en el proceso de enseñanza-aprendizaje del tipo concreto de educación que ha elegido, siempre que este proceso se base en el reconocimiento que su propia naturaleza, de enseñanza libremente elegida, le confiere.

En efecto es, sobre todo, en el propio marco de la enseñanza de una materia elegida sobre la base del ejecicio de un derecho tan fundamental, donde con más motivo se ha de garantizar que en todo el proceso de enseñanza se siga manteniendo el más estricto respeto a la conciencia y a la libertad del alumno.

Por cuanto que un alumno elija un determinado tipo de formación religiosa, en el marco del sistema educativo, no implica que confiese dicha religión, el modo en que se estructure -y más aún en el que se desarrolle- dicha enseñanza, debe contemplar que cualquier presupuesto acerca del valor implícito que los planteamientos que conlleva dicha formación tengan para quien la ofrece, debe poder ser objeto de cuestionamiento por el que la recibe.

Por consiguiente, el hecho de que la existencia de la Enseñanza Religiosa Evangélica se base en la capacidad de los padres, o, en su caso, del propio alumno, de ejercitar el derecho fudamental de recibir la formación religiosa y moral que deseen, confiere a esta materia un carácter peculiar que, además, es coherente con la naturaleza misma del Evangelio.

El Evangelio -al ser esencialmente comunicación del mensaje verbalizado y encarnado por la persona histórica de Jesucristo de la magnífica noticia de que Dios se ha acercado al hombre, participando de su misma naturaleza, a fin de que cada ser humano pueda, libremente, acercarse a Dios- conlleva en su propia esencia la suposición en el ser humano de la capacidad de manifestación de su derecho natural más fundamental: su libertad de elección acerca de su relación con su Creador.

Por lo tanto, al considerar la manera en que ha de comunicarse el Evangelio, pretendemos seguir el ejemplo de Jesús, el cual respetaba la posibilidad de que para sus interlocutores su mensaje y su Persona no tuvieran otro valor subjetivo que el que ellos mismos quisieran darle, al tiempo que demostró por su compromiso con su misión -que le llevó a entregar su vida hasta su muerte en la cruz- y por las consecuencias de la misma -resucitando para darnos vida eterna- el valor que verdaderamente tienen su Persona y su enseñanza.

Desde esta perspectiva la Enseñanza Religiosa Evangélica llega a adquirir todo su sentido. El alumno recibe el tipo de formación religiosa que ha elegido, la cual está fundamentada, a su vez, en la invitación a que compruebe por sí, crítica y analíticamente, el valor que los contenidos de la misma deben tener en su vida.

Todo ello implica que la Enseñanza Religiosa Evangélica se ha de orientar hacia la capacitación del alumno en el conocimiento y el manejo de la Biblia, en tanto que medio fundamental para la comprensión de todo lo que tiene que ver con el modo en que Dios se ha acercado y revelado al ser humano a través de su Hijo Jesucristo.

Por otra parte, las Iglesias Evangélicas de España, al formular una oferta curricular de estas características, contribuyen a cubrir el déficit cultural que ha supuesto la ausencia casi permanente de una enseñanza evangélica en la historia del sistema educativo español.

2. Introducción

A través de la Enseñanza Religiosa Evangélica, en la Educación Secundaria Obligatoria se pretende ofrecer a los alumnos y las alumnas aquellos elementos que, basados en los principios bíblicos, puedan ayudarles en su desarrollo integral como personas con el propósito de adquirir la adecuada madurez, autonomía y responsabilidad personal.

Considerando a la persona humana como un ser integral en el que subsisten diferentes dimensines -biológica, psicológica, social y espiritual- se hace necesaria una formación que tenga en cuenta los aspectos espiriturales de la misma. Precisamente en una sociedad pluralista como la nuestra cabe esperar la coexistencia de diversos criterios de pensamiento y acción, en un clima de libertad y diálogo. Es por esto que, considerando las características de los alumnos en esta etapa, la Enseñanza Religiosa Evangélica pretende ofrecer una formación que tenga en cuenta estos aspectos o dimensiones de la persona.

El profesor considerará, al desarrollar los contenidos de este área, el desarrollo evolutivo de los alumnos, ya que la transición del pensamiento lógico-concreto al lógico-formal les permite la racionalización progresiva y el examen crítico de los conceptos, vividos como experiencias en las etapas precedentes.

El estudio por el alumno de su realidad circundante, mediante la práctica de un juicio analítico y responsable, le permitirá una reflexión sobre diversos temas éticos y trascendentes que le preocupen, de modo que podrá ir elaborando un cuadro de valores basado en los principios bíblicos, que oriente de forma suficientemente sólida sus actitudes y comportamientos personales, lo que le servirá de guía frente a la pluralidad de ofertas, modos de vida y de pensamiento característicos de nuestra sociedad actual.

Los contenidos se organizan en este área alrededor de los siguientes núcleos fundamentales: la racionalidad de la revelación bíblica, la historia de la salvación, la figura histórica de Jesús de Nazaret, la historia del cristianismo desde sus orígenes hasta la Reforma, el ser cristiano y lo que ello implica en cuanto al comportamiento ético y las responsabilidades en el contexto contemporáneo.

Aunque los procedimientos tienen su lugar y se detallan en su apartado correspondiente, se quiere resaltar la importancia que se da en el transcurso de la etapa a los aspectos actitudinales, puesto que en este momento el proceso de cambios que experimentan los alumnos en las dimensiones física y psíquica es vivido con gran intensidad tanto en el entorno familiar como en el escolar.

Al finalizar la etapa se espera que la Enseñanza Religiosa Evangélica haya contribuido a la consecución de los siguientes objetivos generales previstos para la misma: conocer las creencias, actitudes y valores de nuestro patrimonio cultural; formarse una imagen apropiada de sí mismo; relacionarse de forma respetuosa y tolerante con otras personas y culturas; producir mensajes orales y escritos de forma creativa.

3. Objetivos generales

La Enseñanza Religiosa Evangélica, en la etapa de Educación Secundaria Obligatoria, tendrá como objeto contribuir a desarrollar en los alumnos y las alumnas las siguientes capacidades:

1. Descubrir las principales enseñanzas bíblicas, aplicando diversos métodos de estudio, con el objetivo de elaborar conclusiones personales sobre la veracidad y relevancia de dichas enseñanzas.

2. Valorar y respetar la Biblia como fuente por medio de la cual Dios se revela y habla al ser humano, utilizándola como recurso para el desarrollo individual y colectivo.

3. Conocer los principales hechos acaecidos en la historia del pueblo de Israel y sus implicaciones en el plan salvífico de Dios.

4. Identificar la persona de Jesús como la máxima expresión de la acción salvífica de Dios que demanda una respuesta de cada ser humano.

5. Conocer las enseñanzas y obras de Jesús de Nazaret, valorando la influencia que tuvieron en las personas que se relacionaron con El.

6. Reconocer e identificar los principales datos, hechos históricos y sus consecuencias en el devenir del pueblo cristiano desde sus orígenes hasta la Reforma Religiosa del siglo XVI.

7. Descubrir y valorar, en las vidas transformadas de ciertos personajes del Nuevo Testamento y en la nueva relación personal que experimentan con Dios, qué significa ser cristiano.

8. Apreciar la familia como parte importante del plan de Dios para el desarrollo integral de cada ser humano, tomando conciencia de su papel dentro de ella.

9. Desarrollar un espíritu sensible, solidario y comprometido ante lo humano.

10. Apreciar la creatividad artística del ser humano como manifestación de su semejanza con la capacidad creadora de Dios.

11. Valorar la diversidad cultural manifestando actitudes de tolerancia y respeto por otras culturas, sin renunciar por ello a un juicio crítico sobre las mismas desde una perspectiva bíblica.

12. Contrastar los valores éticos cristianos con los valores predominantes en la sociedad actual.

4. Contenidos

1. La Biblia y su estudio:

Conceptos:

1. Fundamentación bíblica: La racionalidad de la revelación.

1.1 Concepto de revelación.

1.2 Criterios extrínsecos: Históricos y racionales.

1.2.1 Históricos: Bases arqueológicas y antropológicas.

1.2.2 Racionales: Empíricos (método científico) y deductivos.

1.3 Criterios intrínsecos a la Biblia.

2. Contenidos bíblicos.

2.1 Concepto de inspiración.

2.2 Propósito de la Palabra de Dios.

2.3 Composición del Antiguo Testamento.

2.4 Composición del Nuevo Testamento.

3. Bases de interpretación.

3.1 El lenguaje.

3.2 El marco histórico y geográfico.

3.3 Texto y pasajes paralelos.

3.4 Las concepciones teológicas de la época.

3.5 Métodos de interpretación.

4. Líneas directrices del mensaje bíblico.

4.1 Dios. Su existencia, atributos y relación con el ser humano. 4.2 El ser humano, su naturaleza caída.

4.3 El plan de salvación.

4.4 La obra expiatoria de Cristo.

4.5 La resurrección y ascensión de Cristo.

4.6 La presencia y la obra del Espíritu Santo.

4.7 La justificación por la fe.

4.8 El Reino de Dios y la Iglesia.

Procedimientos:

1. Debate sobre la validez de cada uno de los criterios de autenticidad del mensaje bíblico.

2. Identificación de la unidad y coherencia de un mensaje de siglos: La Biblia.

3. Composición de cuadros esquemáticos, respecto a la estructura de la Biblia.

4. Obtención, análisis y registro de pistas escriturales, que nos han de permitir construir las bases doctrinales de la fe cristiana.

5. Memorizar versículos clave acerca de diversos temas.

Actitudes:

1. Valoración de la autenticidad y autoridad de la Biblia.

2. Preocupación por el rigor crítico y objetividad en el estudio bíblico.

3. Curiosidad y disfrute por la lectura de la Biblia.

4. Interés por extraer las enseñanzas de la Palabra de Dios.

2. La historia de la salvación: De Adán a Jesucristo:

Conceptos:

1. Adán y Eva: Desobediencia y separación de Dios. Promesa de un Salvador.

2. Noé y el diluvio: La obediencia de un hombre.

3. Soberbia humana: La Torre de Babel.

4. Abraham: Dios confirma la promesa.

5. El pueblo de Israel en Egipto: La Pascua.

6. Moisés: Confirmación del pacto de Dios con su pueblo. Ley Levítica y tipología.

7. La conquista de la tierra prometida. Los jueces: De Josué a Samuel.

8. El pueblo pide un rey. Dios renueva su promesa con David.

9. División del Reino. El mensaje de los profetas. La cautividad.

10. El regreso y la reconstrucción de Jerusalén.

11. El Mesías prometido. El nuevo pacto.

Procedimientos:

1. Localización de los libros del Antiguo Testamento con agilidad.

2. Lectura de textos bíblicos del Antiguo Testamento.

3. Análisis del contexto histórico-geográfico en los diferentes períodos del Antiguo Testamento.

4. Identificación de la promesa divina a través de los acontecimientos relatados en el Antiguo Testamento.

Actitudes:

1. Toma de conciencia acerca de quién parte la iniciativa en la historia de la salvación.

2. Valoración del cumplimiento de las promesas de Dios a su pueblo.

3. Interés por los aspectos históricos, sociales, culturales y religiosos de Israel en la antigüedad.

4. Consideración de las circunstancias que Dios utiliza para llevar a cabo sus propósitos de salvación.

3. La figura histórica de Jesús de Nazaret:

Conceptos:

1. Marco de referencia.

1.1 Fuente de información básica: El Nuevo Testamento. Historicidad de los Evangelios.

1.2 Datos extrabíblicos.

1.3 Contexto histórico, político y geográfico.

1.4 El cumplimiento de las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento.

2. La personalidad de Jesús.

2.1 Nacimiento e infancia de Jesús.

2.2 Desarrollo de su ministerio. Integridad y coherencia de Jesús.

2.3 Jesús, modelo de vida.

2.4 La relación personal de Jesús:

Con el Padre.

Con los discípulos.

Con nosotros.

2.5 Muerte, resurrección y ascensión de Cristo.

2.6 Jesucristo: La promesa de su segunda venida.

Procedimientos:

1. Descripción de los factores básicos que condicionan un hecho histórico.

2. Elaboración de mapas y búsqueda de datos geográficos de la Palestina del s. I de nuestra era.

3. Estudio comparativo de la promesa divina y la profecía del Antiguo Testamento con al realidad de Cristo Jesús.

4. Obtención, selección y registro de información relevante a la persona de Jesús, sirviéndose de la Biblia como fuente básica de información.

5. Comprensión, análisis e interpretación de textos escritos que aparecen en los Evangelios sobre la persona de Jesús; atendiendo a la situación de comunicación y a la intención del mensaje.

Actitudes:

1. Interés por estar bien informado sobre la persona de Jesús de Nazaret.

2. Toma de conciencia de la misión de Jesús en la tierra a favor de todos los seres humanos.

3. Valoración de la grandeza espiritual y humana de Jesús de Nazaret.

4. Apreciación del ofrecimiento de amistad personal por parte de Jesús a cada ser humano.

4. Historia del cristianismo: De sus orígenes hasta la reforma del siglo XVI:

Conceptos:

1. Orígenes de la Iglesia y su expansión por el Imperio Romano. La obra misionera de Pablo.

2. La época de las persecuciones. Primeras controversias.

3. La Iglesia en el Bajo Imperio Romano. De la concesión de libertad a la proclamación del cristianismo como religión oficial del Estado.

4. La configuración del cristianismo en la Península Ibérica.

5. La Iglesia en la Edad Media.

6. Precedentes medievales de la Reforma. La Reforma protestante en Europa.

Procedimientos:

1. Elaboración, lectura e interpretación de mapas geográficos e históricos.

2. Identificación y análisis del proceso de cambio que se opera en los discípulos de Jesús por la acción del Espíritu Santo.

3. Comentario de textos relacionados con la historia del cristianismo hasta el siglo XVI.

4. Utilización de bibliografía para conseguir información sobre un tema dado.

5. Representación de procesos históricos mediante diagramas, cuadros y mapas.

6. Análisis comparativo de diversas fuentes históricas.

Actitudes:

1. Preocupación por el rigor y la objetividad en la utilización e interpretación de las fuentes de información.

2. Valoración de las repercusiones de la venida y acción del Espíritu Santo.

3. Toma de conciencia de la responsabilidad colectiva de los cristianos en la transmisión del Evangelio de Jesús.

4. Consideración de la conducta de los primeros cristianos.

5. Tolerancia, respeto y valoración crítica de formas de vida, creencias, sociedades y culturas distintas a la nuestra.

6. Valoración de las repercusiones que la Reforma ha tenido en Europa.

5. Ser cristiano: Una forma de vida:

Conceptos:

1. El ser humano como creación de Dios.

1.1 El propósito de Dios. Creados a su imagen.

1.2 La integridad de la naturaleza del ser humano.

1.3 La dignidad humana.

2. La ruptura con Dios.

2.1 El deterioro de la imagen que de Dios llevamos y de nuestra propia autoimagen.

2.2 Las negativas consecuencias para la realidad humana sin Dios.

3. Un nuevo ser humano.

3.1 El nuevo nacimiento.

3.2 Seguir a Jesús.

3.3 Ser luz y sal en el mundo.

3.4 Ser cristiano: Un camino de eternidad.

Procedimientos:

1. Recogida e interpretación de información de diversas fuentes sobre comportamientos humanos.

2. Dramatización de situaciones de cooperación y de conflicto entre grupos humanos.

3. Identificar la necesidad espiritual del ser humano.

4. Deducir de la vivencia de la fe en Cristo la consecuencia ineludible de la relación personal con su Señor.

5. Análisis general de la realidad humana a través de los medios informativos.

6. Identificación, reconocimiento y denuncia de las injusticias humanas más relevantes ubicadas en el entorno del alumno.

7. Observación y reflexión sobre ejemplos de la realidad de: Culpa, ansiedad, soledad y crisis de identidad.

8. Análisis del efecto de las sectas destructivas en cuanto a la libertad y dignidad humanas.

Actitudes:

1. Valorar la importancia de cada uno en el grupo de la clase y la labor que desarrolle.

2. Escuchar y respetar las ideas de los otros.

3. Tomar conciencia de la responsabilidad individual que tenemos a la respuesta que damos a Jesús.

4. Toma de conciencia en cuanto a la realidad humana sin Dios.

5. Interés por vivir la dignidad y libertad humana en solidaridad con los demás seres humanos.

6. Etica cristiana:

Conceptos:

1. La cuestión de la libertad.

2. Nuestro cuerpo: Identidad y autoaceptación.

2.1 Sexualidad.

2.2 Agresiones a la salud. Drogas.

3. Nuestra sociedad.

3.1 Consumismo.

3.2 Marginación.

3.3 Violencia.

3.4 Medios de comunicación.

4. El valor de la vida.

5. Etica familiar.

6. Relaciones interpersonales: La amistad y el noviazgo.

7. La fe cristiana frente al relativismo y crisis de valores.

Procedimientos:

1. Planificación y realización de entrevistas y cuestionarios para obtener información sobre temas éticos.

2. Utilización de distintos medios de comunicación para el conocimiento y expresión de problemas y temas particulares.

3. Análisis crítico de la información y de los mensajes publicitarios recibidos a través de distintos medios.

4. Elaboración de trabajos sobre temas monográficos.

5. Realización de debates.

6. Estudio del modelo familiar ordenado por Dios en la Biblia.

Actitudes:

1. Valoración del diálogo como instrumento para solucionar los problemas de convivencia.

2. Valoración y autoaceptación de la propia vida como un don de Dios y rechazo a cualquier circunstancia que atente contra ella.

3. Reconocimiento de la labor de los padres.

4. Valoración de la relación de amistad, como una de las que más enriquecen la vida del hombre.

5. Criterios de evaluación

Teniendo en cuenta las características peculiares del área de Enseñanza Religiosa Evangélica, definidas en el preámbulo y la introducción, así como lo incongruente que resultaría -con la naturaleza y los objetivos de dicha enseñanza- reducir la evaluación a una calificación cuantitativa, el aprendizaje de los alumnos en este área ha de evaluarse considerando el valor que dichos aprendizajes han tenido para mejorar la vida de los alumnos y no según parámetros de éxito-fracaso en la superación de pruebas de evaluación.

Es por ello que se recomienda que la evaluación -mucho más allá que limitarse al hecho de <poner nota> a los alumnos- se entienda como todo un proceso de recogida de información sobre el curso del aprendizaje seguido, del que se haga partícipe al alumno, tanto como a su familia, con el objeto de que pueda orientar su propio aprendizaje y que ayude al profesor a reorganizar el proceso de enseñanza-aprendizaje.

En caso de que sea necesario -o se considere pertinente- calificar al alumno, sólo será objeto de valoración el grado de aprendizaje de los contenidos conceptuales y procedimentales. Esto es debido a que en el ámbito de las actitudes y en el marco de este área -tal y como ha sido concebida en el contexto del sistema educativo- la respuesta de los alumnos es y debe ser voluntaria. Por lo tanto, que un alumno no asuma voluntariamente una actitud cristiana y bíblica ante un asunto particular en ningún caso podrá suponer la calificación de no apto.

Por otra parte, a la hora de formular preguntas de exámenes, o pruebas conducentes a una calificación, se ha de cuidar no expresarlas de modo que presupongan que el alumno asume afirmaciones que son declaraciones de fe cristiana, cuando realmente no las asume, ni está obligado a ello.

No obstante, los contenidos actitudinales pueden y deben ser objeto de evaluación, aunque no de calificación a efectos académicos. En este sentido, ya que el aprendizaje de actitudes no se puede evaluar del mismo modo que el cognitivo o motriz, en la evaluación de las actitudes han de esperarse respuestas voluntarias, no sistematizadas, sino representativas: Indicios de la actitud o actitudes que se pretende que los alumnos aprehendan.

En la evaluación de la Enseñanza Religiosa Evangélica deben participar los alumnos y sus padres. Es conveniente que los resultados de la evaluación -expresados personalizadamente y no necesariamente de modo cuantitativo- sean comunicados también a los propios alumnos y a sus padres, con el propósito de que puedan contribuir al desarrollo personal, espiritual y social de los alumnos.

Es en este contexto en el que adquieren todo su sentido, y han de ser aplicados, los siguientes criterios de evaluación.

1. Identificar las principales enseñanzas de Jesús, sobre Dios Padre, el Reino de Dios, su propia identidad, su misión y cómo vivir agradando a Dios, a partir de textos de los Evangelios seleccionados por el profesor y por los propios alumnos, aplicando diversos métodos de estudio.

Este criterio de evaluación trata de comprobar si los alumnos son capaces de utilizar diversos métodos de estudio bíblico para identificar las principales enseñanzas de Jesús sobre diferentes temas (Dios Padre, el Reino de Dios, su propia identidad y misión, enseñanzas éticas). Se valorará tanto el uso, con relativa soltura, de diversos métodos de estudio bíblico, como el conocimiento y la comprensión de las principales enseñanzas de Jesús sobre los temas estudiados.

2. Identificar, analizar y valorar diversos textos bíblicos que presentan a las Escrituras como medio por el cual Dios se revela y habla al ser humano.

Con este criterio se trata de comprobar si el alumno o la alumna es capaz de encontrar e identificar en la Biblia textos que presentan a las Escrituras como medio por el cual Dios se revela y habla al ser humano, así como si es capaz de realizar un análisis y una valoración personal de los mismos. Se evaluará, también, la comprensión de los textos identificados.

3. Realizar, con la ayuda del profesor, una sencilla investigación sobre la fiabilidad histórica de los Evangelios, a partir de la consulta de diversas fuentes secundarias -algunas seleccionadas por el profesor y otras por los propios alumnos-, recogiendo evidencias externas e internas al texto bíblico, y comunicando los resultados a los demás compañeros y compañeras.

Con este criterio se pretende evaluar si el alumno es capaz de realizar una investigación sencilla sobre la fiabilidad histórica de los Evangelios, planificando el proceso de investigación, delimitando el problema a investigar, seleccionando y utilizando diversas fuentes, elaborando la información recogida, sacando conclusiones y comunicando sus hallazgos a otros. Se valorará no sólo el resultado final sino el proceso seguido, así como la solidez histórica y lógica de las evidencias recogidas y la coherencia de las conclusiones respecto a la información manejada, teniendo presente el nivel de desarrollo del alumno.

4. Obtener información, a partir de fuentes bíblicas y extrabíblicas, sobre los principales hechos acaecidos al pueblo de Israel hasta el siglo I de nuestra era, e identificar las principales etapas históricas de su desarrollo, elaborando la información recogida (tablas, gráficos resúmenes).

Este criterio de evaluación trata de comprobar si los alumnos son capaces de utilizar procedimientos de recogida, análisis, organización y presentación de la información para identificar las principales etapas históricas en el desarrollo del pueblo de Israel de sus orígenes hasta el siglo I de nuestra era. Además de la identificación de las principales etapas, se valorará el conocimiento de los principales hechos que en ellas tuvieron lugar.

5. Sacar conclusiones acerca de las implicaciones que tienen los principales hechos de la historia antigua del pueblo de Israel en el plan de Dios para la salvación de la humanidad, a la luz de textos del Antiguo y Nuevo Testamento seleccionados por el profesor.

En este criterio de evaluación se pretende comprobar que el alumno es capaz de relacionar algunos hechos principales de la historia antigua de Israel con el plan total de Dios para la salvación de la humanidad. Se valorará no sólo el establecimiento de relaciones sino la coherencia de las mismas, según los textos bíblicos de los que se haya partido.

6. Mediante el estudio de diversos textos bíblicos del Antiguo y Nuevo Testamento seleccionados por el profesor, situar la persona y la obra de Jesús en el contexto de la acción salvífica de Dios, a lo largo de la historia, en favor de la humanidad, evaluando las implicaciones personales que tiene la respuesta que dé a su mensaje.

Con este criterio se trataría de evaluar si los alumnos son capaces de situar la persona y la obra de Jesús en el contexto de las acciones de Dios en favor del ser humano a lo largo de la historia a partir del análisis de diversos textos bíblicos. Se valorará la comprensión de los textos bíblicos manejados, así como la toma de conciencia de las consecuencias personales que tiene la respuesta que dé al mensaje de Jesús.

7. Identificar y ordenar cronológicamente las diversas etapas de la vida de Jesús, utilizando un conocimiento básico de las mismas para entender y situar los diversos episodios de la vida de Jesús que relatan los Evangelios.

Este criterio de evaluación pretende comprobar si el alumno o la alumna identifica y ordena cronológicamente las diversas etapas de la vida de Jesús, así como si sabe utilizar el conocimiento de las mismas para comprender mejor el sentido de los relatos de los Evangelios acerca de Jesús. Se valorará la capacidad de los alumnos para situar episodios concretos de los Evangelios en el contexto de la vida de Jesús, comprendiendo la significación que tienen dado el momento de la misma en que sucedieron.

8. Identificar y situar cronológica y geográficamente los principales hechos históricos en el devenir del pueblo cristiano desde sus orígenes en el siglo I hasta la Reforma religiosa del siglo XVI, analizando las consecuencias sociales e históricas de los mismos.

Con este criterio se trata de comprobar que el alumno identifica y conoce los principales hechos históricos del devenir del pueblo cristiano desde sus orígenes hasta la Reforma religiosa del siglo XVI, y es capaz de situarlos cronológica y geográficamente. Se trata también de evaluar la capacidad de profundizar en el análisis de algunas de las consecuencias sociales e históricas de dichos hechos h

istóricos.

9. Mediante el estudio, individual y en grupo, de diversos textos de los Evangelios que relatan encuentros de Jesús con diferentes personas, sacar conclusiones acerca de qué significa y qué implicaciones personales tiene ser discípulo de Jesucristo, comunicando los hallazgos al resto de la clase.

Este criterio trata de evaluar si los alumnos son capaces de deducir del estudio de textos bíblicos los rasgos característicos de un cristiano, así como las implicaciones personales que tiene ser discípulo de Jesucristo. También se valorará la capacidad de comunicar con claridad los hallazgos al resto de la clase.

10. Elaborar informes y participar en debates acerca de los papeles de los diversos miembros de la familia, contrastando la perspectiva bíblica de la familia con los diferentes modelos de familia presentes en la sociedad actual y valorando en qué medida la familia contribuye al desarrollo integral de cada ser humano.

Con este criterio se pretende evaluar si el alumno o la alumna conocen la perspectiva bíblica de la familia, siendo capaces de contrastarla y distinguirla de otros modelos de familia presentes en la sociedad actual, captando las razones por las cuales la vida familiar, vivida desde la perspectiva bíblica, contribuye al desarrollo integral del ser humano. Se evaluará también la participación activa en el trabajo grupal, tanto en la elaboración de informes como en los debates.

11. Participar activamente en algún proyecto colectivo (en la familia, el centro escolar, el barrio, el pueblo o la ciudad donde vive) que contribuya a cubrir las necesidades básicas (biológicas, psicológicas, sociales o espirituales) de personas de su entorno cercano, manifestando actitudes de solidaridad y compromiso.

Este criterio de evaluación trata de comprobar si el alumno participa activamente en proyectos colectivos que contribuyen a cubrir las necesidades básicas de personas de su entorno cercano. Se valorarán las acciones del alumno que denotan actitudes de sensibilidad, solidaridad y compromiso ante las necesidades del prójimo.

12. Participar en diálogos y debates sobre diversos temas, en la interacción cotidiana en el aula y en el Centro escolar, manifestando actitudes de tolerancia y respeto hacia otras culturas y formas de pensar, reconociendo que eso es posible sin renunciar a un juicio crítico sobre las mismas desde una perspectiva bíblica.

Este criterio pretende evaluar si los alumnos son capaces de manifestar actitudes de tolerancia y respeto hacia otras culturas y formas de pensar, admitiendo que eso no implica estar dispuesto a aceptar cualquier punto de vista a cualquier precio ni renunciar a un juicio crítico sobre las mismas.

13. Analizar alguna producción artística (plástica, literaria o musical), elaborada por ellos mismos o por otras personas, identificando características de la misma que denotan originalidad y creatividad, dialogando -a partir de los resultados del análisis- sobre las relaciones entre la capacidad creadora de Dios y la capacidad creadora del ser humano.

En este criterio de evaluación lo importante es si el alumno o la alumna ha captado que si Dios ha creado a cada ser humano a su imagen y semejanza -tal como enseña la Biblia-, entonces la capacidad creadora del ser humano es consecuencia de ello. Se evaluará si el alumno comprende que -desde la perspectiva bíblica- la capacidad creadora del ser humano es consecuencia, y un pequeño reflejo, de la capacidad creadora de Dios.

14. Utilizando informaciones de diversas fuentes (libros, artículos de revistas o periódicos, entrevistas, cuestionarios, programas de radio o televisión, películas, anuncios publicitarios), identificar los valores predominantes en la sociedad actual respecto a diversas situaciones, problemas y dilemas éticos contemporáneos, contrastándolos con los valores éticos cristianos que se encuentran expresamente en los Evangelios y las Epístolas o se deducen de las enseñanzas de Jesús y sus apóstoles.

Con este criterio se trata de comprobar si el alumno ha captado el significado y las implicaciones prácticas de los valores éticos cristianos. Se valorará también si es capaz de identificar los valores predominantes en la sociedad actual y de contrastarlos con los valores éticos cristianos.

ANEXO III

(Currículo del área de <Enseñanza Religiosa Evangélica> en Bachillerato) BACHILLERATO

CURRICULO DEL AREA DE <ENSEÑANZA RELIGIOSA EVANGELICA>

1. Preámbulo

La constitución de España como un Estado social y democrático de Derecho, en el que queda garantizada la libertad religiosa y de enseñanza, así como la igualdad de todos los españoles ante la ley, se traduce, en el ámbito de la educación, en el derecho que asiste a cada padre de elegir para sus hijos la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus convicciones (artículo 27.3 de la Constitución).

La Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo establece que la enseñanza, en la etapa de Bachillerato, tiene entre sus objetivos el desarrollo, en los alumnos, de capacidades tales como <consolidar una madurez personal, social y moral que les permita actuar de forma responsable y autónoma>, <analizar y valorar críticamente las realidades del mundo contemporáneo y los antecedentes y factores que influyen en él>, así como <participar de forma solidaria en el desarrollo y la mejora de su entorno social>.

Por otra parte, la disposición adicional segunda de la misma Ley Orgánica prevé que la enseñanza de la religión se ajustará a lo dispuesto en los Acuerdos de Cooperación del Estado Español con las diferentes Confesiones Religiosas.

En consecuencia, el ordenamiento educativo resultante establece que el modo en que los alumnos pueden ejercer su capacidad de elección de un tipo de formación religiosa y moral, u otra, consiste en la elección de alguno de los modelos de enseñanza ofertados por las diferentes Confesiones.

Las Iglesias Evangélicas, agrupadas en la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, han estructurado su aportación al currículo escolar, por medio de la Enseñanza Religiosa Evangélica.

La existencia misma de la Enseñanza Religiosa Evangélica implica la posibilidad de que los alumnos que deseen recibir la formación religiosa y moral, desde la perspectiva de lo que las Iglesias Evangélicas representan y ofrecen, puedan ver garantizado el ejercicio de su derecho fundamental al elegir dicha opción entre otras posibles.

Toda enseñanza presupone un modelo antropológico del alumno que, si bien en la concepción del mundo de lo material -en principio- cualquiera de ellos puede resultar compatible con el modelo propio de cada sujeto de la educación, en el ámbito de lo espiritual debe ser plural a fin de dar respuesta, por medio de las distintas opciones existentes en el sistema educativo a las diferentes concepciones, necesariamente subjetivas, que sobre el aspecto teleológico de la naturaleza humana existen en la sociedad.

En la propia capacidad de elección por el alumno del tipo de formación religiosa y moral que desea recibir, se pone de manifiesto el carácter plural que cada ser humano reclama para el sistema educativo que se da a su sociedad, en el ámbito de un aspecto tan crítico para la formación de los jóvenes.

Esta capacidad es definida por el legislador en términos de derecho fundamental, y la extiende más allá del propio ámbito de la formación religiosa y moral cuando se refiere a que son fines del sistema educativo español <El pleno desarrollo del alumno>, o <La formación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales y en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad dentro de los principios democráticos de convivencia> (artículo 1 de la LOGSE).

Pues bien, no hay mejor ocasión en la que se pueda demostrar este respeto a los derechos y libertades fundamentales que cuando el alumno puede ejercer el derecho que posee a elegir la formación religiosa y moral que desee, tanto como al participar en el proceso de enseñanza-aprendizaje del tipo concreto de educación que haya elegido, siempre que este proceso se base en el reconocimiento que su propia naturaleza, de enseñanza libremente elegida, le confiere.

En efecto, sobre todo en el marco de la enseñanza de una materia elegida sobre la base de estos criterios de ejercicio de un derecho tan fundamental, es donde con más motivo se ha de garantizar que en todo el proceso de enseñanza se siga manteniendo el más estricto respeto a la conciencia y a la libertad del alumno.

Por cuanto que un alumno elija un determinado tipo de formación religiosa, en el marco del sistema educativo, no implica que confiese dicha religión, el modo en que se estructure, y más aún en el que se desarrolle dicha enseñanza, debe contemplar que cualquier presupuesto acerca del valor implícito que los planteamientos que conlleva dicha formación tengan para quien la ofrece, debe poder ser objeto de cuestionamiento por el que la recibe.

Por consiguiente, que la existencia de la Enseñanza Religiosa Evangélica se base en la capacidad de los padres, o, en su caso, del propio alumno, para ejercitar el derecho fundamental de recibir la formación religiosa y moral que deseen para este último, confiere a esta materia un carácter peculiar que, además, resulta que es coherente con la naturaleza misma del Evangelio.

El Evangelio -al ser esencialmente comunicación del mensaje verbalizado y encarnado por la persona histórica de Jesucristo, de la magnífica noticia de que Dios se ha acercado al hombre, participando de su misma naturaleza, a fin de que cada ser humano pueda, libremente, acercarse a Dios- conlleva en su propia esencia la suposición en el ser humano de la capacidad de manifestación de su derecho natural más fundamental: Su libertad de elección acerca de su relación con su Creador.

Por lo tanto, al considerar la manera en que ha de comunicarse el Evangelio, pretendemos seguir el ejemplo de Jesús, el cual respetaba la posibilidad de que para sus interlocutores su mensaje y su Persona no tuvieran otro valor subjetivo que el que ellos mismos quisieran darle, al tiempo que demostró por su compromiso con su misión -que le llevó a entregar su vida hasta su muerte en la cruz- y por las consecuencias de la misma (resucitando para darnos vida eterna) el valor que verdaderamente tienen su Persona y su enseñanza.

Desde esta perspectiva la Enseñanza Religiosa Evangélica llega a adquirir todo su sentido. El alumno recibe el tipo de formación religiosa que ha elegido, la cual está fundamentada, a su vez, en la invitación a que compruebe por sí, crítica y analíticamente, el valor que los contenidos de la misma deben tener en su vida.

Todo ello implica que la Enseñanza Religiosa Evangélica se ha de orientar hacia la capacitación del alumno en el conocimiento y el manejo de la Biblia, en tanto que medio fundamental para la comprensión de todo lo que tiene que ver con el modo en que Dios se ha acercado y revelado al ser humano a través de su Hijo Jesucristo.

Por otra parte las Iglesias Evangélicas de España, al formular una oferta curricular de estas características, contribuyen a cubrir el déficit cultural que ha supuesto la ausencia casi permanente de una enseñanza evangélica en la historia del sistema educativo español.

2. Introducción

La Enseñanza Religiosa Evangélica persigue el desarrollo íntegro del alumno como un individuo libre, crítico y responsable. Para ello, a través de esta materia el alumno profundizará en el conocimiento, a la vez que reflexionará, acerca de su dignidad y trascendencia como ser humano, desde la perspectiva de su respuesta personal a la Revelación divina, culminada en la obra incomparable de Jesucristo.

De este modo el proceso enseñanza-aprendizaje en esta materia no se limitará a lo meramente intelectual sino que tendrá como finalidad la educación integral del joven que se está formando en la etapa del Bachillerato, promoviéndose que los conocimientos adquiridos contribuyan a desarrollar una actitud ética cristiana en los alumnos, basada en los principios emanados de la Biblia.

Por lo tanto la Enseñanza Religiosa Evangélica potenciará que el alumno adquiera una visión del mundo desde un fundamento globalizador de todas las áreas del conocimiento humano y, por lo tanto, situándolo en las mejores condiciones posibles para abordar los retos que le plantea una sociedad en continua evolución.

Puesto que la base y fuente fundamental de la asignatura es el conjunto de libros inspirados por Dios que constituye la Biblia, esta materia tiene entre sus objetivos primordiales la profundización en su conocimiento y estudio. El acercamiento al texto bíblico se efectuará con los instrumentos hermenéuticos adecuados, sin ninguna implicación dogmática.

Si, como se afirma, el fin último de la educación es conseguir una persona autónoma, la Enseñanza Religiosa Evangélica constituye el contexto idóneo para conseguir dicho propósito, ya que el conocimiento de la Biblia y la práctica de los métodos para su estudio implican que el joven investigará por sí mismo y reflexionará acerca de asuntos trascendentes para su desarrollo espiritual y moral como persona, lo que le proporcionará la capacidad de desarrollar una actitud responsable ante todo el bagaje adquirido anteriormente, contribuyéndose a su maduración personal.

La denominación de esta asignatura como <Evangélica> viene dada por ser el Evangelio su fuente y motor. El Evangelio, materia central de la Enseñanza Religiosa Evangélica adquiere vital importancia en esta etapa del aprendizaje, ya que el mensaje de paz y reconciliación que encarna Jesús restaura la dignidad y el valor de la vida de cada ser humano, por igual, como creación de Dios, promoviendo la conciencia de responsabilidad en el alumno por el cuidado de sí mismo y de la naturaleza que le rodea.

En el ámbito de las relaciones con los demás el estudio del Evangelio de Jesús implica, de modo especial, la comprensión por el alumno de que su naturaleza como ser social comporta una grave responsabilidad ética en el amor y el cuidado de las demás personas, sin distinción de raza, sexo o religión, en tanto que todas son criaturas de Dios, hechas a su imagen.

Asimismo, el conocimiento del Evangelio orienta y le permite encontrar al alumno respuesta a inquietudes suscitadas en diversas áreas de su vida (sexual, afectiva, relacional, profesional, etc.). Puesto que en esta etapa el alumno busca afianzar su propia identidad, y duda de los valores que le ofrece la sociedad, en el ámbito de esta asignatura se procurará que el joven adquiera unos valores sólidos, enraizados en la Palabra de Dios.

La meta última de esta materia es que el alumno, cuando acabe su formación en bachillerato pueda acceder tanto al mundo laboral como al de la Universidad, preparado espiritual y moralmente para afrontar cualquier reto vital con la madurez que una vivencia genuinamente cristiana, basada en el conocimiento de Dios, le proporciona.

3. Objetivos generales

1. Reconocer el valor y autoridad de la Biblia, su vigencia y los privilegios de tener el texto bíblico a nuestro alcance como medio de conocimiento del único y sabio Dios.

2. Aplicar diferentes métodos de estudio bíblico que permitan un mayor conocimiento de las Sagradas Escrituras y de los hechos histórico-bíblicos a partir de distintos tipos de fuentes, tanto primarias como secundarias.

3. Identificar las distintas etapas del desarrollo del Pueblo de Israel, conociendo el contexto del mundo bíblico y la intervención de Dios en la vida e historia de este pueblo.

4. Reconocer a Jesucristo como personaje central de la Biblia y de la Historia, su compromiso en la salvación del hombre a través de su venida y su obra redentora, descubriendo por medio de todo ello el amor de Dios.

5. Analizar y apreciar la persona, palabra, doctrina, enseñanzas y vida de Jesucristo, según el Evangelio, en su contexto histórico.

6. Analizar críticamente las realidades y valores morales del mundo contemporáneo y los diferentes factores que influyen en él, relacionando el Señorío de Cristo con la totalidad de la cultura moderna.

7. Adquirir una conciencia de lo trascendente que pueda ser aplicada en los diferentes ámbitos de la existencia.

8. Relacionar la Historia del Cristianismo con la Iglesia de hoy.

9. Comprender la escala de valores que proporciona el sentido cristiano de la vida desarrollando una conciencia crítica desde la perspectiva bíblica, de los diferentes problemas éticos que se plantean en el mundo contemporáneo.

10. Establecer unos valores morales y espirituales sólidos en los que el alumno pueda basar su existencia, de forma que llegue a una madurez moral, personal y social que le permita actuar de forma responsable y autónoma.

4. Contenidos

4.1 Contenidos de primer curso de Bachillerato:

1. Dios y el ser humano.

Este núcleo sienta las bases para una aproximación al conocimiento de Dios desde la perspectiva de su personalidad, carácter y atributos.

Se intentará obtener una visión del Dios revelado en la Biblia, creador del universo y del ser humano, así como de la naturaleza del pecado y el interés de Dios por la persona humana, manifestado en el plan divino de reconciliación al enviar a su Hijo Jesucristo a este mundo, a fin de restablecer una relación personal e íntima con cada ser humano.

Igualmente este núcleo temático se refiere a algunos de los principios doctrinales básicos expresados en el Antiguo y Nuevo Testamento, acerca de Dios y su relación con el ser humano, sin los cuales no es posible una comprensión real del significado del cristianismo y que se pueden adquirir a través del estudio de la Biblia.

Se propone enfatizar aspectos teológicos tales como la Trinidad, la obra del Espíritu Santo y la obra directa de Dios en la creación así como su propósito de redimir al ser humano a través de Jesús.

2. La Biblia: Palabra de Dios. Su autoridad.

Como ya se vio en la introducción, la Biblia es un elemento central y característico de la Enseñanza Religiosa Evangélica. Es por esta razón que en este núcleo temático nos centramos en la Palabra de Dios como carta de éste al ser humano de todos los tiempos.

Se realiza, pues, un énfasis en el estudio de la Revelación e Inspiración de las Escrituras, establecimiento del canon y transmisión del texto bíblico; argumentando, asimismo, sobre las evidencias externas e internas acerca de la autenticidad y autoridad de la Biblia.

Por tanto, un condicionante para este fin será la lectura, el conocimiento, y aprendizaje de la Biblia.

3. Historia del pueblo de Israel.

El centro de interés de este núcleo temático es el estudio de Israel como Pueblo de Dios, viendo su desarrollo histórico, así como la historia de los patriarcas y otros personajes del Antiguo Testamento.

El interés que Dios manifiesta por el ser humano, desde el momento mismo de la creación, será puesto de relieve en el estudio de historias como la del Diluvio, la elección de Abraham y su descendencia, el éxodo y la llegada a la tierra prometida, así como de personajes bíblicos tales como los jueces y los profetas.

Se trata de llegar a conocer el papel del pueblo de Israel desde su origen, según se enseña en el Antiguo Testamento, hasta la época de Jesús.

4. Jesucristo: Personaje central de la Biblia. Sus enseñanzas.

Se trata de conocer, en este bloque temático, la persona de Jesús como Hijo de Dios, Segunda Persona de la Trinidad, Dios-Hombre, Salvador, Maestro, ejemplo de vida, amigo fiel.

Este núcleo se refiere a quién fue y quién es Jesucristo, así como a los efectos que su vida y misión produjeron y siguen produciendo en el ser humano.

Se enfatiza la acción de Jesucristo como parte del plan divino de liberación humana en cuanto al pecado, gracias a la acción renovadora que efectúa en cada creyente mediante el Espíritu Santo, constituyendo así el cristiano un nuevo hombre y ciudadano del Reino de Dios, a la vez que responsable ante la sociedad que le rodea.

Como resultado, y continuadora de su misión, Jesús estableció una nueva comunidad de los que creen en El y le sirven, que es la Iglesia, con una responsabilidad y compromiso profético en medio de la sociedad contemporánea.

5. Etica cristiana: Etica personal.

Se trata, por medio de este núcleo temático, de estudiar el ser humano desde la perspectiva de su responsabilidad ética en el mundo de hoy.

Se desarrollan algunos de los temas de interés para el joven en distintas áreas de su vida tales como su propia identidad y responsabilidad en el marco de la familia, en relación con su sexualidad, y el amplio ámbito de las relaciones humanas, todo ello desde una perspectiva cristiana.

Desde la comprensión antropológica de la integridad del ser humano en sus dimensiones física, psicológica y espiritual, se presta atención al desarrollo del estudiante como ser social y responsable, capaz de actuar de forma respetuosa hacia los demás.

4.2 Contenidos de segundo curso de Bachillerato:

1. Métodos de estudio bíblico. Teología básica.

Trata de potenciar en el alumno el desarrollo de una serie de habilidades que le proporcionen herramientas sólidas para el manejo de los textos bíblicos, conociendo algunos de los principales métodos de estudio así como las normas básicas de interpretación bíblica. Como aplicación se efectúa un estudio sucinto de los fundamentos bíblicos de la fe cristiana.

Se trata de aprender a leer la Biblia y reflexionar sobre ella sin prejuicios, observando el texto bíblico como revelación de Dios al ser humano y como un legado fundamental de literatura universal, al mismo tiempo que conocer los diferentes recursos bibliográficos que ayudan a una mayor comprensión de la misma.

2. La persona histórica de Jesucristo.

Ningún núcleo temático de este programa es más importante que éste, que analiza con todo rigor la personalidad histórica de Jesucristo. De ahí la importancia de una comprensión profunda de los relatos bíblicos referentes a las profecías en el Antiguo Testamento, al nacimiento, vida, bautismo, enseñanza, muerte y resurrección de Cristo.

Se estudia la obra de Jesús en la tierra, a favor de los seres humanos y del mundo, a través de la redención, proporcionando así una valoración fundamentada de su persona como Salvador, Maestro y ejemplo de vida, con la perspectiva de que Jesucristo volverá a la tierra en gloria como Rey de Reyes y juez de las naciones estableciendo su Reino Eterno.

3. Historia de la Iglesia.

Se refiere este núcleo a la esencia y desarrollo de la comunidad cristiana analizando el concepto, naturaleza, origen y misión de la Iglesia.

Habiendo establecido esta base se retoma el estudio del establecimiento, desarrollo e institucionalización de la Iglesia abordado en la etapa de Educación Secundaria Obligatoria, para detenerse en el estudio de los movimientos reformistas y, en especial, en la cristalización de los mismos en el protestantismo del siglo XVI y el devenir histórico que nos lleva a la realidad de las iglesias evangélicas hasta la actualidad, haciendo notar su presencia y diversidad en medio de la sociedad española a través de los tiempos.

El discernimiento claro de las bases fundamentales de las creencias, enseñanzas e historia de las iglesias cristianas evangélicas permite, por otra parte, un análisis diferencial de las principales Confesiones Religiosas a la luz de la Biblia.

4. Cristianismo y cultura.

Este núcleo temático estudia y valora las diferentes ideologías y filosofías contemporáneas, desde la cosmovisión y el sistema de valores que emanan del Evangelio.

Se analiza aquí la fe cristiana y su relación con las filosofías, las ciencias, las artes y otros ámbitos de la cultura contemporánea.

5. Etica cristiana: Etica de la vida y social.

El último núcleo temático intenta que el alumno pueda realizar un acercamiento y valoración, desde el punto de vista bíblico, de las distintas cuestiones de índole ético a las que se ha de enfrentar el ser humano como ser social.

En cuanto a la ética de la vida se abordan diferentes problemáticas contemporáneas relacionadas con la bioética y la responsabilidad del ser humano hacia la creación.

Con referencia a la ética social se tratan, desde una óptica bíblica, los distintos conflictos en que se encuentra inmersa la sociedad (violencia, guerras, desempleo, racismo, marginación, toxicomanías, etc.).

En este mismo contexto se analiza la concepción cristiana del trabajo, lo que favorecerá el descubrimiento de la vocación profesional, al mismo tiempo que se valora con una visión cristiana el ocio y sus repercusiones en nuestra cultura.


4) ERI: (ley 26/1992, artículo 10)

1. A fin de dar efectividad a lo dispuesto en el artículo 27.3 de la Constitución, así como en la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, Reguladora del Derecho a la Educación, y en la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo, se garantiza a los alumnos musulmanes, a sus padres y a los órganos escolares de gobierno que lo soliciten, el ejercicio del derecho de los primeros a recibir enseñanza religiosa islámica en los centros docentes públicos y privados concertados, siempre que, en cuanto a estos últimos, el ejercicio de aquel derecho no entre en contradicción con el carácter propio del centro, en los niveles de educación infantil, educación primaria y educación secundaria.
2. La enseñanza religiosa islámica será impartida por profesores designados por las Comunidades pertenecientes a la Comisión Islámica de España, con la conformidad de la Federación a que pertenezcan.
3. Los contenidos de la enseñanza religiosa islámica, así como los libros de texto relativos a la misma, serán proporcionados por las Comunidades respectivas, con la conformidad de la Comisión Islámica de España.
4. Los centros docentes públicos y los privados concertados a que se hace referencia en el número 1 de este artículo, deberán facilitar los locales adecuados para el ejercicio del derecho que en este artículo se regula, sin que pueda perjudicar el desenvolvimiento de las actividades lectivas.
5. La Comisión Islámica de España, así como sus Comunidades miembros, podrán organizar cursos de enseñanza religiosa en los centros universitarios públicos, pudiendo utilizar los locales y medios de los mismos, de acuerdo con las autoridades académicas.
6. La Comisión Islámica de España, así como las Comunidades pertenecientes a la misma, podrán establecer y dirigir centros docentes de los niveles educativos que se mencionan en el número 1 de este artículo, así como Universidades y Centros de Formación Islámica, con sometimiento a la legislación general vigente en la materia.
 

ERI 1996

Ministerio de Educación y Ciencia (BOE n. 16 de 18/1/1996)
ORDEN DE 11 DE ENERO DE 1996 POR LA QUE SE DISPONE LA PUBLICACION DE LOS CURRICULOS DE ENSEÑANZA RELIGIOSA ISLAMICA CORRESPONDIENTES A EDUCACION PRIMARIA, EDUCACION SECUNDARIA OBLIGATORIA Y BACHILLERATO.

Rango: Orden

Páginas: 1624 - 1636

Referencia: 1996/01225
 
 

El Real Decreto 2438/1994, de 16 de diciembre, por el que se regula la enseñanza de la Religión dispone en su artículo 2 que, en aplicación de la disposición adicional segunda de la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo, y del Acuerdo de Cooperación del Estado con la Comisión Islámica de España, aprobado por la Ley 26/1992, de 10 de noviembre, se garantiza el ejercicio del derecho a recibir enseñanza religiosa islámica en los diferentes niveles educativos en los centros docentes. Asimismo, el citado Real Decreto establece en su artículo 4 que la determinación del currículo es competencia de las autoridades religiosas de las diferentes confesiones que hubieran suscrito con el Estado español los acuerdos correspondientes.

En aplicación del artículo 4 del Real Decreto 2438/1994, antes citado, y conforme a lo previsto en el artículo 10.3 del Acuerdo de Cooperación del Estado español con la Comisión Islámica de España, las Comunidades Islámicas agrupadas en la Comisión Islámica de España han determinado el currículo de la Enseñanza Religiosa Islámica para la Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato.

En su virtud, a propuesta de la Comisión Islámica de España he dispuesto la publicación de los currículos de Enseñanza Religiosa Islámica, que se recogen en los anexos de la presente Orden, para los niveles de Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato cuyas enseñanzas mínimas se han establecido, respectivamente, por los Reales Decretos 1006/1991, de 14 de junio; 1007/1991, de 14 de junio, y 1178/1992, de 2 de octubre.

Madrid, 11 de enero de 1996.

SAAVEDRA ACEVEDO

ANEXO I

EDUCACION PRIMARIA

Currículo del área de Enseñanza Religiosa Islámica

1. Preámbulo

El artículo 27 de la Constitución Española establece: «Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones».

La Ley Orgánica 7/1980, de 5 de julio, de Libertad Religiosa, reitera en su artículo segundo, apartado uno, letra C, el derecho de toda persona a recibir e impartir enseñanza e información religiosa de toda índole, ya sea oralmente, por escrito o por cualquier otro procedimiento, elegir para sí, y para los menores no emancipados e incapacitados, bajo su dependencia, dentro y fuera del ámbito escolar, la educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.

La Ley 26/1992, de 10 de noviembre, por la que se aprueba el Acuerdo de Cooperación del Estado español con la Comisión Islámica de España, establece, en el artículo 10 de su anexo, lo siguiente:

«A fin de dar efectividad a lo dispuesto en el artículo 27.3 de la Constitución, así como en la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, reguladora del derecho a la educación, y en la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo, se garantiza a los alumnos musulmanes, a sus padres y a los órganos escolares de gobierno que soliciten el ejercicio del derecho de los primeros a recibir Enseñanza Religiosa Islámica en los centros docentes públicos y privados concertados, siempre que en cuanto a estos últimos, el ejercicio de aquel derecho no entre en contradicción con el carácter propio del centro, en los niveles de educación infantil, educación primaria y educación secundaria.»

La Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo establece que la enseñanza en la etapa de Educación Primaria, tiene, entre sus objetivos, el desarrollo, en los alumnos, de aquellas capacidades que tienen que ver con su conocimiento y apreciación de «los valores básicos que rigen la vida y la convivencia humana» así como la adquisición de las habilidades que permitan desenvolverse con autonomía en los grupos sociales con los que se relacionan.

Y conforme a la disposición adicional segunda de la misma Ley Orgánica, prevé que la enseñanza de la religión se ajustará a lo dispuesto en los Acuerdos de Cooperación del Estado español con las diferentes confesiones religiosas.

Con la publicación del Real Decreto 2438/1994, de 16 de diciembre, por el que se regula la enseñanza de la religión, llega el proceso jurídico a su fin para emprender el camino que ampara nuestra carta magna.

Las Comunidades islámicas agrupadas en la Comisión Islámica de España han estructurado su aportación al currículo escolar por medio del área de Enseñanza Religiosa Islámica.

La existencia misma de la Enseñanza Religiosa Islámica implica la posibilidad de que los padres que deseen que su hijo reciba la formación religiosa y moral, desde la perspectiva del Islam, ofrecida por las comunidades islámicas, puedan ver garantizado el ejercicio de su derecho fundamental.

La experiencia religiosa, desde el prisma Islámico, no es espontánea, sino que requiere una atenta intervención educativa, es responsabilidad de los padres y de las familias musulmanes crear el ambiente adecuado para suscitar el despertar religioso Islámico en sus hijos.

El Corán, contemplado como la comunicación del mensaje de Dios al hombre, representado en la persona del Profeta Muhammad (P.B.) y su tradición y conducta, nos marcan el camino que pretendemos seguir como ejemplo, para lograr el éxito en esta vida y en la eterna.

A través de la Enseñanza Religiosa Islámica, se pretende contribuir al desarrollo físico, intelectual, afectivo, social y moral de los alumnos, afirmando sus valores personales, familiares y sociales convirtiendo en normas de conducta: La fraternidad, la solidaridad, la justicia y la libertad.

2. Introducción

En la etapa de Educación Primaria, el área de Enseñanza Religiosa Islámica tiene como meta contribuir a que cada alumno adquiera las capacidades cognoscitivas que le permita comprender la fe islámica desde sus fuentes básicas, el Corán junto con su práctica llevada por el Profeta Muhammad como receptor de la revelación de Dios.

En esta fase primaria, conocerá el alumno las respuestas a las interrogantes que se le van formulando, así pues apreciará la importancia de la creación divina, conociendo la sucesión de los mensajes divinos y su finalización con el Islam, profundizándose en el conocimiento de este último.

Sin embargo, conocer y valorar la Sunna (la tradición), su función y rango, y valorar la vida del Profeta y sus Compañeros como modelo de conducta, influirán profundamente sobre el desarrollo integral de su persona.

La Enseñanza Religiosa Islámica por su carácter abierto y libre, desarrollará las posibilidades del alumno para tomar iniciativas desde la libertad responsable manifestando su pensamiento libremente y a través de la confrontación de ideas, para que aprecie los valores básicos que rigen la vida y la convivencia humana desde la perspectiva islámica y, por consiguiente, obrar de acuerdo con ellos, de forma responsable, constructiva y creativa.

El profesor de la materia tratará de elevar el nivel de la Lengua Arabe que podría encontrar por parte del alumnado por su enorme importancia y utilidad a la hora de entender los textos religiosos islámicos. El profesor aportará a los alumnos los medios, guías, recursos necesarios para que sean capaces por sí mismos de mejorar sus conocimientos en la misma.

Finalmente, cabe señalar que los contenidos de esta etapa, se organizan en torno a tres bloques temáticos, para cada ciclo de la etapa primaria:

Conocimiento de Allah (Dios), Unico, Eterno e Inconparable.

La Revelación: El Corán, libro sagrado de Dios.

El Profeta: Vida, obra y ejemplo a seguir.

3. Objetivos generales

En la etapa de Educación Primaria se pretenden conseguir los siguientes objetivos:

1. Arraigar la fe en Dios.

2. Apreciar la importancia de la creación divina.

3. Conocer la sucesión de los mensajes divinos y su finalización con el Islam.

4. Conocer la conservación del Corán y su significado eterno.

5. Profundizar en el conocimiento de las bases del Islam, derechos y obligaciones.

6. Conocer el lenguaje Coránico para comprender la palabra de Dios.

7. Conocer y valorar la «Sunna», su función y rango.

8. Valorar la vida del Profeta y sus Compañeros como modelo de conducta para la humanidad.

9. Describir las etapas de la predicación del Islam en vida del Profeta.

10. Aceptar y vivir la fe según los valores del Islam tales como el bien, la justicia, la libertad, la generosidad... y sus repercusiones en esta vida y en la otra.

11. Fomentar la autocrítica con el sentimiento de que Dios lo controla todo.

12. Participar de modo desinteresado en tareas comunes que beneficien a los demás.

13. Tomar como normas de conducta la fraternidad, la solidaridad y la justicia enraizadas en los valores del Islam, y ponerlas como guías de los comportamientos personales y sociales.

14. Conocer la normativa (Fiqh) con las que se rigen las oraciones.

15. Realizar las cinco oraciones del día y llegar a comprender su utilidad individual y social.

16. Desarrollar normas adecuadas de conducta teniendo como ejemplo la biografía del Profeta y sus Compañeros.

17. Diferenciar y razonar lo lícito y lo ilícito en la legislación islámica.

18. Desarrollar la posibilidad de tomar iniciativas desde la libertad responsable, la libre expresión de pensamiento, y la confrontación de ideas.

19. Apreciar la importancia de los valores básicos que rigen la vida y la convivencia humana según el Islam y obrar de acuerdo con ellos.

20. Suscitar el interés por la lectura de los libros de cultura musulmana.

4. Contenidos

4.1 Contenidos (primer ciclo de primaria).

BLOQUE I. CONOCIMIENTO DE DIOS

Conceptos

1. Unicidad de Dios.

2. Dios como el Ser que lo dispone y determina todo.

3. Dios como Creador de todas las criaturas.

4. Los Atributos de Dios: Clemente, Misericordioso, Señor del Universo, Señor del Día del Juicio...

5. Dios es el único digno de adoración.

Procedimientos

1. Amar a Dios por medio de un comportamiento intachable y a través del correcto trato con el prójimo.

2. Descubrir los atributos de Dios por medio de su Obra Creadora.

3. Considerar la Gracia de Dios para con los hombres en esta vida comunicando experiencias propias y ajenas.

4. Aprender y cantar canciones relacionadas con la creación del mundo y su perfección.

5. Cumplir con los preceptos de Dios.

Actitudes

1. Expresar el amor hacia Dios.

2. Adorar a Dios.

3. Cumplir Sus normas.

BLOQUE II. LA REVELACIÓN

Conceptos

1. El Corán, Libro Sagrado.

2. Las Bases del Islam.

3. La palabra y el hecho en el Islam.

4. Los dones que Dios ha otorgado al hombre.

5. La recompensa que Dios otorga al hombre según su fe.

6. Dios y los pobres en el Islam.

7. El favor de los padres para con los hijos.

8. Los derechos de los familiares en el Islam.

9. El respeto del honor al mayor, y la atención del segundo al primero.

10. La solidaridad en función de una familia.

Procedimientos

1. Aprender y memorizar parte del Corán.

2. Leer y recitar el Corán.

3. Aprender algunas azoras (capítulos) del Corán.

4. Realizar las abluciones propias de la oración.

5. Conseguir la buena relación con los familiares.

6. Seleccionar y aprender canciones relacionadas con los padres.

7. Extraer conclusiones de los Hadices relacionados con los padres.

Actitudes

1. Creer en el Corán como Libro Sagrado que Dios ha revelado.

2. Considerar la lectura y la recitación del Corán.

3. Procurar el acercamiento a Dios con la memorización y lectura del Corán.

4. Valorar el Islam como instrumento de paz y sosiego en esta vida y en la otra.

5. Conservar los valores y la ética musulmana.

6. Seguir las normas establecidas para realizar las oraciones.

7. Obedecer y atender a los padres.

8. Atender a los hermanos y respetar a los mayores.

9. Cooperar y ayudar en el seno familiar.

10. Cumplir con los procedimientos indicados para la realización de las obligaciones y la preparación para rezar.

11. Practicar la ética y moral musulmana.

BLOQUE III. EL PROFETA

Conceptos

1. La biografía del Profeta.

2. Las recomendaciones proféticas en cuanto a educación moral y de principios.

3. La oración del Profeta.

Procedimientos

1. Analizar y extraer conclusiones del papel del Profeta y de sus Compañeros en la propagación del Islam.

2. Adquirir y recoger información a través de distintos recursos y fuentes para la comprensión de la biografía del Profeta.

3. Estudiar y analizar los Hadices del Profeta.

Actitudes

1. Poner en práctica los Hadices aprendidos.

2. Fomentar una actitud de respeto hacia el Profeta.

3. Considerar y seguir el ejemplo de la vida del Profeta y sus Compañeros.

4.2 Contenidos (segundo ciclo de primaria).

BLOQUE I. CONOCIMIENTO DE DIOS

Conceptos

1. Religión y fe aislámica.

2. Materias de fe: Los Angeles, los Libros Sagrados.

3. Bases de conocimiento necesarias para su fe y culto.

4. La Obra de Dios y la Expresión de su Sabiduría en el universo y en la vida.

5. El conocimiento de la relación entre el universo y el ser humano.

Procedimientos

1. Capacitar a los alumnos, dándoles las bases necesarias para conocer su fe y su culto.

2. Conocer la obra de Dios por medio de su creación y sus manifestaciones.

3. Relacionar la vida del hombre con las manifestaciones de Dios en el universo.

Actitudes

1. Apreciar la religión y fe islámica.

2. Admirar la obra divina.

3. Agradecer la bondad de Dios.

BLOQUE II. LA REVELACIÓN

Conceptos

1. Normas para la lectura del Corán. La lectura Coránica.

2. Las oraciones y sus horarios, y el período en el que están prohibidas.

3. El amor, la cooperación y el orden de la familia.

4. El Corán, los otros Libros Sagrados y a quienes fueron revelados.

5. Padres e hijos: Derecho de los padres con respecto a los hijos.

Procedimientos

1. Aprendizaje del Corán.

2. Memorización de algunas azoras significativas del Corán.

3. Guardar y cumplir con las oraciones en sus respectivos horarios.

4. Ayunar y auxiliar a los diferentes miembros de la familia.

5. Aprender y recitar las aleyas del Corán relacionadas con la familia.

6. Realizar las abluciones o/y, en su caso, recurrir a los medios sustitutorios, para disponerse a rezar.

7. Explicar y analizar algunos vocablos difíciles del texto Coránico que corresponde estudiar.

8. Realizar cuadros y murales que aclaren los horarios de los rezos.

Actitudes

1. Atención y recapacitación en las horas de la lectura del Corán.

2. Tendencia espiritual hacia el aprendizaje del Corán.

3. Procurar las correctas relaciones familiares y estimular la cooperación y solidaridad mutua.

4. Conservar las costumbres, valores y relaciones familiares.

5. Poner en práctica los buenos modales, la correcta conducta y una sana moral en la familia.

6. Practicar los principios éticos musulmanes en casa, en la escuela y en la naturaleza.

BLOQUE III. EL PROFETA

Conceptos

1. El inicio de la profecía de Muhammad y su llamada al Islam.

2. Motivos y circunstancias del Año de la Tristeza y la manera de actuar del Profeta.

3. Algunos Hadices significativos del Profeta.

4. Las plegarias del Profeta.

5. Enseñanzas del Profeta sobre los diferentes tipos de agua y su importancia en la limpieza e higiene.

Procedimientos

1. Analizar y sacar conclusiones sobre la predicación del Profeta.

2. Recoger información histórico-bibliográfica sobre esta etapa de la vida del Profeta.

3. Recitar y memorizar los Hadices del Profeta.

4. Diferencias y utilizar el agua apta desechando la no apta para la purificación.

Actitudes

1. Valorar la fuerza de la predicación del Profeta y la fe de sus seguidores.

2. Admirar y considerar la actitud del Profeta en los momentos difíciles de la vida.

3. Reconsiderar las enseñanzas que nos quieren transmitir los Hadices.

4. Cumplir la norma de las abluciones utilizando correctamente el agua.

4.3 Contenidos (tercer ciclo de primaria).

BLOQUE I. CONOCIMIENTO DE DIOS

Conceptos

1. La palabra, la acción, la obra, el juicio y los derechos divinos, como partes de la fe.

2. Las obligaciones del ser humano con respecto a Dios.

3. La oración como relación directa entre el individuo y Dios.

4. El Día del juicio final y la predestinación como parte de la fe.

5. Profetas mencionados en el Corán y su importancia en la historia de la humanidad.

Procedimientos

1. Memorizar algunos cantos relacionados con la creación.

2. Conocer y diferenciar las bases del Islam y las de la fe.

3. Analizar la importancia y el significado para la humanidad que han tenido los profetas mencionados en el Corán.

4. Realizar las oraciones correctamente.

5. Explicar las manifestaciones del Poder de Dios y Su Capacidad creativa en el universo.

Actitudes

1. Aplicar las reglas de recitación del Corán.

2. Apreciar el significado de las oraciones en el Islam y valorar su importancia en la vida del musulmán.

BLOQUE II. REVELACIÓN

Conceptos

1. Conocimiento y profundización en el texto coránico.

2. Conocimiento de todos los pilares del Islam. 3. Algunas conquistas del Islam y su significado.

4. El papel de los padres en la familia.

5. Los valores que propone el Islam para el progreso de la sociedad.

6. La igualdad en el Islam.

7. La Mezquita.

Procedimientos

1. Memorizar y leer algunos textos y suras significativas del Corán.

2. Aumentar el vocabulario, estudiando algunos vocablos difíciles.

3. Reconocer la importancia del Islam en la vida del musulmán.

4. Conocer y estudiar la necesidad que tiene el mundo del mensaje del Islam.

5. Recitar los diferentes tipos de oraciones.

6. Memorizar textos significativos en relación a las buenas relaciones familiares.

7. Memorizar cantos relacionados con la familia, la tierra y las fiestas religiosas.

8. Aclarar la necesidad de que el mundo conozca el mensaje del Todo Poderoso.

9. Reconocer en la mezquita como el lugar de culto, de reunión, de aprendizaje, y de acercamiento a Dios.

10. Intercambiar visitas y felicitaciones festivas entre compañeros.

Actitudes

1. Escuchar atentamente la lectura del Corón.

2. Manifestar interés por memorizar algunas de sus partes.

3. Participación en la explicación y significado de sus vocablos aleyas y pasajes, etc.

4. Apreciar las ventajas de la oración, sus bases, condiciones y lo que la invalidan.

5. Apreciar y valorar la diferencia entre la oración en solitario y la oración detrás del imam.

6. Valorar la importancia de la oración del viernes.

7. Apreciar las condiciones de adelantar las oraciones.

8. Fortificar los lazos familiares.

9. Tener manifestaciones de cooperación, solidaridad y amor hacia la familia.

10. Guardar los valores, la ética y la buena conducta musulmana, en la vida social y particular.

11. Manifestar el conocimiento de las bases del Islam y la importancia de cada una de ellas.

12. Seguir las normas para la práctica de la oración del viajero.

13. Manifestar relaciones solidarias y de respeto con los vecinos, compañeros y demás ciudadanos.

14. Valorar la mezquita como lugar sagrado.

15. Fomentar el arraigo y la amistad y la fraternidad entre compañeros.

16. Aplicar lo que han aprendido del Corám y del Hadiz en la vida privada.

BLOQUE III. EL PROFETA

Conceptos

1. Los hábitos del Profeta como modelo de buena conducta.

2. Las plegarias y Hadices del Profeta.

3. Las razones y las consecuencias de la Hégira.

4. El significado de la terminación de la Profecía.

5. La Sunna y su conservación.

Procedimientos

1. Comprender los Hadices y memorizar las plegarias del Profeta.

2. Estudiar los comportamientos del Profeta.

Actitudes

1. Apreciar como modelo de vida del Profeta.

2. Apreciar la manera con que el Profeta trataba a los suyos y a los demás musulmanes.

3. Seguir la Sunna como modelo de vida.

4. Tomar como ejemplo la vida y los hechos de los Compañeros del Profeta.

5. Practicar las diferentes manifestaciones del culto de una manera correcta.

5. Orientaciones didácticas generales

El Profesor procurará atender a los criterios siguientes a la hora de desarrollar las actividades de la Enseñanza Religiosa Islámica:

1. Asegurar la relación de las actividades de enseñanza y aprendizaje con la vida del alumno, partiendo, siempre que sea posible, de sus propias experiencias, máxime cuando se trata de Formación Religiosa Islámica, cuyo campo de aplicación concierne a la vida diaria del alumno.

2. Facilitar la construcción de aprendizajes significativos, diseñando actividades de enseñanza y aprendizaje que favorezcan la relación del contenido dado con lo nuevo, manteniendo siempre una línea continua positiva que sea palpable por el alumno en su vida.

3. Potenciar el interés espontáneo de los alumnos en el conocimiento de las normas de la lectura del Corán y, en general, en el dominio de la lengua árabe, de forma sencilla y gradual, así como identificar, analizar y memorizar textos Coránicos y las Tradiciones Proféticas correspondientes.

4. Usar los medios y recursos necesarios para ayudar al alumno al manejo de libros y cuentos que favorecen el conocimiento de la vida del Profeta Muhammad y sus Compañeros, comprobar en que medida va incorporando los aprendizajes realizados a situaciones de la vida cotidiana.

5. Utilizar métodos y recursos variados que potencian la creación y el uso de mecanismos propios del alumno de búsqueda y organización, para responder a cuantas cuestiones planteadas desde la perspectiva moral y religiosa islámica, utilizando los textos islámicos para hallar la respuesta a interrogantes éticas y prácticas que se plantean en la vida cotidiana.

6. Relacionar continuamente la información proporcionada al alumno con el momento del proceso de aprendizaje, tal como explicar el culto de la peregrinación a La Meca en su tiempo correspondiente del año, así como el ayuno durante el mes de Ramadán, etc.

7. Crear un clima de aceptación mutua y cooperación entre los alumnos del mismo grupo, promoviendo la organización de equipos de trabajos, colaborando con otros equipos de otros grupos para fomentar la responsabilidad y la convivencia y el diálogo, poniendo en práctica todos los valores islámicos aprendidos.

6. Evaluación

La evaluación de la Enseñanza Religiosa Islámica es un instrumento que sirve al profesor y a los padres del alumno para ajustar su actuación en el proceso de enseñanza y aprendizaje, orientándolo reforzando los contenidos que van adquiriendo los alumnos y realizando la adaptación curricular necesaria.

Como criterios de evaluación en esta etapa se señalan los siguientes:

1. La evaluación constituye un proceso continuo que forma parte del propio proceso de enseñanza y aprendizaje. En ningún caso puede quedar reducido a actuaciones aisladas en situaciones concretas.

2. En cada ciclo, de acuerdo con el contenido temático curricular, se adaptan los criterios de evaluación para el ciclo.

Estos criterios permitirán evaluar los procesos de Enseñanza Religiosa Islámica para la consecución de las capacidades señaladas en los objetivos generales del ciclo y el grado de desarrollo de las mismas en cada uno de los alumnos y en el alumnado del ciclo en su conjunto.

3. El profesor utilizará los medios necesarios, a través de las diferentes actividades y manifestaciones del niño, para comprobar en qué medida va incorporando los aprendizajes realizados de los tres bloques del currículo de la Enseñanza Religiosa Islámica de cada ciclo: Descubrir, mediante el mensaje del Corán, a Dios Unico, Eterno, Creador. A su Profeta como ejemplo a seguir, constatar, mediante la observación, que la comunidad islámica es como una familia grande solidaria y fraternal.

Observará la participación del propio alumno en los distintos bloques del contenido temático, recitando el Corán, leyendo el Hadiz, cumpliendo los preceptos islámicos (palabras, expresiones, asistencia a celebraciones y fiestas islámicas).

5. La evaluación de los procesos de enseñanza se realiza a través del seguimiento de las actividades en las unidades didácticas.

6. La evaluación se apoya en la recogida de información, a través de un seguimiento sistemático donde se valoran todo tipo de trabajo, encomendados al alumno, para la evaluación de las mismas, tanto individualmente como en grupo, manifestando la capacidad de valorar la vida, el entorno y la naturaleza como creación de Dios.

7. El profesor elaborará un informe de evaluación de los alumnos al final de cada ciclo donde se refleje el desarrollo de las capacidades de cada bloque curricular para cada alumno.

8. Al finalizar la etapa primaria se hará un informe individual detallado sobre el grado de desarrollo alcanzado por el alumno, en relación a las capacidades generales de la etapa.

ANEXO II

EDUCACION SECUNDARIA OBLIGATORIA

Currículo del área de Enseñanza Religiosa Islámica

1. Preámbulo

El artículo 27 de la Constitución establece: «Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones».

La Ley Orgánica 7/1980, de 5 de julio, de Libertad Religiosa, reitera en su artículo 2, apartado 1, letra C, el derecho de toda persona a recibir e impartir enseñanza e información religiosa de toda índole, ya sea oralmente, por escrito o por cualquier otro procedimiento, elegir para sí y para los menores no emancipados e incapacitados, bajo su dependencia, dentro y fuera del ámbito escolar, la educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.

La Ley 26/1992, de 10 de noviembre, por la que se aprueba el Acuerdo de Cooperación del Estado con la Comisión Islámica de España, establece, en el artículo 10 de su anexo, lo siguiente:

«A fin de dar efectividad a lo dispuesto en el artículo 27.3 de la Constitución, así como en la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, reguladora del derecho a la educación, y en la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo, se garantiza a los alumnos musulmanes, a sus padres y a los órganos escolares de gobierno que soliciten, el ejercicio de los primeros a recibir enseñanza religiosa islámica en los centros docentes públicos y privados concertados, siempre que en cuanto a estos últimos, el ejercicio de aquel derecho no entre en contradicción con el carácter propio del centro, en los niveles de educación infantil, educación primaria y educación secundaria.»

La Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo establece que la enseñanza en la etapa de Educación Secundaria, tiene, entre sus objetivos, el desarrollo, en los alumnos, de capacidades tales que como «conocer las creencias, actitudes y valores básicos de nuestra tradición y patrimonio cultural, valorarlos críticamente y elegir aquellas opciones que mejor favorezcan su desarrollo integral como personas», así como «comportarse con espíritu de cooperación, responsabilidad moral, solidaridad y tolerancia, respetando el principio de la no discriminación entre las personas».

Y conforme a la disposición adicional segunda de la misma Ley Orgánica prevé que la enseñanza de la religión se ajustará a lo dispuesto en los Acuerdos de cooperación del Estado español con las diferentes confesiones religiosas.

Con la publicación del Real Decreto 2438/1994, de 16 de diciembre, por el que se regula la enseñanza de la religión, llega el proceso jurídico a su fin para emprender el camino que ampara nuestra carta magna.

Las comunidades islámicas agrupadas en la Comisión Islámica de España han estructurado su aportación al currículo escolar por medio del área de Enseñanza Religiosa Islámica.

La existencia misma de la enseñanza religiosa islámica implica la posibilidad de que los padres que deseen que su hijo reciba la formación religiosa y moral, desde la perspectiva del Islam ofrecida por las comunidades islámicas, puedan ver garantizado el ejercicio de su derecho fundamental.

La experiencia religiosa, desde el prisma islámico, no es espontánea, sino que requiere una atenta intervención educativa, es responsabilidad de los padres y de las familias musulmanas crear el ambiente adecuado para suscitar el despertar religioso islámico en sus hijos.

El Corán, contemplado como la comunicación del mensaje de Dios al hombre, representado en la persona del profeta Muhammad (P.B.) y su tradición y conducta, nos marcan el camino que pretendemos seguir como ejemplo, para lograr el éxito en esta vida y en la eterna.

A través de la enseñanza religiosa islámica se pretende contribuir al desarrollo físico, intelectual, afectivo, social y moral de los alumnos, afirmando sus valores personales, familiares y sociales, convirtiendo en normas de conducta: La fraternidad, la solidaridad, la justicia y la libertad.

2. Introducción

En la etapa de Educación Secundaria Obligatoria el área de la Enseñanza Religiosa Islámica tiene como meta contribuir a que cada alumno adquiera las capacidades cognoscitivas que le permita comprender la fe islámica desde sus fuentes básicas, el Corán y la Sunna, ampliando sus conocimientos sobre la ética y la moral y los principios islámicos.

En esta fase secundaria, conocerá el alumno las respuestas a las interrogantes que se le van formulando, así pues apreciará los acontecimientos relevantes de la vida del Profeta como la Hégira, la formación de la primera comunidad islámica, y profundizándose en las ciencias coránicas, así pues, apreciará la importancia de la creación divina, conociendo la sucesión de los mensajes divinos y finalización con el Islam, profundizándose en el conocimiento de este último.

Sin embargo, conocer y valorar las bases sobre las cuales se ha levantado la comunidad islámica, siguiendo sus principios y normas, influirán sobre el desarrollo integral de su persona, individual y colectivamente.

La Enseñanza Religiosa Islámica, por su carácter abierto y libre, desarrollará las posibilidades del alumno para tomar iniciativas desde la libertad responsable manifestando sus pensamientos libremente y a través de la confrontación de ideas, para que aprecie los valores básicos que rigen la vida y la convivencia humana desde la perspectiva islámica y, por consiguiente, obrar de acuerdo con ellos, de forma responsable, constructiva y creativa.

El profesor de la materia tratará de elevar el nivel de la lengua árabe que podría encontrar por parte del alumnado por su enorme importancia y utilidad a la hora de entender los textos religiosos islámicos. El profesor aportará a los alumnos los medios, guías, recursos necesarios para que sean capaces por sí mismos de mejorar sus conocimientos en la lengua árabe.

Finalmente, cabe señalar que los contenidos de esta etapa, se organizan en torno a dos bloques temáticos, para cada ciclo de la etapa secundaria:

Conocimiento del Islam y de sus principios.

Etica y moral islámica.

3. Objetivos generales

1. Arraigar la fe en Dios y en el poder divino.

2. Comprender las bases de la fe y su papel en la realización de la personalidad del musulmán.

3. Profundizar en el conocimiento de las bases del Islam su razón de ser y el compromiso del musulmán con ellas.

4. Plantear el compromiso con el culto musulmán y el significado de la sumisión a Dios.

5. Conocer, estudiar y asimilar el libro de Dios por medio de su lectura comprensiva, memorización e interpretación de Aleyas y análisis del estilo Coránico.

6. Estudiar y asimilar la «Sunna». Comprendiendo su rango, su función y los procedimientos de su conservación y transmisión.

7. Plantear, desde una visión islámica, los conceptos de «ser humano, universo, vida» y la interrelación entre ellos.

8. Comparar el sistema musulmán de orden divino con otros sistemas profanos, teniendo en cuenta sus postulados, los valores que promueve, los intereses del individuo y su ética.

9. Analizar los rasgos fundamentales del régimen social, económico y político del Islam.

10. Valorar el poder del Islam en la aplicación de la jurisprudencia para conseguir el equilibrio necesario en la sociedad.

11. Tomar como modelo de conducta y de equilibrio la personalidad del profeta y la de sus compañeros.

12. Adquirir una base cultural musulmana sólida por medio de la lectura, el estudio y la investigación para mantenerse firmes en la fe.

13. Conocer los alcances y fundamentos de la Kifaya (normas y sus restricciones).

14. Desarrollar en el individuo la autocrítica y el autodominio.

15. Analizar y valorar los riesgos del mimetismo y el alcance de la responsabilidad individual en el Islam.

16. Desarrollar la capacidad de diálogo y respeto mutuo para opinar, consultar y aceptar el punto de vista ajeno.

17. Apreciar la importancia del papel de la mujer en la vida familiar y social musulmana.

18. Transmitir el mensaje del Islam con sabiduría, buen consejo y ejemplaridad.

19. Promover la solidaridad, cooperación, estima y respeto como bases fundamentales en los comportamientos personales y sociales.

20. Promover el conocimiento del idioma árabe como medio necesario para entender el Libro Sagrado y los diferentes aspectos de la cultura islámica.

21. Apreciar la importancia del «yihad» (esforzarse por) conseguir la libertad personal y colectiva.

22. Estudiar y valorar la postura del Islam con respecto a la paz y la guerra.

23. Fomentar el intercambio cultural y la apertura hacia la cultura de los demás.

24. Dar a conocer la realidad social de los musulmanes en los países del Islam, en aquéllos donde hay minorías islámicas. Analizar la problemática que se plantea y sus posibles soluciones.

4. Contenidos

4.1 Contenidos del primer ciclo de secundaria.

BLOQUE I. CONOCIMIENTO DEL ISLAM Y SUS PRINCIPIOS

Conceptos

1. Conocer el resto de las reglas de la lectura del Corán respecto al año anterior.

2. Conocer las clases de la usura, su calificativo en el Islam y su papel destructivo para la economía mundial.

3. Conocer los atributos de Dios que se reflejan en su creación por su misericordia.

4. Conocer y creer el significado de la dependencia que el hombre tiene de Dios, y la relación existente entre esta dependencia y la consecución de resultados.

5. Conocer la batalla de Badr, su efecto sobre la historia de la predicación y el papel de los ángeles en esta batalla.

6. Conocer la recompensa que Dios dará a los creyentes y el castigo que les espera a los pecadores.

7. Conocer la batalla de Al-Ahzab y el papel de todas las partes en ella.

8. Conocer y aplicar la oración comunitaria del Viernes. Conocer sus normas y beneficios.

9. Formar una idea clara sobre los libros sagrados anteriores al venerable Corán.

Procedimientos

1. Repasar lo aprendido el año anterior.

2. Memorizar los versículos del Corán y los Hadices programados para este nivel.

3. Recordar el significado de los nuevos vocablos en los versículos coránicos y el motivo por lo que fueron enviados, si existe.

4. Buscar y justificar los motivos por los que ha elegido ser creyente y la importancia que esto tiene el día del juicio final.

5. Discernir entre la compra-venta y la usura.

6. Aplicar e imitar entre los hombres y hacia la naturaleza los actos de misericordia de Dios.

7. Reconocer y afirmar que el Profeta no es más que un hombre, que recibe un mensaje Divino, y es el último de los profetas de Dios.

8. Reconocer y afirmar que los demás profetas de Dios también fueron hombres selectos y recibieron mensajes divinos.

9. Reconocer la necesidad de la humanidad de recibir los mensajes divinos.

10. Reconocer y afirmar la necesidad de invocar a Dios y alabarle.

11. Presentar muestras ejemplares para la ayuda a los demás y la importancia que esto tiene.

12. Fomentar la responsabilidad de leer correctamente el Corán.

13. Estimular al alumno a sentirse ligado a las enseñanzas del Libro y de la Sunna. Seguir el ejemplo de los profetas y los hombres ejemplares.

14. Reconocer que la enseñanza y la legislación islámica contribuyen a alcanzar el bien común.

15. Leer correctamente los versículos que corresponden en su programa.

Actitudes

1. Fomentar actitud positiva de pertenencia al Islam y a los musulmanes.

2. Sentir en la aplicación del Islam un apoyo moral ante la vida.

BLOQUE II. ETICA Y MORAL ISLÁMICA

Conceptos

1. Conocer las causas de emigración del Profeta.

2. Conocer la forma en que se organizó la sociedad islámica de Medina y su convivencia con los de otras religiones.

3. Conocer la biografía y seguir el ejemplo de hombres claves en la primera época del Islam.

Procedimientos

1. Comparar entre el amigo bondadoso y el que no lo es. Las cualidades positivas y los efectos que estas dejan a nivel individual y colectivo.

2. Desarrollar en el alumno actitudes de solidaridad y sociabilidad.

3. Estudiar las relaciones generales de los musulmanes con las otras comunidades de creyentes en nuestra sociedad.

4. Comprender y analizar la necesidad de la igualdad material y moral ante los miembros de la sociedad.

5. Formarse y capacitarse para la defensa del Islam.

Actitudes

1. Rechazar las actitudes de corrupción y de ilegalidad.

2. Aceptar la subordinación y la colaboración para el cumplimiento de la tareas colectivas.

3. Rechazar y evitar los defectos, que no cabe tener el musulmán, en el trato con el pequeño, el mayor o la pasividad ante los actos negativos.

4. Formar actitudes de equilibrio entre la necesidad del ocio y el cumplimiento del deber.

5. Arraigar la necesidad de elegir bien las amistades.

6. Desarrollar sentimientos de orgullo y defensa del Islam.

7. Comportarse correctamente con las personas de la escuela y la familia.

8. Respetar la naturaleza.

9. Tener siempre a Dios presente ante cualquier comportamiento.

10. Procurar asistir a la oración comunitaria del viernes. Acudir a realizar las oraciones del día en comunidad.

11. Procurar relacionarse con amistades piadosas.

12. Realizar correctamente los trabajos encomendados.

13. Fomentar la actitud solidaria.

14. Respetar y tratar correctamente a mayores y pequeños.

15. No jurar en vano. 4.2 Contenidos de segundo ciclo de secundaria.

BLOQUE I. CONOCIMIENTO DEL ISLAM Y SUS PRINCIPIOS

Conceptos

1. Conocer el significado de algunas palabras comprendidas en los versículos. Conocer los motivos por los que fueron enviados estos versículos.

2. Conocer los objetivos generales de los dichos del Profeta.

3. Conocer que el Corán es la primera fuente de legislación islámica.

4. Conocer y tomar como ejemplo lo sucedido a lo largo de la historia, donde Dios dio premio o castigo según sus obras.

5. Conocer que Dios sólo acoge a los que actúan según su mandato y agradecen su bondad.

6. Conocer el milagro de la ascensión del Profeta al cielo (ISRAA y MIRAY).

7. Conocer los momentos y formas de suplicatoria a Dios.

8. Conocer los derechos de la mujer en el Islam y comparar su situación antes y después de la revelación coránica.

9. Conocer el valor de los pecados graves y leves para evitar caer en ellos.

10. Conocer y estudiar la historia de resistencia del Islam frente a sus detractores de la primera época: La entrada en Meca, las batallas de Humain y de Tabuk.

11. Conocer que Muhammad es el último Profeta de Dios y el Islam es eterno y universal.

Procedimientos

1. Profundizar y recordar las reglas de la lectura coránica.

2. Memorizar la parte correspondiente del Corán y los Hadices.

3. Recitar el Corán en clase.

4. Leer los dichos del Profeta seleccionados para su ciclo. Explicar el vocabulario nuevo y extraer las normas legales que nos indican.

5. Actuar en esta vida con libertad y responsabilidad teniendo en cuenta la voluntad de Dios.

6. Seguir los ejemplos del Profeta estudiando su biografía y la de sus compañeros.

7. Obedecer fielmente las enseñanzas de Dios y del Profeta y velar porque las sigan los creyentes.

8. Aplicar las enseñanzas del Islam en una sociedad en progreso.

9. Iniciar todo acto en el nombre de Dios.

10. Expresar con lenguaje propio el significado general de los versículos y Hadices y memorizarlos.

Actitudes 1. Valorar y comprender la imagen que otras religiones tienen el Islam.

2. Valorar la postura positiva del Islam cuando incita a creer en todos los mensajeros de Dios.

3. Considerar la importancia de la libertad para construir la sociedad moderna.

4. Manifestar respeto y entrega ante la lectura del Corán.

5. Obedecer los mandatos de Dios y cumplir con el culto.

6. Tener una actitud ejemplar ante los demás siguiendo los ideales del Islam.

7. Mostrar una actitud de entusiasmo, respeto y atención en las clases de religión.

BLOQUE II. CULTURA, ÉTICA Y MORAL ISLÁMICA

Conceptos

1. Conocer la capacidad de la religión musulmana para que el hombre creyente lleve una vida ejemplar.

2. Conocer el esquema general del sistema social islámico.

3. Conocer los principales elementos de la formación de la familia islámica, la institución del matrimonio como primer núcleo de la sociedad sana.

4. Conocer el procedimiento de la doctrina islámica para resolver las diferencias conyugales. 5. Conocer la importancia del trabajo para la construcción de la sociedad.

6. Conocer los derechos que establece el Islam para garantizar la igualdad entre las gentes y los pueblos.

Procedimientos

1. Extraer las normas legales mencionadas en los versículos coránicos.

2. Conocer la importancia que concede el Islam a la infancia por medio de la lectura coránica y los Hadices.

3. Estudiar los derechos de los trabajadores que establece el Islam.

4. Utilizar los medios legales para ganarse la vida y desechar los ilegales.

5. Actuar con justicia en el reparto de los trabajos, desde puestos de responsabilidad o subalternos, teniendo presente la justicia de Dios en el Día del Juicio Final.

6. Recordar la necesidad en hacer el bien en esta vida para responder ante el Juicio Final.

7. Estudiar y comparar los derechos humanos establecidos por el Islam y los elaborados por el hombre.

Actitudes

1. Fomentar actitudes de rectitud porque Dios conoce nuestro interior y lo que manifestamos exteriormente.

2. Fomentar actitudes de agradecimiento a Dios por la creación de todo el universo.

3. Fomentar actitudes de agradecimiento ante la bondad de Dios y desechar actitudes ingratas.

4. Seguir las normas que indica la legislación islámica sobre la indumentaria del hombre y la mujer.

5. Establecer un orden de prioridades respecto a los que precisan de nuestra ayuda empezando por los padres.

6. Reforzar actitudes que contribuyan a mantener una sana forma física y moral y una fortaleza en la fe.

7. Valorar el trabajo como medio para adorar a Dios.

8. Solidarizarse y concienciarse con el sufrimiento de los más débiles y participar en aliviar sus penurias.

9. Mantener actitudes de buena relación con la familia y con los demás según exige la enseñanza del Corán y la Sunna.

10. Recibir con agrado las orientaciones éticas plasmadas en el Corán y la Sunna y cumplir con las normas establecidas.

11. Aceptar y valorar las bases de relación familiar que establece el Islam.

12. Tratar correctamente a los subordinados.

5. Orientaciones didácticas generales

El Profesor procurará atender a los criterios siguientes a la hora de desarrollar las actividades de la Enseñanza Religiosa Islámica.

1. Asegurar la relación de las actividades de enseñanza y aprendizaje con la vida del alumno, partiendo, siempre que sea posible, de sus experiencias, máxime cuando se trata de Formación Religiosa Islámica, cuyo campo de aplicación concierne a la vida diaria del alumno.

2. Facilitar la construcción de aprendizajes significativos diseñando actividades de enseñanza y aprendizaje que favorezcan la relación del contenido dado, con lo nuevo, manteniendo siempre una línea continua positiva que palpa el alumno en su vida, por los logros alcanzados.

3. Potenciar el interés espontáneo de los alumnos en el conocimiento de las normas de la lectura del Corán y, en general, en el dominio de la lengua árabe de forma sencilla y gradual, así como identificar, analizar y memorizar textos coránicos y tradiciones proféticas correspondientes.

4. Usar los medios y recursos necesarios para ayudar al alumno al manejo de libros y cuentos que favorezcan el conocimiento de la vida del Profeta Muhammad y sus Compañeros, comprobar en que medida va incorporando los aprendizajes realizados a situaciones de la vida cotidiana.

5. Utilizar métodos y recursos variados que potencien la creación y el uso de mecanismos propios del alumno de búsqueda y organización, para responder a cuantas cuestiones planteadas desde la perspectiva moral y religiosa islámica utilizando los textos islámicos para hallar la respuesta a interrogantes éticas y prácticas que se plantean, en la vida cotidiana.

6. Relacionar continuamente la información proporcionada al alumno con el momento del proceso de aprendizaje, tal como explica el culto de la peregrinación a La Meca en su tiempo correspondiente del año, así como, el ayuno durante el mes de Ramadán, etc.

7. Crear un clima de aceptación mutua y cooperación entre los alumnos del mismo grupo, promoviendo la organización de equipos de trabajos, colaborando con otros equipos de otros grupos para fomentar la responsabilidad, y la convivencia y el diálogo, poniendo en práctica todos los valores islámicos aprendidos.

6. Evaluación

La evaluación de la Enseñanza Religiosa Islámica es un instrumento que sirve al profesor y los padres del alumno para ajustar su actuación en el proceso de enseñanza y aprendizaje, orientándolo reforzando los contenidos que van adquiriendo los alumnos y realizando la adaptación curricular necesaria.

Como criterios de evaluación en esta etapa se señalan los siguientes:

1. La evaluación constituye un proceso continuo que forma parte del propio proceso de enseñanza y aprendizaje. En ningún caso puede quedar reducido a actuaciones aisladas en situaciones concretas.

2. En cada ciclo, de acuerdo con el contenido temático curricular, se adaptará los criterios de evaluación para el ciclo.

Estos criterios permitirán evaluar los procesos de Enseñanza Religiosa Islámica para la consecución de las capacidades señaladas en los objetivos generales del ciclo y el grado de desarrollo de las mismas en cada uno de los alumnos y en el alumnado del ciclo en su conjunto.

3. El profesor utilizará los medios necesarios, a través de las diferentes actividades y manifestaciones del niño, para comprobar en qué medida va incorporando los aprendizajes realizados de los tres bloques del currículo de la Enseñanza Religiosa Islámica de cada ciclo: Descubrir, mediante el mensaje del Corán, a Dios Unico, Eterno, Creador. A su Profeta como ejemplo a seguir, constatar mediante la observación que la comunidad islámica es como una familia grande solidaria y fraternal.

4. El profesor observará la participación del propio alumno en los distintos bloques del contenido temático, recitando el Corán, leyendo el Hadiz, cumpliendo dos preceptos islámicos (palabras, expresiones, asistencia a celebraciones y fiestas islámicas).

5. La evaluación de los procesos de enseñanza se realiza a través del seguimiento de las actividades en las unidades didácticas.

6. La evaluación se apoya en la recogida de información, a través de un seguimiento sistemático donde se valoran todo tipo de trabajos encomendados al alumno, para la evaluación de las mismas tanto individualmente como en grupo, manifestando la capacidad de valorar la vida, el entorno y la naturaleza como creación de Dios.

7. El profesor elaborará un informe de evaluación de los alumnos al final de cada ciclo donde se refleja el desarrollo de las capacidades de cada bloque curricular para cada alumno.

8. Al finalizar la etapa secundaria se hará un informe individual detallado sobre el grado de desarrollo alcanzado por el alumno en relación a las capacidades generales de la etapa.

ANEXO III

BACHILLERATO

Currículo del área de Enseñanza Religiosa Islámica

1. Preámbulo

El artículo 27 de la Constitución establece: «Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones».

La Ley Orgánica 7/1980, de 5 de julio, de Libertad Religiosa, reitera en su artículo 2, apartado 1, letra C, el derecho de toda persona a recibir e impartir enseñanza e información religiosa de toda índole, ya sea oralmente, por escrito o por cualquier otro procedimiento, elegir para sí, y para los menores no emancipados e incapacitados, bajo su dependencia, dentro y fuera del ámbito escolar, la educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.

La Ley 26/1992, de 10 de noviembre, por la que se aprueba el Acuerdo de Cooperación del Estado, con la Comisión Islámica de España, establece, en el artículo 10 de su anexo, lo siguiente:

«A fin de dar efectividad a lo dispuesto en el artículo 27.3 de la Constitución, así como en la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, reguladora del derecho a la educación, y en la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo, se garantiza a los alumnos musulmanes, a sus padres y a los órganos escolares de gobierno que soliciten, el ejercicio del derecho de los primeros a recibir enseñanza religiosa islámica en los centros docentes públicos y privados concertados, siempre que en cuanto a estos últimos, el ejercicio de aquel derecho no entre en contradicción con el carácter propio del centro, en los niveles de educación infantil, educación primaria y educación secundaria.»

La Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo establece que la enseñanza en la etapa de Bachillerato, tiene, entre sus objetivos, el desarrollo, en los alumnos, de capacidades tales como «consolidar una madurez personal, social y moral que les permitirá actuar de forma responsable y autónoma», «analizar y valorar críticamente las realidades del mundo contemporáneo y los antecedentes y factores que influyen en él», así como «participar de forma solidaria en el desarrollo y la mejora de su entorno social».

Y conforme a la disposición adicional segunda de la misma Ley Orgánica prevé que la enseñanza de la religión se ajustará a lo dispuesto en los Acuerdos de Cooperación del Estado español con las diferentes confesiones religiosas.

Con la publicación del Real Decreto 2438/1994, de 16 de diciembre, por el que se regula la enseñanza de la religión, llega el proceso jurídico a su fin para emprender el camino que ampara nuestra carta magna.

Las comunidades islámicas agrupadas en la Comisión Islámica de España han estructurado su aportación al currículum escolar por medio del área de Enseñanza Religiosa Islámica.

La existencia misma de la Enseñanza Religiosa Islámica

implica la posibilidad de que los padres que deseen que su hijo reciba la formación religiosa y moral, desde la perspectiva del Islam ofrecida por las comunidades islámicas, puedan ver garantizado el ejercicio de su derecho fundamental.

La experiencia religiosa, desde el prisma islámico, no es espontánea, sino que requiere una atenta intervención educativa, es responsabilidad de los padres y de las familias musulmanas crear el ambiente adecuado para suscitar el despertar religioso islámico en sus hijos.

El Corán, contemplado como la comunicación del mensaje de Dios al hombre, representado en la persona del Profeta Muhammad (P.B.) y su tradición y conducta, nos marcan el camino que pretendemos seguir como ejemplo, para lograr el éxito en esta vida y en la eterna.

A través de la Enseñanza Religiosa Islámica, se pretende contribuir al desarrollo físico, intelectual, afectivo, social y moral de los alumnos, afirmando sus valores personales, familiares y sociales convirtiendo en normas de conducta: La fraternidad, la solidaridad, la justicia y la libertad.

2. Introducción

El área de enseñanza religiosa islámica, en la etapa de Bachillerato, persigue el desarrollo íntegro del alumno como un individuo libre, responsable y solidario.

Por ello, a través de la Enseñanza Religiosa Islámica, profundizará en los conocimientos relacionados con los valores islámicos que emanan de la fe islámica y la obra del Profeta, tales como la dignidad sel ser humano, su libertad y responsabilidad.

El Islam afirma también que el Creador proporcionó una legislación y un sistema de vida que le resulte adecuado y necesario para la vida del hombre en la tierra, ya que ofrece soluciones individuales y colectivas ante las cuestiones materiales y espirituales que le afectan en lo terrenal y trascendental.

Afirma también que la solidaridad y la piedad son las características de la vida de los musulmanes donde dominan los imperativos del cumplimiento y la tolerancia.

En esta fase de Bachillerato conocerá el alumno las respuestas a las interrogantes que se le van formulando, en cuestiones relacionadas a la sociedad islámica conociendo las bases de la legislación, produndizándose en su conocimiento en los diferentes campos de la vida.

Finalmente, cabe señalar que los contenidos de esta etapa, se organizan en torno a dos bloques temáticos, para cada curso de Bachillerato:

Conocimiento del Islam y de sus principios

Sociedad, legislación y economía.

3. Objetivos generales

1. Fomentar idea clara y completa sobre como trata el Islam el universo, el hombre, la vida, los asuntos del individuo, y la comunidad de forma que integre lo espiritual con lo material, lo individual, con lo comunitario y la relación entre la vida terrenal y la otra vida.

2. Comprender, memorizar, leer, creer y aplicar el contenido del Corán. Conocer los contenidos coránicos relacionados con el universo, el hombre y la vida. Conocer la peculiaridad lingüística del Corán y su belleza inalcanzable. Conocer la importancia que tuvo el Corán en conservar y unificar el idioma árabe. Conocer la importancia que tiene en unir a los fieles alrededor de un único libro.

3. Profundizar en los textos de los Hadices. Explicar la materia de legislación que contienen, para ordenar la vida musulmana, además de su contenido en ética y normas doctrinales. Conocer el escalón que ocupa entre las fuentes de legislación musulmana. Conocer la importancia que tiene para la vida del hombre la aplicación de sus enseñanzas a nivel individual y colectivo.

4. Seguir el ejemplo de la vida del Profeta, en lo privado y lo comunitario, por ser ejemplar.

5. Conocer las fuentes de legislación islámica, su organización, su idoneidad para resolver los múltiples y dinámicos asuntos de la vida. Conocer las bases de apoyo de esa organización legisladora y la aplicación práctica e histórica de la misma. Conocer la peculiaridad de esas normas de legislación en cuanto a su alcance global para tratar los diferentes asuntos.

6. Profundizar en el espíritu del pensamiento islámico.

7. Estimular el cumplimiento de los mandamientos del Islam.

8. Estimular el interés para cumplir correctamente los cultos islámicos.

9. Actuar según la ética que mar la doctrina islámica.

10. Afirmar la importancia de que haya correspondencia entre lo dicho y lo hecho.

11. Estimular el espíritu de colaboración entre los estudiantes. Destacar la importancia que concede el Islam para la unidad en los grupos. Comprender la necesidad de trabajar con los demás sobre la base del entendimiento y la colaboración entre las personas.

12. Desarrollar el espíritu de tolerancia en los alumnos.

13. Valorar positivamente la doctrina islámica en el ámbito del pensamiento y la conducta. Aumentar la fe en Dios por medio del conocimiento pleno de la doctrina y sus peculiaridades. Afirmar la existencia de Dios a través de las señales de la vida, el universo y el hombre.

14. Desarrollar el espíritu de pertenencia al Islam y sentirse orgulloso de sus valores.

4. Contenidos

4.1 Contenidos del primer curso de bachillerato.

BLOQUE I. CONOCIMIENTO DEL ISLAM Y SUS PRINCIPIOS

Conceptos

1. Conocer los versículos del Corán correspondientes al curso.

2. Conocer los Hadices del Profeta propios del curso.

3. Conocer la importancia que tiene la misión de los Profetas en la vida del hombre.

Procedimientos

1. Recitar y memorizar algunos versículos del Corán.

2. Explicar el significado del vocabulario utilizado en los versículos.

3. Concluir las enseñanzas y objetivos que proponen los versículos.

4. Extraer la materia legislativa de los versículos.

5. Explicar el significado del vocabulario utilizado en los Hadices.

6. Concluir las enseñanzas y objetivos que proponen los Hadices.

7. Extraer la materia legislativa de los Hadices.

Actitudes

1. Profundizar en una actitud piadosa basada en el conocimiento del mensaje coránico.

2. Tener presente en nuestra actitud que Dios nos juzgará en el día del Juicio Final.

3. Cumplir las normas de conducta que indica el Corán.

4. Valorar la aplicación de las enseñanzas del Islam en la sociedad porque contribuyen al progreso y al desarrollo.

5. Comportarse correctamente en la vida diaria.

BLOQUE II. SOCIEDAD, LEGISLACIÓN Y ECONOMÍA

Conceptos

1. Conocer las reglas legales de la compra, venta y tenencia de bienes.

2. Conocer la importancia de la Zakat y la garantía de la solidaridad social.

3. Conocer la legislación sobre el testamento y las donaciones.

4. Conocer las reglas de la herencia en el Islam.

5. Conocer aspectos de la fraternidad ejercida por los primeros musulmanes y su papel en la construcción de la sociedad musulmana.

6. Conocer que el Islam reúne la doble condición de ser religión y sistema de vida.

7. Conocer las normas legales del Islam para poder ejercitarlas.

8. Conocer Al-Iytihad (resolución de los Ulemas) como tercera escala de legislación islámica.

Procedimientos

1. Explicar la teoría económica del Islam y compararla con otras teorías económicas.

2. Considerar las medidas legales que contemplan la privación de libertad para los que cometen delito.

3. Estudiar los capítulos de gastos legales e ilegales.

4. Estudiar las conductas de austeridad del Profeta y sus compañeros como ejemplo a seguir.

5. Establecer los límites entre el bien particular y el bien público.

6. Explicar la doctrina islámica sobre los derechos de la mujer.

7. Explicar la postura del Islam respecto a la discriminación racial.

8. Intervenir para que se haga el bien y se evite el mal.

9. Aplicar la teoría económica islámica en los planes de inversión y financiación.

10. Estudiar los acontecimientos más importantes del calendario musulmán.

Actitudes

1. Aplicar la legislación musulmana en cuanto a tenencia de bienes y modo de ganarse la vida.

2. Fomentar actitudes de austeridad ante el consumismo.

3. Rechazar la acumulación de riquezas por medios ilegales.

4. Reconocer y valorar la valentía del Profeta y sus compañeros frente a los incrédulos.

5. Valorar la importancia de la Sunna como fuente de legislación islámica.

6. Rechazar la discriminación racial y clasista.

7. Solidarizarse con los más necesitados.

8. Tratar a los demás con mesura y humildad.

9. Participar y colaborar en las tareas comunitarias.

10. Despertar el interés de cuidar los bienes públicos.

11. Evitar las actitudes hipócritas.

12. Actuar con justicia en la resolución de un conflicto.

13. Fomentar actitudes de sinceridad y fidelidad para con los demás.

4.2 Contenidos del segundo curso de Bachillerato.

BLOQUE I. CONOCIMIENTO DEL ISLAM Y SUS PRINCIPIOS

Conceptos

1. Conocer los capítulos del Corán correspondientes a su curso.

2. Conocer los Hadices propios del curso.

3. Conocer las condiciones que debe reunir el verdadero creyente.

4. Conocer lo ocurrido con algunos pueblos mencionados en los libros sagrados cuando desobedecieron a Dios.

5. Conocer los hechos y dichos (La Sira) del Profeta.

Procedimientos

1. Recitar y memorizar el Corán.

2. Explicar el significado de los versículos del Corán.

3. Deducir los objetivos que pretenden los versículos.

4. Extraer las normas legales que fijan los versículos.

5. Leer los Hadices, explicar su significado, deducir las normas legales que figuran en ellos. Deducir los objetivos que pretenden.

6. Creer que la fe y la buena conducta traen como resultado el auxilio de Dios.

7. Tomar ejemplos de la biografía del Profeta y sus compañeros.

Actitudes

1. Tener una actitud de esfuerzo continuo para la correcta aplicación de las enseñanzas divinas.

2. Desechar las actitudes e ideas contrarias a las enseñanzas divinas.

3. Cumplir con las normas aprendidas.

4. Iniciar todo acto en el nombre de Dios, el clementísimo y el misericordiosísimo.

5. Cumplir con las oraciones del día.

BLOQUE II. SOCIEDAD, LEGISLACIÓN Y ECONOMÍA

Conceptos

1. Conocer las enseñanzas del Profeta respecto a la sociedad.

2. Conocer Al-Iytihad (resolución de los Ulemas) como fuente de legislación.

3. Conocer los pilares básicos de gobernabilidad en el Islam.

4. Comprender la importancia que tiene la educación de la ciencia en el desarrollo de la sociedad.

5. Conocer que tipo de prácticas son fraudulentas en la compraventa.

6. Ser musulmán actualmente y vivir dentro de una organización social no islámica. Problemática y distintas respuestas. El reto de mantener la identidad islámica.

7. Minorías no musulmanas en países musulmanes.

8. Minorías musulmanas en países no musulmanes. Relaciones con el poder. Ejemplos.

9. Situación actual de la comunidad islámica en España. Organizaciones y tendencias.

10. Problemática concreta de las comunidades musulmanas en España.

Procedimientos

1. Explicar la importancia que tiene para la sociedad seguir las enseñanzas del Profeta.

2. Actuar con justicia para garantizar la estabilidad de la sociedad.

3. Facilitar comportamientos de fidelidad.

4. Relacionar la correcta aplicación de la ley de Dios y la estabilidad.

5. Estimar la importancia de la justicia para construir la sociedad islámica.

6. Explicar los acuerdos de 1992, entre la Comisión Islámica de España y el Estado español. Los firmantes y el espíritu del texto.

Actitudes

1. Valorar la importancia de la solidaridad para el fortalecimiento de la sociedad.

2. Favorecer actitudes de sinceridad para fomentar las buenas relaciones entre las gentes.

3. Sentir la necesidad de decir siempre la verdad.

4. Tener una actitud vigilante para que se haga el bien y se evite el mal.

5. Valorar y estimar las actitudes de las personas según su rectitud.

6. Estimular actitudes participativas para el desarrollo de la sociedad.

7. Estimar la importancia que tiene la enseñanza y los enseñantes en la vida individual y de los pueblos.

8. Evitar prácticas fraudulentas en la compraventa.

9. Estimular actitudes abiertas a la convivencia en los musulmanes y los de otra creencia.

5. Evaluación

La evaluación de la etapa de Bachillerato se basará en los siguientes criterios:

1. El profesor utilizará los medios adecuados y necesarios para averiguar la asimilación por el propio alumno de los contenidos de los bloques temáticos a través de trabajos elaborados por él mismo o a través de grupos organizados para este fin.

2. El profesor elaborará un informe de evaluación de los alumnos al final de cada curso donde se refleje el desarrollo de las capacidades de cada bloque currículum para cada alumno.

3. Al finalizar la etapa de Bachillerato se hará un informe individual detallado sobre el grado de desarrollo alcanzado por el alumno en relación a las capacidades generales de la etapa.